martes, 1 de mayo de 2018

La fiesta del Trabajo.

Como hoy se festeja el Día del Trabajo no pienso dar un palo al agua. No voy ni a vestirme. ¡Nada! Solo he claudicado para prepararme le desayuno porque cuando me levanto tengo un hambre de lobo a dieta.

Tirada en el sofá de la salita he visto llover, salir el sol, volver a llover. Mirando el facebook he visto uno de esos programitas ¿Qué tipo de belleza posees? sin dudarlo he mandado una foto de Pascualita para ver si la mejoraban... Después de unos segundos de expectación, me ha devuelto la foto tal cual estaba al principio. Ni unas malas gafas glamurosas le han puesto ¡claro, con semejantes ojos saltones no habría de su talla!... He dormitado hasta que un trueno me ha tirado del sofá ¡que susto!... Me he mirado al espejo y he dado un respingo. ¡¿Esa soy yo?!... tendría que lavarme la cara y peinarme...

Pero no me ha dado tiempo porque la abuela ha entrado como un elefante en una cacharrería, acompañada de un buen mozo y por su inseparable mayordomo inglés. - "¡Nenaaaaaaaa! sal, que voy a presentarte a un compañero del Sindicato."

Aterrorizada, me he escondido debajo de la mesa camilla. ¡No pueden verme así! y menos el maromo que trae consigo!... ¿Ha dicho que es un "compañero sindicalista"? ¡Pero si es rica!...

Oí que entraban en la cocina - "¡Nenaaaaaaaaaaaaaa! que raro que no esté... bueno, vamos a tomarnos un chinchón para sacudirnos el frío. Geoooorge, vamos al comedor" - ¡Oh, no! ¿Cómo salgo de aquí ahora?

Después de varias copas, la abuela sonsacó al sindicalista: - "¿Tienes novia? ¿tienes hijos? ¿te gustaría tener uno? Mi nieta está dispuesta a tenerlo. ¿In vitro? Pues, no sé. A ver si viene y le preguntamos" - ¡Ni loca voy a salir de la mesa camilla!

Varios ¡CHOF! cambiaron el curso de la conversación. El sindicalista, curioso, preguntó. La abuela contestó lo que le dio la gana: - "Son las tuberías" - ¡Me ha salpicado agua! - "Está lloviendo a cántaros" - La ventana está cerrada. - "Serán las goteras" - ¡Hay un montón de pisos encima de éste! - "Tu no sabes cómo son éstos vecinos" - ¿Por qué no me suelta? - "Vale. ¡Y nos vamos!" - ¡El agua será del acuario! - "Lo mandaré arreglar" - Habrá saltado un pez... ¿dónde está? - "¿Te pregunto yo lo que pasa en tu casa? ¡No! ¿Y sabes por qué? Porque ¡NO ME IMPORTA!" - Perdón. Tampoco hay que ponerse así, mujer. - "¿Otro chinchón?" (la voz de la abuela se había suavizado)

No tardaron en irse...  Espero que la abuela no vea a Pascualita en el facebook o soy nieta muerta.


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