sábado, 18 de noviembre de 2017

Biznieto in vitro.

Andresito me ha llamado pidiéndo asilo político en mi casa. - ¡NO puedes negarte, nena, porque toda la culpa es tuya!.

Me quedé de piedra. así que, apenas puso un pie en el piso, le pregunté - ¿Qué se supone que he hecho yo para merecer esto? - No tener un biznieto. Tu abuela dice que morirá sin haber hecho realidad ésta ilusión. - La vida viene como viene, abuelito. Y yo sigo esperando al hombre de mis sueños. - Dime quién es y te lo traigo. - ¡Yo que sé! - ¿No dices que lo ves en sueños? - Es una manera de hablar, hombre. - ¿Y no te daría igual cualquiera... Geoooorge, por ejemplo? - ¿El inglés? ¡Ni hablar y menos ahora que dejarán de ser europeos! - ¿Y que tiene que ver la velocidad con el tocino? - Que es muy estirado. - Es que es mayordomo.

Estuvimos discutiendo estos pormenores en el rellano de la escalera. No quise darle opción a entrar en casa por si se convertía en okupa. De repente, una conversación íntima entre abuelo y nieta, pasó a ser pública cuando los vecinos, que se habían asomado para enterarse de lo que pasaba, comenzaron a opinar. - A mi tampoco me gusta el inglés ese. Ni saluda cuando nos encontramos en el ascensor. - Dónde esté el ganao nacional que se quite todo lo demás. - Pues yo encuentro que el tipo tiene un punto sexi. - Se dice punto G (dijo una "enterada") - Eso es otra cosa, mujer y se hace con ganchillo. - ¿Estás segura de lo que hablas? - ¡Y tanto! Yo me hice una colcha...

Entonces va Andresito y me dice: - Si no me acoges, moriré. - No será para tanto. - ¡Y para más! Me persigue todo el día con la pastillita azul... ya sabes... la... ¿cómo se llama...? - ¡La viagra! Y aligere la historia que a las doce tengo que ir a recoger a los críos y no me enteraré del final.

- El final es que está tan obsesionada que quiere tener el biznieto in vitro. - ¿La abuela? Pero si está muy mayor... - ¡Es más vieja que la tos! (dijo la del tercero derecha) - ¡Oiga, si queda embarazada les regalarán la isla de Cabrera! jajajajajajaYo lo probaría. - ¿Una isla? ¿Dónde hay que firmar? - ¡Animo, hombre y deje el pabellón español en todo lo alto! - ¡Si yo tuviese unos años menos le podría dar un buen repaso a su señora! - ¡¡¡Oiga!!! - Tranquilo. El fantasma de mi marido no ha puesto una pica en Flandes desde las Olimpiadas de Barcelona ¡Anda, tira para casa a pelar las patatas!

Aquello parecía el Senado. Todo el mundo hablaba, daba su opinión pero nadie escuchaba a nadie. Al entrar en casa volvió a pedirme asilo - Vaaaaaaaaale, pero la estancia aquí es con fecha de caducidad. - ¿Me prometes que buscarás padre para el biznieto? - Se hará lo que se pueda, abuelito. - Vamos a sellar este pacto brindando con chinchón...

- ¡Avemaríapurísimaaaaaaaa! ¡¡¡Pónme otro a mi!!! - Caray, Cotilla, usted sí que se aplica aquello de más vale llegar a tiempo que rondar un año.

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