martes, 14 de febrero de 2017

San Valentín

Lo primero que he hecho al levantarme ésta mañana ha sido entrar en la salita y quitar las fotos de los Amigos de lo Ajeno del altar que les hizo la Cotilla para poner, en su lugar, la estampita de San Valentin y la música de Hoy es el día de los enamorados. Después he encendido todas las velas. Haber si con tanta iluminaria, el Santo se da por enterado y me manda un novio serio, trabajador, que me deje en paz en cuanto me haga un biznieto, con la cartera llena, guapo, simpático, detallista y más cosas que se me irán ocurriendo. Parece que pido mucho pero es que le he encendido mucha vela y pongo en peligro de incendio mi casa porque, quién algo quiere, algo le cuesta.

He desayunado con Pepe y Pascualita para ponerlos al corriente de mis ilusiones para el día de hoy. ¡Porque es que TIENE que ser hoy cuando encuentre el mirlo blanco que pido por novio! ... Es verdad que aún me queda la baza de San Antonio pero como no soy modistilla, ni de Madrid para ir a la Pradera, vestida de chulapa con mantón de Manila, pañuelo a la cabeza y clavel reventón, San Antonio no me hará ni caso. Ya lo hice una vez y aquí sigo, soltera y sola en la vida.

Ni Pepe ni la sirena se han mostrado muy interesados. Creo que piensan que pido demasiado pero el mundo es de los que arriesgan. Si pido mucho, por lo menos algo me llegará.

¡Y me ha llegado! ¡¡¡VIVA SAN VALENTIIIIIIIIN!!!

Estaba barriendo el balcón y disfrutando del buen día que ha hecho cuando un zumbido ha llamado mi atención. Ni corta ni perezosa he agarrado la escoba y le he arreado un escobazo a una avispa tigre antes de que me picara.

El bicho cayó sobre la rama del árbol más cercana al balcón. Estaba dando los últimos estertores. - ¡Ajo y agua, querida! (le grité, triunfante) - El zumbido, ahora intermitente, sonaba a cascado.

En aquel momento el rolls royce aparcó debajo de casa donde le dió la gana y ante la escandalera de pitos solo pude entenderme con la abuela por señas. Le indiqué que se diera prisa en subir. Salimos al balcón y le señalé la avispa tigre mientras Geooorge, con su flema británica, aguantaba los insultos de los otros conductores como si no fueran con él.

De repente la abuela dijo: - "Esto no es una avispa, boba de Coria... ¡Es un dron y te lo has cargado! La gracia te saldrá por un ojo de la cara como se entere el dueño que has sido tú" - Entonces sucedió algo imprevisto y maravilloso. Se abrió una puerta en el dron y salió un pequeño personaje ¡verde! - "¡Nena, dame la escoba y lo remato!" - ¡Nooooooo! Es un novio ¡Me lo manda San Valentin! - "¡¡¡¿ESO?!!!" - Es taaaaaaaan... original. Y tan chiquitín. Como Pascualita más o menos. - ¡Oh, abuela, ME ENCANTA! - "¿Y de "eso" saldrá un biznieto?" - ¡Claro que sí! Y no habrá otro igual ¿Vamos a celebrarlo? - "Sí, que buena falta me hacen unos chinchones."

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