domingo, 18 de septiembre de 2016

Será una celebridad.

Menuda revolución la que se ha montado en la Torre del Paseo Marítimo, a costa de la aparición estelar, en el Hola, de la abuela.

En cuanto se repuso de la impresión de saber que la revista por excelencia del cuore, sacará un reportaje de ella en plan ecologista-concienciada-actuando-contundentemente-contra-los-que-degradan-el- Mediterráneo, salió corriendo hacia su casa.

Presa de una gran excitación, saltó sobre Andresito pidiéndole a gritos, que quería un hijo suyo. El pobre hombre, al borde de la asfixia, acertó a decir: - Ya... tenemos... ¡agh!... al... Médicoooo... ¡Socorrooooooo! - "¡Grita, grita. Que se entere todo el barrio que somos insaciables! ¡Yo también grito contigo, amor mío ¡¡¡SOCORROOOOOOOOO!!!"

Geoooorge, que tomaba, tranquilamente, el te de las cinco mientras leía el periódico, se sobresaltó y aporreó la puerta de la habitación de los abuelitos - ¡Open, plis! ¿Qué pasar? - La voz de la abuela lo calmó. - "¡Deja de dar golpes, jodío inglés, que no podemos concentrarnos!"

Los municipales, alertados por los vecinos, gritaron: - ¡Abran a la policía! - Se oyó la voz de la abuela - "¿Es una redada, Geoooorge?" - No, madame. Venir porque vecinos llamar. - "¡Metementodos, chafarderos, aguafiestas! ¡Iros a tomar viento! Geooorge ¡no abras!"

En vista del fracaso, llamaron a Bedulio. Al fin y al cabo, eran amigos... ¿no? Pero el Municipal alegó tener una enorme migraña que lo tenía postrado en la cama. Su jefe, al escuchar esto, exclamó: - Siempre pasa lo mismo. Nunca hay un policía a mano cuando se le necesita.

Por la tarde, en cuanto abrió el kiosco de la esquina, la abuela le pidió que le guardara todas las revistas de la próxima semana. Y no pudo callarse: - "Es que me sacan en un reportaje" - Diez minutos después, lo sabía todo el barrio.

Pascualita, ajena al peligro que la acechaba si se la veía en las fotos, nadaba tranquila en el agua iluminada, - "Parece una go-gó" (dijo un día la abuela.) Le tiré una bolita de carne picada y la fiera que habita en ella, abrió una boca enorme, sacó hacia afuera las mandíbulas y la carne desapareció en un segundo. Me estremecí. - Menos mal que es pequeña la jodía.

Andresito vino a verme. - Tu abuela me va a arruinar. Está comprando vestidos de grandes firmas para estar presentable siempre, sobre todo, ahora que será una celebridad nacional, europea y mundial, en cuanto la vean en la revista. ¿Por qué tiene que ser todo tan complicado con ella?... Bueno, me voy, que me espera en El Funeral y no quiero que me la quiten. - La abuela tanto y yo dándome un golpe en los morros ¡Jopé!

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