sábado, 15 de abril de 2017

La manola.

Estamos en plena Semana Santa y los coches chirrían estrepitosamente cuando pasan por las calles donde los cirios de las procesiones han dejado manchones de cera en el asfalto. Menudo concierto tengo debajo de casa y cuando se añade el de los pitos que protestan porque el rolls royce de la abuela, está mal aparcado y molesta más que una pestaña en un ojo, es horroroso.

La Cotilla sigue con la mosca detrás de la oreja a cuenta del carísimo anillo que perdió la panadera en la pasta de las empanada. En cuanto entra en casa se planta delante de mi y me mira fijamente como si quisiera traspasarme. A veces me enfado y entonces me dice que - ¡Quien se pica, ajos come! - Otras me da por reír y la Cotilla está segura que mi risa esconde "ALGO" Total, que haga lo que haga, las sospechas recaen sobre mi...

Tiene una parte de razón porque, yo no lo cogí pero sé dónde está el dichoso anillo. Pero no puedo decirlo sin descubrir que tengo una sirena en casa que, además es la culpable de tantos y tantos mordiscos que hemos sufridos todos... Tengo que desenredar este lío. Decidí hablar con la abuela pero me dijo que, hasta que no acabaran todos los actos litúrgicos de la Semana Santa no podría disponer de tiempo para perderlo conmigo. - ¿Desde cuando eres beata? - "No es beaterío, boba de Coria, es querer figurar delante de la gente de mi alcurnia" - ¿Te recuerdo de dónde viene tu alcurnia? - "¡Te guardarás, como de mearte en la cama, antes de decir eso!"

Un rato después el chirirrido de las ruedas del rolls royce se sumó a las de los demás coches. La abuela entró en casa taconeando fuerte y con prisas. Vestía de negro de pies a cabeza donde, en todo lo alto reinaba una enorme peineta que debieron pegarsela al cráneo con Super Glú porque lleva el pelo cortísimo. Un clavel reventón y una mantilla más larga que la minifalda que vestía, completaban su atuendo. - ¿No te has confundido, abuela? Los disfraces son en febrero. - " Así visten las manolas en la Semana de Pasión!" - Allá tú . Tenemos que resolver un grave problema. - "¿No me digas que me has hecho venir para decirme que no encuentras novio?" -  Antes de que te embales debo decirte que sé dónde está el puñetero anillo de la panadera. - "¡Lo tienes tú! ¡¡¡LO SABIA!!! Que manos más largas tienes Y luego criticas a la Cotilla..." - Lo tiene Pascualita en el acuario. - "Pues cógelo" - Lo guarda como oro en paño, la muy bruja. - "Te ahogas en un vaso de agua"

Dio media vuelta y muy chula, se acercó al acuario, metió el brazo hasta el fondo y se encontró con los dientes de la sirena. El grito fue desgarrador y la mano se le puso como un colchón en un abrir y cerrar de ojos. Le acerqué la botella de chinchón y casi se la bebió entera, a morro.

Después de dormir más de tres horas, mientras Geooorge hacía lo mismo dentro del rolls a pesar de los pitidos que le dedicaban los otros coches, la abuela miró el reloj y quedó compungida al ver su mano monstruosa. - "¡No puedo ir así a los actos de esta tarde-noche!" - No creo que sea una cosa tan grave... ¿no? - "¡Eligen a la manola más piadosa de ésta Semana Santa y yo tenía todas las papeletas!" - Manda a la Cotilla en tu lugar. No sé si es piadosa pero llorona sí que lo es. En cuanto empiece a contar a esa gente lo difícil que es llegar a fin de mes con su flaca pensión, se hincharán a llorar y le darán el premio aunque sea por agotamiento... ¡Y dile que lleve kleenex para venderles! Se forrará. - La abuela, rencorosa, me dijo - "Que cruz tengo contigo, boba de Coria"!

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