martes, 31 de julio de 2018

La primera Ola de éste verano.

La Cotilla ha venido cargada de flotadores de todos los colores y modelos. Por supuesto los llevaba deshinchados o no hubiese podido entrar en casa. - ¿Le han tocado en una Feria - Que poco sentido comercial tienes, boba de Coria... ay, perdón, que no eres de Coria. Vengo de la tienda de los chinos del señor Li. - Pues se habrá dejado un pastón si ha comprado todo ésto. - Estaban en un rincón , metidos en una caja, abandonados y me los he traído para que no se estropeen.

- ¡El señor Li, cuando se entere de que le ha robado, le mandará la mafia china, Cotilla! No quisiera estar en su pellejo. - ¿Se lo vas a decir tú? - Por la mirada que me echó supe que lo mejor no abrir la boca. - ¿Y para qué quiere tanto flotador? - Para la ola de mañana. - Perdone pero las olas estaban hoy en la playa. - La de mañana será más gorda. - ¡No me diga eso que me fastidia nadar con oleaje! - Pues cómprame uno. Son 5 euros.

Por supuesto no se lo compré ¡pagar cinco euros para una cosa que le ha salido gratis. Ni hablar! - Si te ahogas no me eches la culpa... La ola que viene es grande. - ¿Muy grande? - ¡Grandísima! ¿es que no oyes las noticias de la tele? Mañana llega la primera gran ola de éste verano. - ¿Cubrirá la isla? - ¡Por supuesto! - Pues... ¡deme un flotador, Cotilla! - Son diez euros. - ¿No eran cinco? - Han subido debido a la peligrosidad de la ola. - ¡Se me encoje el ombligo de miedo!

- "¿Alguien quiere ensaimadas recién hechas ?" - La abuela entró seguida de Geoooorge portando la bandeja de las riquísimas ensaimadas. El inglés parecía la fuente de la Rambla echando agua, en su caso, chorros de sudor. - Mi no poder más... -  ¿Quiéres un abanico? son cinco euros.(la Cotilla sacó el abanico de su bolsa que parece la de Mary Poppins porque de ella salen las cosas más inverosímiles) - ¡Yo no pagar! Ser de coca cola. - ¡Nena, trae la fregona que éste tío se está fundiendo!

Fui a por el chinchón para acompañar a las ensaimadas y de paso, tiré unos cubitos de hielo en el acuario, cosa que Pascualita agradece haciendo la señal de OK. La Cotilla se extrañó. - A tu nieta le afecta el calor. En lugar de poner los cubitos en los vasos, los tira al agua. No es más tonta porque no se entrena. - "¿Y esos flotadores? ¿No serán los que ha desaparecido de la tienda del señor Li?" - Pues... no ¿Cómo lo sabes? - "Me lo ha dicho Bedulio. Li ha puesto una denuncia... ¿Para qué quieres tantos?" - Para no ahogarnos con la ola que llegará mañana.

A la abuela le entró la risa y se atragantó con la bebida. - "Es una ola de calor, Cotilla jajajajajajaja ¡DE CALOR!" - ¡Oiga, devuélvame el dinero! (grité al sentirme estafada) - ¡Santa Rita, Rita, Rita, lo que se da no se quita!

lunes, 30 de julio de 2018

Imposible dormir la siesta.

Además de ser lunes y notarse, nos han roto la rutina y no ha habido manera de dormir la siesta ¡que es sagrada para los habitantes de la Península Ibérica y sus islas! ¿Es que nadie piensa en eso? Ahora no me tengo de pie, por esto estoy más cabreada que un mono.

También está así Pascualita. Hace un momento, al verme, ha subido como una exhalación desde el fondo del acuario hasta el borde del mismo, solo para enseñarme los dientes de tiburón ¿A qué ha venido esto? ¿Le afectará la calor? Por si acaso, le he tirado unos cuantos cubitos de hielo desde la puerta de la cocina. Reconozco que no han caído todos dentro del acuario. Algunos se han estrellado contra la cabeza de la sirena y ahora está echa una fiera, escupiéndome agua envenenada sin parar. Lo malo es que, como no atina, me da la risa y ella se enfada más. A ver si viene pronto la Cotilla y el bicho se desfoga con ella.

Pepe no aguanta quieto en su estante de la cocina. Se ha caído varias veces la suelo. Menos mal que es una cabeza que ni siente ni padece. Si estuviera viva estaría llena de chichones. Ha sido pensar ésto y darme un ataque de risa ¡He imaginado el llavero lleno de bollos y mataduras! jajajajajajajaja... Mataduras ya tiene, las que le ha hecho Pascualita a mordiscos alguna vez. Menos mal que la abuela es una artista con la aguja y le zurció los rotos pero da grima ver esa cabeza. ¡Como para llevarla a una exposición! jajajajajajajajaja

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! ¿a qué vienen tantas risas, boba de Coria? - ¿Por qué me llama así si no soy de Coria? (le dije, picada) - Vaaaaaale, retiro lo de Coria. - Estoy un poco descentrada porque no he podido dormir la siesta. - Así estoy yo también. Sin ciclistas no es lo mismo.

