miércoles, 9 de agosto de 2017

El conservadurismo inglés, ataca.

¡Por fin se acabará la murga de la abuela! Hoy sale el Hola que tiene que disipar sus dudas. ¡Menos mal porque, incluso Pascualita, no la aguanta. Cuando la ve entrar en casa se esconde dentro del barco hundido de su acuario porque a ella también le pregunta, insistentemente, si cree que saldrá en la revista.

Impaciente por saber qué había pasado y si tengo que comprarla o no (si no sale la abuela para qué la quiero) he llamado a la Torre del Paseo Marítimo y no me ha contestado nadie. Lo he intentado más tarde y ¡nada! He pensado que la abuela habrá querido salir a celebrar su naciente fama estatal. Entonces se abrió la puerta de la calle.

Los abuelitos y Geoooorge han entrado con caras muy largas. La abuela estaba de uñas y echaba chispas por los ojos - Oh, oh... Así que no han puesto  ninguna foto tuya... lo siento. - "¡Y yo qué se! ¡Este pedazo de carne británica con ojos, no quiere ir a comprar la revista! - ¿Perdón? ¿qué es eso de que no quiere? - El abuelito intervino para quitar hierro al asunto. - Tenéis que entenderlo. Es una persona muy recta... - Geooorge parecía compungido pero firme en su decisión. - Mi ser inglés (dijo el jodío), ingleses ser muy tradicionalistas, mi alwais respectar estou. Ahora también, madame. Mi comprar el Hola, todas las semanas, el día jueves. No día miércoles. Yo comprar mañana. No poder romper tradición. Mi ser conservador... - ¡La madre que lo parió! Dáme el dinero, abuela y bajaré al kiosco... - Nou, nou, nou, nou... El Hola se comprará tomorrow. - ¿Por qué lo digas tú, bebedor de te de las narices? - YES.

- ¿Para esto tienes un mayordomo? (pregunté exaltada) - Nena, comprende que si tenemos un mayordomo inglés debemos atenernos a las normas, no escritas, que rigen sus actos impecables... - Vale, abuelito, para ti la perra gorda. Y tú, abuela, aguanta unas horas más... ¡que agonía más larga, por favoooooorrrrrr!

Nos sentamos en la salita mientras Geooorge preparaba te helado y chinchón on the rocks, dispuestos a no nombrar más el tema de la revista para que la abuela no siguiera dándonos la lata. Cuando vino a servirnos, en la bandeja llevaba una carta. - Esto ser para you (me dijo) ser de Beduliou - ¡Otra multa del rencoroso del Municipal! esta vez era por haber tirado un chicle al suelo, a pesar de no haber sido mi intención. Quise hacer canasta en la papelera pero fallé y cayó al suelo. Alguien hizo una foto con el móvil (¡malditos trastos chivatos!) y ahora tengo que sumar más euros a los que tengo que pagar.

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