miércoles, 7 de marzo de 2018

Vistas hospitalarias.

Iba a prepararme una buena merienda de pan tostado con sobrasada calentita cuando se abrió la puerta de la calle y entraron la abuela y la Cotilla.

Pascualita, que estaba sentada en el frutero esperando el momento de echarle el diente al bocadillo, se temió lo peor y enrollandóse sobre sí misma se quedó esperando su viaje por aire. Como así fue. ¡ Jopé, por poco nos pillan éstas dos. Hale, vamos. Y salió despedida. Afortunadamente no se dio contra nada y entró, límpiamente, en el acuario... allí sí que se estrelló contra el barco hundido y "algo" se removió allí dentro.

Las dos amigas venían partiéndose de risa. - ¡Has tenido una idea fantástica! - "Me lo habían dicho pero no lo creí". Qué panorama, Que vistas jajajajajaajajajajaja - De dónde venís. - Del hospital. - ¡Pobre Momia! - "¿Qué le pasa?" - ¿Se está muriendo? - "Que yo sepa, no" - Entonces ¿para que fuísteis? - Para pasar el rato. ¡Nos hemos reído a placer!

"Mientras tomábamos el café con leche me contaron lo que había pasado. Geooorge aparcó el coche a una prudente distancia de la puerta del hospital y desde allí contemplaron el incesante ir y venir de pacientes hospitalizados, con camisón modelo: culo al aire y cajetilla de tabaco. Una vez en el exterior fumaban como carreteros. Algunos enfermos llevaban el goteo a rastras.

Unos hacían tertulia, otros se limitaban a saludarse. De pronto una fuerte ráfaga de aire acabó con la beatífica escena y varios culos quedaron expuestas como obras maestras. Las manos no daban abasto para parar tanta falda. ¡Lo que nos hemos reído! ¡O se tapaban delante o se tapaban detrás¡  ¡¡¡Al final hemos aplaudido a rabiar!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario