domingo, 12 de marzo de 2017

¡A la calle con cajas destempladas!

Menos mal que no dije en Urgencias que aquellas tres viejecitas eran de mi familia porque las echaron con cajas destempladas. Organizaron una timba entre los pacientes menos afectados por enfermedades o lesiones y los euros de las apuestas corrían sobre las camas. Las pillaron cuando, horrorizada, una enfermera vio a la abuela dándole a beber pipí (eso creyó ella) de una cuña a una paciente.

La enfermera llegó despavorida y de un tirón se echó encima casi media botella de chinchón que camuflaban allí. ¡Se armó un follón de mil demonios cuando la Cotilla, echa una fiera, le recriminó a la enfermera que desperdiciase el licor de aquella manera!

Después de esto las obligaron a marcharse pero la pesada de la vecina no quería hacerlo hasta que le pagasen el chinchón vertido. Unos enfermeros, sin mediar palabra, las sentaron en tres sillas de ruedas, las llevaron hasta la puerta de la calle y les dieron un empujón. Poco faltó para que las atropellara el autobú, un taxi y dos ambulancias que llegaban. Pero, como bicho malo nunca muere, ahí siguen dando guerra.

Se presentaron en casa con el susto en el cuerpo todavía. - "Nena, llama a Bedulio. Dile que venga que quiero poner una denuncia al Hospital" - No querrá. - "No preguntes, ¡ordena!" - Tuve yo razón. el Municipal dijo que nones y que qué nos habíamos creído. - "Se va a enterar éste quién soy yo" (la abuela se levantó de un salto, me quitó el teléfono y gritó) "¡¡¡BEDULIO, VEN AQUÍ INMEDIATAMENTE O HARE QUE TE VISITE EL ANIMA DE MI PRIMER MARIDO!!!"

Esperamos toda la tarde y no se presentó. Más tarde llamé de nuevo. - Han tenido que ingresarlo ésta tarde. Alguien le amenazó gravemente por teléfono y a punto a estado de estirar la pata. Estamos investigando para encontrar a quién llamó ¡y se le va a caer el pelo! - Colgué de golpe. Cuando lo conté en casa la abuela, la Cotilla y la Momia (incluso ella, sí) salieron corriendo pasillo adelante, cogieron el ascensor y se perdieron entre la gente que paseaba bajo el sol del invierno. - ¡¡¡ABUELAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!! (grité desde el balcón antes de que desaparecieran) ¿Yo qué hago? - "¡¡¡TENER LA BOCA CERRADA. YA TE MANDARÉ BOCADILLOS A LA CARCEL!!!"

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