viernes, 23 de marzo de 2018

Mi gozo en un pozo.

La Cotilla ha entrado en casa como un elefante en una cacharrería , a las horas brujas de la madrugada. - ¡Mi héroe ha salvado a su Jefe! ¡Nenaaaaaaaa! ¿me escuchas? ¿No estarás durmiendo? - Hasta hace un momento sí. Y los vecinos también. - ¡Mi gurú se ha portado como lo que es, un señor! - ¿Si le dejo que me cuente lo que ha hecho, se largará con viento fresco?

Creo que no obtuve respuesta pero me soltó el rollo de todas maneras. Me senté en la cama dando cabezadas. - ¿Me escuchas, boba de Coria? - Que síiiiiiii.... - ... y ha borrado a M. Rajoy de sus papeles... - ¿Eh?... zzzzzzzz ... - ... el pobre ha evitado así que a esa persona la confundan con su Jefe. - ¿Qué pobre? ... ¿Luis Bárcenas?... zzzzzzz - ¡¡¡NENAAAAAA!!! - Estoooo... ¿Es el pobre?... Quiero decir: ¿ahora es pobre?... - ¡Que cruz tengo contigo!

Antes de volver a dormirme, o sea, medio segundo después que la Cotilla se callase, me pareció escuchar porrazos en la puerta de la calle. A mediodía una vecina me ha confirmado éste detalle. - ¡Mira que hemos tocado y no te has dignado a abrir! ¡¡¡Nos tienes hartos!!! Pocas son las noches en las que no hay jaleo en tu puñetera casa ¡¿Cuándo te vas con tu abuela!?

Esta pregunta ha bailado todo el día en mi cabeza ¿A qué ha venido ésto? ¿Acaso la abuela les ha dicho a los vecinos que quiere tenerme en su casa? ¡Ostras! ¡Es fantástico! Seré servida por un mayordomo inglés, como una lady de esas que salen en las películas.

Como si hubiera hecho un conjuro, la abuela se presentó en casa y antes de que pudiera preguntarle algo, soltó: - "Menudo cabreo tiene tu abuelito desde el telediario. No ha querido las natillas que había de postre ¡Y mira que le gustan! Encima se ha enfadado conmigo porque no sabe pillar una broma" - ¿Qué has hecho? - "Preguntarle si todos sus títulos académicos pasan la ITV"

- ¿Por eso se ha enfadado? Que poca correa tiene. - "Eso le he dicho yo ¿Y sabes qué me ha contestado, de muy mala manera? ¡Que tengo muy mala leche!" - Tal vez le dolía el estómago y no estaba para bromas... No te preocupes porque, cuando venga a vivir con vosotros... - "¡Me alegra ver que estás de buen humor!" - ¡Como no voy a estarlo! ¿tendré una habitación que de a la Bahía de Palma? ¡Porfi, porfi, porfi, abuelita! - "¿Dónde tienes el chinchón?" - Le di la botella pensando que quería brindar por la buena nueva y lo que hizo me descolocó. Echó un buen chorreón en el agua del acuario, que Pascualita le agradeció haciendo la señal de OK con sus deditos palmeados, luego se tomó tres o cuatro copas seguidas y el resto ¡lo tiró por el fregadero! - "Cuando la bebida afecta hay que dejarla. ¡Y a ti te afecta mucho!" - Y se marchó dando un portazo.


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