lunes, 18 de septiembre de 2017

Saldré en los periódicos.

Temo que mi abuela es una mala influencia para Pascualita. Se adoran mutuamente y la pardala de la sirena le hace caso en todo, en cambio a mi que me parta un rayo... Vale, lo reconozco, estoy un poco celosa... bueno, celosa... ¡muy celosa! así que, desde ahora queda prohibido todo contacto entre ellas dos.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaa! ¿Eras tu la que hablaba sola? - Claro, Cotilla. si estoy sola con quién voy a hablar? - ¿Con el anticristo? - ¡No diga mamarrachadas! - No voy muy desencaminada porque decías algo sobre tu abuela. - ¡Mire que es cotilla, Cotilla! Pensaba en voz alta, eso es todo.

En cuanto la vecina se fue, después de dejarme sin el chorizo que guardaba para echarle al potaje de bote para el mediodía, llamó la abuela. - "¿Qué pasa conmigo?" - Tu sabrás. - "¿Me estás echando mal de ojo?" - ¿A cuenta de qué? - "Dímelo tú" - Abuela,¿estás dispuesta a que nos pasemos la mañana teniendo una conversación de besugos? - "Yo no tengo prisa, el mayordomo hace la comida jejejejejeje" - ¡Ya sé que eres rica! No hace falta que me lo restriegues por la cara. - "Será por el OIDO, que es donde tienes el teléfono, boba de Coria"

Así nos pasamos más de media hora. Me dio tiempo de prepararme un chinchón on the rocks, bebermelo tranquilamente. Dejar que la sirena tomara un poquito, lo suficiente para ponerse a dar saltos mortales del borde del acuario a la mesa del comedor. Cuando repitió, porque se pone muy insistente la muy borde, ya no atinó y se estrelló contra el espejo del aparador. Eso sí, el salto fue de campeonato. - "¿Qué ha sido éste golpe que he oído?" - ¿Qué golpe, abuela? No he escuchado nadaaaaa... - "¿No será Pascualita?" - Noooooo... Además, no está. Se la he dejado al señor Li para que le enseñe a hablar chino. - "¡¿Queeeeeeeeeeeeeeeee?! ¡Se la comerá, insensata!" - La aventura es la aventura, abuelitaaaaaa. - "¡No te creo!" - ¿Y a la Cotilla, sí? - "¡No me ha dicho nada!" - Te dejo. Voy a seguir hablando con el anticristo jijijijiji... ¡hip!.... - Y colgué. Un microsegundo antes de sentir el piiiip del teléfono, me pareció escuchar un empiece de grito del abuelito y Geooorge, mezclado con el poom de una caída... Aunque quizás solo fueron imaginaciones mías.

Llamaron a la puerta. Bedulio venía con un compañero. - Estira los brazos (me dijo). - ¡Plas! me puso las esposas - Quedas detenida por atentar contra la vida de tu abuela... Si cuando yo decía que no eras trigo limpio... - Aquello me enfado de tal modo que grité con todas mis fuerzas - ¡¡¡ABUELITOOOOOOOOOOO!!! - Y el Municipal corrió escaleras abajo como si, realmente, le persiguiera el ánima de mi primer abuelito.

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