martes, 7 de noviembre de 2017

Bárcenas y las pesetas.

Bien de mañana ha sonado el timbre de la puerta. Me he levantado como una sonámbula, dándome porrazos contra los muebles y paredes. Incluso he estado a punto de tirar el acuario de Pascualita al suelo. Menos mal que solo se ha tambaleado pero, de todas maneras, me he llevado un chorrito de agua envenenada en la espalda ¡menos mal!

Al abrir me encontré con la Cotilla, cargada como una mula con velas, velones y velitas de todo calibre. En mi cerebro sonó la alarma. - ¿Dónde va con todo ésto? - Ayúdame que pesa. - ¡Ni hablar! Primero conteste a mi pregunta. - ¡A tú casa, boba de Coria! Si fuese a otra casa no estaría aquí. -
 ¿A qué?

- ¡La madre que te parió. ¿No ves que se me va a caer? - ¡¿A qué?! - A montarle un altar a mi gurú Bárcenas. (y se le cayó el cargamento al suelo) - ¡¿Has visto lo que has hecho?! ¡Ya lo estás recogiendo! - ¿Mi menda? Nooooooooooo...

Era tal la rabia que la dominaba que me tiró cuanta vela pudo, a la cabeza, acompañadas de patadas y algún que otro mordisco - ¡¡¡Valeeeeeee!!! ¡Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyy! - En un santiamén todos los vecinos de la finca salieron a sus rellanos. - ¿Qué pasa allí abajo? ¡En esta casa no se puede dormir! - ¡¿Qué haces pegándole a la vieja?! - ¡Para vieja, tu madre! (le dijo una mujer a su marido) - ¿Por qué metes a mi madre en este fregao? - Porque te dormiste dejándome con la palabra en la boca y quiero rematar la discusión. - Es que eres muy cansina, María del Pilar. - ¡Que sepas que ésta noche dormirás en la alfombra! - No tenemos alfombra, idiota. - ¡Ni para comprar una sirves, cabestro!

En un momento dado la gente tomó partido y acabaron como en el oeste, peleando todos contra todos. Aprovechando el jaleo, entramos en casa discretamente, con los brazos llenos de velas que descargamos en la salita. - ¡Ni se le ocurra montar un altar! - Debo hacerlo porque funciona. - ¡¿Que va a funcionar?! Es pura sugestión. - ¡Que no, que no! Soltarán a Luis Bárcenas. No les queda otra a los jueces y fiscales porque su abogado está demostrando que no se llevó una peseta del Partido Popular ¡Ni una peseta!

¿Y todo lo que tiene en Paraísos Fiscales? - Lo ha ahorrado honradamente, peseta a peseta. - ¿De dónde lo ha sacado? - Sisando de aquí y de allí, como hacemos las amas de casa. - ¡Eso no puede ser! Yo lo hago y nunca tengo un duro. - Porque no sabes, alma de cántaro. Solo tienes que aplicar el sentido común. - ¿? - Bárcenas no se llevó peseta alguna... se llevó ¡euros! ¿Te das cuenta? ¡No miente! Trae el chinchón, nena y brindemos que tanto ingenio se lo merece.


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