domingo, 21 de agosto de 2016

Extraña querencia.

No sé qué pensar del resultado del trasplante de pelo del abuelito. Le veo raro. A ratos me recuerda a Ringo Star en sus años mozos... En otros momentos parece uno de esos perritos que, a causa del flequillo, solo se les ve un ojo. Otras veces pienso que no es Andresito sino Messi después de teñirse el pelo de rubio platino. Porque así lo han dejado aquellas dos brujas.

Siempre ha sido un señor clásico en su forma de vestir y peinarse, tal como se espera de un afiliado a su Partido Político. Con su pelo gris tirando a blanco...  No para de mirarse al espejo, creo que para reconocerse y hacerse a la idea de que ahora es "así", tanto si le gusta como si no.

Las dos viejas están encantadas con el resultado de su trabajo. - "¡Vas a ser la envídia de tus correligionarios! ¡Te nombrarán Secretario de Estado y yo seré tu secretaria!" (gritaba, entusiasmada, la abuela.) - No sé, no sé... No me acaba de convencer... ¿De dónde habéis sacado el pelo? - "Lo trajo la Cotilla. Te queda bien" - Desde que lo llevo, cuando tengo ganas de orinar, levanto la pierna... - "¿Y eso por qué?" - No lo puedo remediar.

Ante éstos comentarios pensé que al abuelito le habían afectado el cerebro la cantidad de chinchón que le hicieron beber durante la Operación "Guerra a la calvicie" para que no sufriera... ni opinara.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¡Que guapo estás, Andresito! ¿Qué te ha dicho tu madre al verte? - Me ha preguntado si era un vendedor de seguros. - ¿Y eso por qué? - No me ha reconocido. Y cuando le he jurado que soy su hijo, a pedido a Geooorge que me echase de MI CASA con cajas destempladas. - ¿Y el inglés lo ha hecho? - ¡Ya lo creo! Mi madre es la puta ama del patrimonio familiar y él quiere seguir cobrando su sueldo.

La abuela y la Cotilla se encerraron en la cocina y yo conseguí escuchar lo que hablaban. - "¿De dónde sacaste el pelo?" - De la bolsa de basura de un veterinario. Total, para quién es... Estuve vigilando toda la tarde y pelaron a bastantes perros. - "¿No podías sacarlo de otro sitio? Ahora entiendo que tenga querencia a levantar la pierna para orinar. Dejará el baño bueno." - Menos mal que no lo traje de caballo, menudas coces daría ahora.

Yo estaba escandalizada y lo comenté con la única ¿persona? que tenía a mano y era neutral: Pascualita. - ¿Has oído? Están transformando al abuelito en caniche... ¿Tendría que decírselo? - Me miró durante unos minutos, con sus redondos ojos de pez y después, sin previo aviso, se zambulló en el acuario psicodélico. - ¡¿Qué quieres decirme con esto?!  (levanté la voz para que me oyera mientras descendía hacia las algas del fondo)

En ese instante las dos amigas salían de la cocina. - ¿Te has fijado en tu nieta? Habla sola. Esto solo quiere decir una cosa ¡es premenopáusica! - "¡¡¡NOOOOOOOO!!!" (La abuela gritó, angustiada) "¡¡¡QUIERO UN BISNIETOOOOOO!!!"

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