lunes, 30 de enero de 2017

La planta paraguera ¡crece!

La abuela me ha metido en un lío a causa de su desconfianza. Resultó ser verdad que las escrecencias, bultos, berrugas o lo que fuera que le salieron a su paraguas eran paraguitos. Ya tienen un palmo de altura y se ven perfectamente. Les falta coger "cuerpo", color y crecer unos palmos más antes de que los cortemos de la "planta madre" y venderlos.

Pero ella tiene miedo de que alguien se la robe y dijo que estaría más segura en mi casa. Naturalmente, protesté. No quiero esa clase de responsabilidades. Ella no se fía de Geoooorge ni de los cubanitos culito-respingones que se pasean por la Torre del Paseo Marítimo como Pedro por su casa. - ¿Y te fías de la Cotilla que no para de buscar negocios que le ayuden a llegar a fin de mes? - "Pues, sí, ya ves tú" - Y a pesar de mi oposición, el paraguas-madre se quedó aquí.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! Hoy me ha tocado recolección de velas, velones y velitas ¡Mirad que buena cosecha traigo! - Un día la pillarán los curas de las iglesias y la pondrán a caldo ¡La excomulgarán! Además estoy haciendo una obra de caridad llevando luz a quién no puede pagarla . - Mire, eso está bien. No me lo esperaba de usted... - Mujer de poca fe. - ¿Es una amiga suya, una clienta de sus trapicheos?... ¿La conozco? - Claro: soy yo. - ¡La madre que la parió! - ¿Qué pasa? La caridad bien entendida empieza por uno mismo ¿no? Pues yo no llego a fin de mes ni haciendo malabarismos... ¿A qué huele? - Usted sabrá. - Es a... humedad. - Habré perdido el olfato porque no noto nada.

Dos días después la abuela quiso echarle un vistazo a su planta paragüera ¡y no la encontramos! - ¿¡Qué has hecho con ella!?  - Nada... - "¡¡¡MENTIRA!!! De aquí no se va nadie hasta que no aparezca la maceta" - "¿No habrás cogido los brotes tiernos para hacer una ensalada? - ¿Cómo voy a hacer una ensalada de paraguas?

Buscamos por todas partes y no encontramos ni rastro. En aquel momento cayó sobre nosotras la nube negra de la sospecha. - "Llamaré a Bedulio para que intente resolver el caso". - Se desmayará. - "¡Confío en él!" - También confiabas en la Cotilla y mira, te has quedado sin... el arbolito... ¡¡¡LA COTILLA!!!". - "- La abuela, roja de ira, salió al balcón y exclamó a grito pelado - "¡¡¡Necesito un torturador. TRUMP, MÁNDAME UNOOOOOOOOO!!! - Te estás pasando siete pueblos, abuela. - "No me cabrees o te torturarán a ti también. Ahora es legal en América" - Llené mis pulmones de aire para darle la réplica. - ¡¡¡HIJO DE LA G....!!! - En ese momento se produjo un atasco en el tráfico y me fue imposible oírme a mi misma.

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