viernes, 11 de mayo de 2018

Geoooorge está alicaído.

- "Nena, despierta que tengo que decirte algo muy importante" - ¿Humm...? - "¿Duermes?" - Contigo... no puedo... - "Escucha: El pobre Geoooorge está decaído." - ¿En serio me despiertas para ésto? Buenas noches zzzzzzzzzzzzzzzzz - "¡Ni se te ocurra cerrar los ojos! Se trata de mi mayordomo, boba de Coria. ¡Necesita ayuda!" - Pues que se la de Rita la Cantaora. - "¡¡¡EGOISTA!!!"

Cuando la abuela colgó el teléfono pensé que daba por zanjada la discusión pero no fue así. Y aunque yo me dormí de nuevo ella no lo hizo, sino que levantó a su marido y al mayordomo, subieron al rolls royce y se plantaron en mi casa.

Fui zarandeada hasta que mi espíritu, que vagaba libre y feliz por las regiones profundas del Sueño, ascendió hasta la cruda realidad. Les miré, asustada, encontrándome con tres pares de ojos: dos de ellos legañosos y los de la abuela, echando chispas.

- "¡¿No te da vergüenza dejar a éste pobre hombre alicaído, con la moral por los suelos ¡pisándosela! mientras duermes a pierna suelta?!" - ¿Y qué quieres que haga? son horas de dormir... - "¡¡¡Calla, no me cabrees más!!! ¿No sabes que está a un tris de dejar de ser europeo?" - ¡Pues ajo y agua! No haber votado SI al brexit. - "Un fallo lo tiene cualquiera. Entre todos tenemos que ayudarle a levantar cabeza." - ¿Y qué quieres que haga, meterlo en mi cama? - "No estaría mal y así mataríamos dos pájaros de un tiro: él se animaría y yo, por fin, tendría el bisnieto..." - Oh, no hacer faltau tanto sacrificio, madame... - "¡No es ningún sacrificio, Geooorge!" - ¿Alguien piensa pedir mi opinión al respecto? (protesté) - "¡NO!"

Entonces el inglés, sin encomendarse ni a Dios ni al Diablo, soltó - Yo decir sacrificiou mío, madame. - Quedé sin aliento. El abuelito estuvo a punto de abrir la boca pero se lo pensó mejor ante la mirada asesina de la abuela. Fue ella quién la abrió para decir: - "Quién algo quiere, algo le cuesta, inglés"

¡Por poco me caigo de culo al suelo! Salí corriendo mientras gritaba: - ¡¡¡NECESITO LITROS DE CHINCHÓN!!! - No fueron litros pero si media botella lo que bebí antes de volver a mi cuarto con Pascualita, rabiosa, en el bolsillo de mi bata.

Entré en tromba diciendo: ¡¡¡TOMA, INGLES DE LAS NARICES!!! y le tiré la sirena a la cara. El animalito estaba frenética. La había agarrado cuando estaba en lo mejor del sueño y un despertar brusco es una de las cosas que más odia la sirena.

El grito fue desgarrador, como también lo fue cuando la arranqué de la nariz británica. Los saltos, lloros, moqueos, carreras, gritos y lamentos, taladraron el silencio nocturnos. Poco después Bedulio se presentó en casa, reclamado por los vecinos que no podían dormir por el ruído. - ¿Se puede saber que... ? - ¡¡¡El ánima de mi primer abuelito ha atacado a Geooooorge y... !!! - Para entonces, el Municipal ya había llegado a la calle y corría como una liebre calle arriba.

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