jueves, 6 de abril de 2017

¡Lo consiguió!

Presiento que cuando salgo de casa , me espían. Noto ojos posados en mi espalda. Me giro y no los veo y entonces pienso que la gente que anda por la calle, está disimulando. Menuda paranoia me ha entrado por culpa de la Cotilla que está empeñada en saber de donde saco el "agua milagrosa" Tengo que acabar con este entuerto o acabaré con camisa de fuerza en una celda acolchada del manicomio.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaa! ¿Qué tal te has levantado hoy, boba de Coria? - Estupendamente. - ¡Claro! porque tienes a mano el agua milagrosa. Pero eres tan egoísta que te niegas a que todo el mundo se beneficie de ella. - ¿Se refiere a que la reparta gratis por ahí? - Por ahí, no. Por aquí (y se señaló a sí misma) Yo le pondré un precio asequible y todos contentos: llegaré a fin de mes, la gente estará sanísima y tú, moralmente, satisfecha por haber hecho una buena obra a la Comunidad. - Tiene usted una cara que se la pisa. - ¡Avariciosa!

Se quedó a comer por la patilla, como siempre y me inundó la casa de olor a cirios cuando encendió un montón de velas para que el "calvario" que está sufriendo su gurú, Luis Bárcenas, no se alargue más en el tiempo y le declaren inocente de todos los cargos que se le imputan. - ¡Cotilla, me dejará sin casa con tanto fuego! - ¡Son para mi Maestro! - Sí, del trapicheo en grado sumo. Y no crea que le regalará algunos miles de euros por sus desvelos cuando todo acabe. - ¡Calla, jodía!

Después de la siesta volvió a insistir en lo del agua milagrosa. Y como dicen que quién la sigue, la consigue, la Cotilla lo consiguió... aunque fuera una mentira. - ¡Ya no aguanto más esta especie de Primer grado al que me está sometiendo! ¡Usted gana, Cotilla!... ¡Es agua de Carabaña y la compro en la farmacia! - ¿Por garrafas? - Sí. Es que vivo con mucha tensión por culpa de la abuela que no para de reclamarme el biznieto...

Sin dejarme terminar la frase, salió al trote hasta la puerta y desapareció escaleras abajo, sin esperar al ascensor.

Después de cenar nos sentamos Pascualita y yo a ver la televisión y entre la serie de desgracias del día, dijeron que la policía ha recibido numerosas denuncias de robos en farmacias. Los agentes están desconcertados porque no se han llevado ni dinero, ni drogas duras, sino, AGUA DE CARABAÑA. - Me eché a temblar y la sirena se enfadó porque veía la tele movida. Hice con ella una canasta triple al meterla de gancho y de cabeza, en el acuario - Solo espero que no me delate... (pensé, pero no las tenía todas conmigo)

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