sábado, 9 de julio de 2016

¿Qué le pasa a la abuela?

Toda la rabia que hacía que la abuela se mantuviera eufórica se ha ido al traste. Ya no quiere matar a Andresito ni a la Cotilla porque todo le da igual. Ha caído en una depresión de caballo que le hace arrastrar los pies por los pasillos de la Torre del Paseo Marítimo. Está apática la pobre y no sé por qué, así que siguiendo su tradicional modus operandi en cuanto a despertares se trata, la he llamado a las tres de la madrugada.

Esperaba oír un estallido de gritos y palabrotas... pero no. Una voz tranquila, demasiado diría yo, ha contestado al teléfono: - "¿Quién llama, por favor?" - He quedado desconcertada y me he disculpado. - Perdone que la haya despertado, señora. Me he equivocado. - "No te has equivocado, nena. Soy tu abuela" - ¿Estás... drogada? - "No por Dios. Estoy plácidamente recostada en los almohadones de mi cama, escuchando el suave murmullo que hace mi marido al respirar mientras duerme" - ¿Se te ha ido la mano con el chinchón?

No salía de mi asombro. - ¿Te has vuelto sonámbula... o te has dado un golpe en la cabeza? ¡Llamaré a una ambulancia para que te lleve a urgencias! - "Eres una nieta maravillosa, nena. Gracias por preocuparte por mi pero estoy bien. Y ahora, si no quieres nada más, te dejo que voy a rezar el rosario"

¡Mi abuela estaba grave! Me vestí y salí en busca de un taxi que me llevara a su casa. Me abrió ella la puerta. Se había cogido el pelo pincho con rulos y llevaba un salto de cama lleno de volantes del año catapún - ¿Por qué no abre Geoooorge? - "Está durmiendo" - ¿Y cuándo ha sido un obstáculo eso para tí? - "Calla. No me recuerdes mis malas acciones" - ¡Pero si es tu empleado. Le pagas todos los meses por trabajar!... ¿Qué te ha pasado, abuela? - "No lo sé... (unos pucheros la llevaron al borde de las lágrimas) pero no estoy normal" - ¿Has comido algo que no te ha sentado bien? - "Pues... " - ¿O bebido?

La abuela levantó la cabeza y me miró fijamente... "¿Beber?... Beber sí bebí... de una botella rara que me trajo la Cotilla" - ¡A saber lo que te ha dado esa bruja! ¿Dónde está la botella? - "En mi mesita de noche"

Corrí a buscarla, después me acerqué a la abuela y le dije: - Es agua. - "¡Esa bruja me ha querido envenenar! Pensé que era una nueva marca de chinchón y bebí media botella de un trago... Hace años que no bebo agua. Es contraproducente... ¡¡¡Llama a urgenciaaaaaaaaaaaaaaasssssssss!!!"

No hay comentarios:

Publicar un comentario