lunes, 4 de diciembre de 2017

Geoooorge está avergonzado.

He llamado a la abuela y Geoooorge me ha dicho que estaba durmiendo. - Pues llamala, inglés, que tengo que hablar con ella. - Mi no llamar a madame. - Que la llames te digo. - Mi decir nou. - ¿Cómo que no? ¿A que hago que te despida? - Mi ser igual. Yo querer Brexit ¡ya! - Vaya cambio. Tu no querías... - Mi no poder trabajar here... yo enfermitou. - ¿Qué te pasa? - Tener verguenza yo. ¿Tu ver rolls royce? - Ahora te comprendo, está ridículo... pero yo tengo que hablar con ella. - Entonces Geooorge me levantó la voz - ¡¡¡Yo no llamar por no querer llevar rolls por calle!!! ¡Gente reír siempre! ¡Yo mal! ¡Coche ser inglés! - Ahora es alemán, atontao ¡Y a mi no me grites! - ¡Siempre ser inglés!

Con tanto grito, la abuela se plantó junto al teléfono. - "¿A qué viene este jaleo? - Nieta boba de Coria querer que yo llamar a usted. Y mi no querer ¡¡¡No querer!!! - "Vaya perra que has cogido! Te he dicho que los adornos solo son para Navidad, luego volverá a ser el mismo rolls royce de siempre. ¡Y que sea la última vez que me despertáis ¡¿Te enteras, nena?!"

Una hora después, bajo mi balcón se montó un guirigay algo distinto al de costumbre. Primero sonaron campanitas que iban acercándose y el parpadeo de las lucecitas rojas, verdes y amarillas. Inmediatamente se oyeron los pitos de los coches y del autobús. Cuando la abuela entró en casa, con Geooorge llevando una bandeja de ensaimadas, le sugerí: - Al coche solo le falta que Raphael cante El tamborilero para ser total. - (y lancé una mirada "inocente" al inglés que me la devolvió llena de odio)

- "Dejo aquí esta bandeja y la recogeré esta tarde cuando vayamos a El Funeral. ¡Ni se te ocurra tocar ninguna!" - Pues no la dejes aquí. - "En la Torre del Paseo Marítimo no puedo porque Andresito y su madre se las comerían todas. No quiero hacerles pasar mal rato a los pobres" - Aquí lo pasaremos la Cotilla y yo... - "¡Os aguantáis!" - ¿Y si las toca Pasc...? (estaba Geooorge delante) - "Bueno... si solo quiere una, déjala que la coma" - ¡¡¡¿Y yo qué?!!! ¡SOY TU NIETA! - "Menuda cruz me ha tocado. ¡No me lo recuerdes!"

Al atardecer, cuando los abuelitos vinieron a por las ensaimadas, les precedió la voz de Raphael cantando El Tamborilero para desespero del vecindario que no podían escuchar la tele.

No hay comentarios:

Publicar un comentario