domingo, 1 de enero de 2017

La Cotilla se queda enmedio.

Los abuelitos llegaron a casa cuando me acababa de dormir. O sea, bastante tarde... o temprano, según se mire. Tenían un aspecto desolador: parecían cansados pero se lo habían pasado en grande en la fiesta de El Funeral. - "Háznos un chocolate, nena, que traemos ensaimadas recién hechas ¡Mira como huelen!" - Aunque mi primera reacción fue de enfado, aquel olorcillo me convenció en seguida de que lo mejor que podía hacer era desayunar con mi familia.

Mientras comíamos contaban entre risas, anécdotas de la fiesta. - "¡A Pablo Pérez, de tanto beber, se le ha olvidado que lleva una bolsita para el pipí, pegada a la pierna y se le ha desbordado varias veces jajajajajaja!" - ¿Has visto cómo ligaba MM? Se cree Marilín Monroe, la tía y es más fea que Picio, pero como se llama María Mezquida lo abreviamos. Está bien provista de tetamen aunque es pura gelatina y cuando salta todo le tiembla, sube y baja. Es un desparrame. Y hoy, entre que es Noche Vieja y que hemos colocado la foto de su marido en la pared de los Finados, no había quien la parara jajajajajaja Todos hemos recibidos tetazos de MM jajajajaja - "A su marido le habría gustado verla jajajajaja"

Así siguieron hasta que la abuela pareció recordar algo. - "¿Has visto a la Cotilla ésta noche?" - Cuando vino a pegar la gorra para la cena, después se marchó antes de las doce. - "¿Sin tomar las uvas? Que raro"

El tema quedó arrinconado porque no daba más de sí y seguimos contando y riendo con las cosas de los abuelitos hasta que oímos la voz de la vecina. Pero no su saludo habitual. - "¿Estás aquí, Cotilla?" - ¿No me véis? - "No... si quiéres jugar al escondite, ahora, conmigo no cuentes" - ¿Y mi ensaimada? - "¿Ves alguna por aquí?"

La Cotilla se enfadó mucho y me puso de vuelta y media. Al final me cansé de tanta tontería y le grité - ¡Hemos cambiado de año pero usted sigue igual de burra! ¡Largo de mi casa! Nos vamos a dormir!
 - ¡No me dejéis! He quedado atrapada entre dos años. - Se le ha subido el chinchón a la cabeza. - No, no. No me ha dado tiempo a beber... Al dar las doce campanadas me he atragantado en la sexta y he he quedado atrapada entre dos años: estaba saliendo del 2016 pero no he llegado a entrar en el 2017.

- ¿Lo dice en serio? ¡Es la mejor noticia que podía darme! Está fuera del tiempo ¡y de mi casa! ¡¡¡YUJUUUUUUUUUUUUU!!! - "¡Ostras, Cotilla! Se me ocurre una idea: montaré un gabinete de medium y tú harás de alma en pena" - ¡Hecho! (dijo la vecina) Vamos al cincuenta por ciento. - "¡Ni hablar! El local y los clientes los pondré yo Así que yo me quedo el ochenta por ciento y el resto para ti" - ¡No es justo!... - Cuando me fui a la cama, seguían discutiendo... ¡¡¡FELIZ AÑO 2017!!!

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