miércoles, 13 de diciembre de 2017

El butano.

Cuando más necesitas una cosa se te acaba. Como el butano. ¡No puedo estar sin encender la estufa. Hasta Pascualita tiene frío y eso que le pongo al agua de mar calentita pero al poco rato la sirena se pone a temblar. Es gracioso verla ponerse lívida, más lívida que de costumbre. Incluso se oye el entrechocar de los dientes de tiburón que, como son tantos, montan un concierto de castañuelas que estoy por grabar y mandar para Eurovisión del año que viene.

Se lo comenté a la abuela y le pareció bien. - "Mandalo y ganaremos" - Bueno... eso no se sabe. - "Yo sí que lo sé. Le digo a Andresito que mueva los hilos políticos de los de su cuerda ¡y ya está!" - ¡Eso es hacer trampa! - "Eso es barrer para casa... Ay, boba de Coria, no es raro que aún sigas sin darme un biznieto"

Le hice a la abuela la reflexión de que eso es imposible e inviable puesto que Pascualita es el único especímen de sirena del mundo y nos la quitarían. - "Me da rabia decirlo pero... tienes razón ¡¿Y cómo voy yo a vender a mi pequeñina bonita?!" (gritó asomada al borde del acuario) - En cuanto se te crucen los cables (dije, muy digna al tiempo que le daba la espalda y ... ¡¡¡ZAAAAAAAAS!!! Me arreó un pescozón de campeonato.) - "A tu abuela nunca le enmiendes la plana." Y se marchó toda ofendida.

He llamado a su casa y se ha puesto Geoooorge al teléfono. - ¡Hola, inglés! tráeme una bombona de butano, porfi. - Aquí no ser butaneriau. Ser casa de madame. - Déjate de historias que tengo la estufa apagada y hace un frío que pela. - Madame decir no con finger. - ¡La madre que te parió! Dile a mi abuela que se ponga. - Madame mover, otra vez, dedo. - ¡¿Es que quiere que su única nieta se hiele?! ¡Saldríamos en los periódicos! ¡Menudo escándalo para ella! - Madame hablar con you.

- "Prepara quince euros por la bombona y la propina para Geoooorge" - ¿Pero... no me lo regalas? - "¿Por qué crees que los ricos son ricos, alma de cántaro?" - Vale... pero la propina... - "Dejará la bombona en la acera" - ¡Está bien! le daré un euro. - "Qué rácana eres!" - ¿Yooooooo?

Unos minutos más tarde llegó el rolls royce aunque, el clásico concierto de pitos por su mal aparcamiento, había empezado antes. El camión del butano había aparcado en medio de la calle montando un enorme tapón. Las vecinas se arremolinaban en derredor, gritando, silbando y aplaudiendo.

Saqué medio cuerpo fuera del balcón y de repente vi el por qué de tanto jaleo. ¡El butanero era nuevo y estaba más bueno que el pan de molde! Me maldije a mi misma por llamar a la abuela, a la abuela por mandar al inglés y a éste por subirme la bombona. ¡¡¡QUIERO QUE ME LA SUBA EL NUEVOOO, MALDITA SEA!!! 

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