martes, 11 de octubre de 2016

La Flor Azul.

- "Una vez vi una película en la que un Príncipe maravilloso se enamoró de una Princesa más tonta que Abundio porque, ya que lo tenía en el bote, en lugar de darse un lote con él, le dijo que solo se casaría si le traía una flor azul que florecía un determinado día del año y duraba hasta que llegaba la noche. Para rematar la faena, la dichosa flor estaba en una gran cordillera allende mares y océanos. O sea, más allá del quinto pino. Y para lograr esto solo tenía tres días ¡tres días!"

- Cogería un avión, abuela. - "¡No se habían inventado aún!" - Pues entonces ¡adiós, Madrid, que te quedas sin gente! - "¿Te das cuenta de cómo eres, boba de Coria? Al primer tropiezo tiras la toalla" - ¡Es que no había nada que hacer! - "Pues sí ¡Cogió una alfombra voladora y se plantó allí en un periquete." - ¡Esto es un cuento chino! - "¿Acaso dudas de que existan alfombras voladoras teniendo en casa una sirena?" - Visto así... ¿Al final consiguió la flor? - "Claro. Pero tuvo que pelear con cuanto malo le salía al paso" - ¡Vaya... que romántico! Si un hombre hiciera algo así por mi, sería m-a-r-a-v-i-l-l-o-s-o... ¿Te imaginas lo bien que quedaría la alfombra mágica en la salita? ¿Y lo que me ahorraría en autobuses? Podría aparcar en cualquier sitio sin molestar como haces tu con el rolls royce. - "¡¿No vas a comparar mi cochazo con un trozo de trapo más o menos bonito?! Pero en ésta historia lo importante es la Flor Azul..."

- ¡Ni hablar! ¿Qué haces con una flor? la metes en un jarrón con agua y una aspirina y procuras que te dure una semana y después, si te he visto no me acuerdo. En cambio una alfombra sirve para muchas cosas. Cleopatra la usó para presentarse, desnuda y envuelta en ella, a Julio César y le dejó boquiabierto y babeante... - "La Flor Azul es el triunfo del amor, es... " - Pero si la puedes comprar en cualquier floristería, abuela, en cambio una Alfombra Voladora... Esta tarde daré una vuelta por las tiendas de ropa indúes para ver si encuentro alguna. - "¡¿Cómo vas a encontrar novio si eres menos romántica que el felpudo de la puerta?! ¡Qué cruz tengo contigo!."

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! ¿Qué le has hecho a tu abuela que se la oye gritar desde la esquina? - ¡Nada! Intento razonar con ella... ¿Usted qué prefiere, una flor azul o una alfombra voladora? - ¿La flor es comestible? - No. - Entonces la alfombra. - ¿Para la salita? - ¡Oh, sí! Así podría ponerme de rodillas delante del altar de los Amigos de lo Ajeno, que ahora montaré, para que salgan con bien de los Juicios que les están haciendo. Pobrecillos, ellos solo querían lo mismo que yo, poder llegar a final de mes sin estrecheces. - La abuela salió dando un portazo.


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