miércoles, 21 de marzo de 2018

El alarido.

La Cotilla ha llegado a casa de madrugada, ha entrado en mi cuarto, ha levantado las veintisiete mantas que me cubrían y ha puesto su mano, huesuda y helada,sobre mi barriga. El resultado ha sido un alarido espeluznante resonando, a través de las paredes, en todo el barrio. Las luces de las ventanas vecinas se encendieron todas a la vez - ¡¿Qué... ha sido... ESO,... Paco?! - ¡¡¡El Hombre lobo!!! - ¡¿El de París?!

Las exclamaciones de miedo se sucedían. - Ya no se oye... Vamos a dormir. - ¡¿Estás loco?! Si nos dormimos nos devorará, Ataúlfo. - ¿Quién es ese Ataúlfo? - ¡Eso digo yo ¿quién es?! - ¡No te hagas la loca que lo has dicho muy clarito!

Las sirenas de la policía, bomberos y ambulancias pusieron música de fondo a los comentarios. - ¡Con tanto ruído no nos enteraremos de quién es Ataúlfo, jopé!

La puerta de casa fue aporreada por los vecinos que se arremolinaban en el rellano. - ¡¡¡ESTO NO PUEDE SEGUIR ASÍIIIIII!!! - ¡¡¡QUEREMOS DORMIIIIIIIIIR!!!

Yo también quería dormir pero el jaleo que montaban no me dejaba. Por eso me asomé al balcón y vi a Bedulio entre los municipales que se congregaron bajo mi casa, interrogando a los pocos noctámbulos que encontraron en la calle. Acerté a oír: - El grito ha sido desgarrador ¡Mire, mire, todavía tengo los pelos de punta! - ¡A ver si espabilan y lo atrapan esta misma noche! (se quejó el pobre que duerme entre cartones en mi portal. - ¿A quién? (preguntó Bedulio) - Al Hombre Lobo de París. - Será de Palma (y sonreía con autosuficiencia el Municipal) ¿O el grito era en francés? - Ahora que lo dice... ¡Claro que sí!

La cosa se iba alargando hasta que Bedulio, distraído, levantó la vista hasta mi balcón. Entonces le hice señas de que subiera. Le vi reticente pero, finalmente, claudicó. - Al entrar preguntó que qué había pasado - Porque esto debe ser cosa tuya... - Te equivocas. La culpa la tiene la Cotilla que  me ha tocado la barriga con... - ¡¡¡No me digas más!!! - Te estoy contando lo que pasó para que te hagas una idea. - Pero no entres en detalles, puñetas...

Acabamos bebiendo chinchón para combatir el frío. - Con estas temperaturas tan bajas, no tendríamos que trabajar... - ¡Apoyo la... ¡hip!... moción, Bedulio! - ¡Organizad... ¡hip! ... una manifestación... ¡hip!... que éste mes lo tendré dificil para llegar a fin de mes! -

Poco después fuimos cayendo en un sopor muy agradable... zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz... ¡hip...


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