domingo, 29 de enero de 2017

El Año Nuevo chino.

- "¡Abre que vengo cargada!" - A pesar de ser domingo, la abuela ha vuelto a hacer de su capa un sayo y se ha presentado en casa a las siete de la mañana (madrugada para mi) Al abrir la puerta Geooorge ha entrado como una exhalación camino de la cocina y cargado como un mulo. Después ha entrado la abuela, con un vestido de seda roja estampada con dragones dorados y unas flores de loto siguiendo la costura que dejaba tres cuartos de sus piernas al aire. Saliendo entre su pelo-pincho, dos finas barritas de metal dorado en cuyos extremos colgaba farolillos chinos encendidos le daban un aspecto raro. Unos Manolos rojos, de tacón altísimo, realzaban sus bien torneadas piernas. Todo esto se complementaba con un maquillaje oriental. - ¿De qué vas a éstas horas, abuela?

- "¡De china mandarina! ¿No salta a la vista?" - ¿Es una promesa? - "Es el Año Nuevo chino. El del Gallo. Y voy a celebrarlo con mis compañeros de El Funeral. Nos lo vamos a pasar bomba Y como no tendremos que tomar las uvas, nos ahorraremos unos cuantos atragantamientos"

- ¿Tú no decías que venías cargada, abuela? - "¡¿No me ves?! Cargada de seda imperial que vale un Potosí" - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! ¿Hay desayuno? - "¡Claro! Vamos a celebrar el Año Nuevo" - ¿Otra vez? A mi ya no me queda turrón... A ver, ¿cuántas ensaimadas me tocan? - "No, no, no. Hoy comeremos rollitos de Primavera, té, sake, huevos centenarios, pastelitos chinos, etc. etc." - ¿Por qué? (la Cotilla no parecía muy contenta con el cambio de menú) - "Porque celebramos el Año Nuevo chino" - ¿Por qué? - "Ya te lo he dicho..." - ¿Que porque rompemos nuestra rica tradición de desayunar ensaimadas? - "Deja de protestar y come. Luego iremos a la tienda del señor Li y veremos bailar al Dragón" - Cuando probó el sake nos dejó en paz.

- "En El Funeral acordamos que, para propiciar la amistad entre los dos pueblos, estudiásemos chino para poder entendernos. Y eso hemos hecho durante un mes. Ahora somos unos expertos" - ¡Caray! Podrías haberme avisado y hubiese venido a trapichear con ellos. - "¡Que materialista eres, Cotilla!"

Al llegar a la tienda del señor Li, la abuela, hinchándose como un pavo, nos dijo: "Ahora veréis que bien hablo chino" - Y se dirigió a su amigo: - "¡Hola, Li. Feliz año Nuevo" - (La Cotilla estaba asombrada) ¿Eso es chino?  Pues... lo entiendo todo. - "Espera y verás, porque esto no es tan fácil como piensas: Oye, Li, ¿tu venil a comel con nosotlos?" - Mi no podel polque atendel invitados - "Mi sentil mucho. Hacel paella y a ti gustal" - ¡¿Paella?! Tu gualdal un poco en tappelwele pala mañana. - "¡Que flesco sel tu! jajajajajaja!"

Mientras el Dragón chino hacía sus evoluciones frente al vecindario, la Cotilla y yo, asombrasísimas, saboreábamos la penúltima copa de sake. - ¡Que bien habla... ¡hip! ... el chino tu abuela, con lo mayor... ¡hip!... que es! - ¡Verás como te oiga... ! ¿Brindamos a ... ¡hip! su salud? - ¡¡¡Naturaca jejejejeje ... ¡hip! y hasta por el... ¡hip!... Dragón si quieres!!!


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