Con mis comidas de coco y las risas, no me di cuenta de que me arrimaba al aparador hasta que ¡algo saltó sobre mi y clavó los dientes en uno de mis pechos. - ¡¡¡Pascualita!!!  ¡La madre que te parió! - Menos mal que la Cotilla estaba en el baño y no vio a la sirena pero escuchó mis gritos. -¡¿Qué te pasa?! - ¡¡¡Nadaaaaaaaaa!!! (dije, llorando a mares)

Haciendo acopio de valor, tiré de la sirena y la arranqué ¡¡¡Que dolor, que doloooooooooor!!! - Al oír abrirse la puerta del baño, tiré a Pascualita, sin mucho miramiento y salió disparada por la ventana hacia el árbol de la calle. Cuando la Cotilla me vio, tirada en el sofá de la salita, amorrada a la botella de chinchón, me dijo de todo menos bonita. - ¡¡¡Egoístaaaaaaaa!!! ¡No te la bebas todaaaaaaa! - Pero no estaba yo para repartos equitativos y no dejé ni una gota. Mientras caía en un sueño parecido al coma etílico me di cuenta de la gran desproporción que había ahora entre mis pechos. Cerré los ojos oyendo a la Cotilla reir. - ¡Que jodío es tu abuelito primero! jajajajajaja

domingo, 29 de julio de 2018

Todo lo bueno se acaba.

En casa estamos todos de capa caída... La tristeza nos embarga y no levantamos cabeza... ni Pascualita. La pobre se ha dado cuenta de que algo muy gordo va a pasar y se muestra meditabunda, escondiéndose entre las algas del fondo del acuario como un alma en pena...

Pena es lo que me da vernos así. ¿Qué será ahora de nosotras? ¿cómo vamos a sobrevivir a las sobremesas... ? ¿Nos sentará bien el chinchón on the rock como hasta ahora? Decisiones, como la que se ha tomado sin contar con el pueblo soberano, deberían ser sancionadas con penas muy duras por parte de los jueces. ¿Cómo puede darse por terminado el Tour sin consultar a los aficionados que lo vemos desde casa?

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaa! Traigo velas... por lo menos me entretendré montando un altar de categoría para mis héroes y camaradas en el duro oficio de llegar a fin de mes, pese a quién pese. - ¡Ni hablar! Si está aburrida se echa en agua pero a ésta tropa de sinvergüenzas no se les adora en mi casa. - ¡¿Cómo puede ser tan mal hablada?! Y mira que tu abuela te llevó a los mejores colegios de Palma, donde ella limpiaba, para que escuchases a través de las puertas y aprendieses la esmerada educación que se le daba a aquellas niñas.

- "No se cómo podéis discutir. A mi se me ha quitado hasta el hambre" - ¿Y eso? (exclamó, preocupada la Cotilla) - "Pues, no sé. Ha sido acabar de comer y notar que  no me apetecía nada" - Sí que es raro, sí...

Nos sentamos en la salita y pusimos el Tour de Francia. Solo de pensar que ya no lo veremos hasta el año que viene, se me saltan las lágrimas. ¡Con lo bien que se duerme la siesta mientras los ciclistas sudan la gota gorda por esas carreteras de Dios.

- A partir de mañana ya no dormiremos la siesta a pierna suelta... ¡snif! ... - "Aaaayyyy, no empieces con los pucheros que nos harás llorar a todas, boba de Coria" - Mientras nosotras nos lamentábamos, París se mostraba en la pantalla, soleada y hermosa. Intenté dormir pero la presión, la ansiedad, me tenían desvelada. A la abuela y la Cotilla les pasaba lo mismo. Y a Pascualita, escondida en el escote de la abuela, le era imposible cerrar los ojos... cosa que, por otra parte, no hacía nunca porque no tiene párpados...

De repente, en la tele alguien habló de Agosto... Vuelta Ciclista a España... Y como un resorte, saltamos de nuestras butacas ¡Nos habíamos olvidado de la Vuelta! ¡Oleeeee, óle y óle! ... Y, como por arte de mágia, nuestros párpados se cerraron y no se volvieron a abrir hasta que los ciclistas corrieron la última vuelta al circuíto urbano de París.

sábado, 28 de julio de 2018

Eclipse lunar.

La Cotilla llegó cargada de radiografías bajo el brazo. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! Te vendo cinco por cinco euros, boba de Coria. - ¿Para qué quiero eso? No son mías. - Eso es lo de menos. Son para ver bien el eclipse de Luna. - Han dicho que se verá a simple vista... - Eres más tonta que Abundio. Todo te lo crees ¿Cómo se va a ver un eclipse? Todo quedará a oscuras y te irás dando golpes contra las paredes. Sin embargo, con mis radiografías verás perfectamente. - ¿Quién lo sabrá mejor? ¿Tú, que solo has visto unos cuántos o yo que ya he perdido la cuenta de los que he presenciado? Si hasta los antiguos egipcios usaban radiografías para verlos.

Al final me quedé las cinco a cinco euros. Pero tuve que regatear porque se enfadó conmigo cuando le dije que, dudaba mucho que los antiguos egipcios tuvieran radiografías y subió el precio: cinco por seis euros. Ante mi insistencia, me las dejó al precio inicial.

Esta mañana, una noticia corría de boca en boca: además del tema del eclipse también se comentaba el robo masivo de radiografías en el hospital. La policía supone que el autor es alguien que conoce muy bien el edificio donde se guardaban, ya que es tan grande y enrevesado que, o se tiene un plano del lugar o se conoce el camino.

Cuando Bedulio vino a investigar le invité a entrar en casa: - ¿Quiéres un chinchón on the rocks? - Aceptó y entramos en el comedor. Pascualita subió hasta el borde del acuario a cotillear. Sobre la mesa estaban las cinco radiografías que le compré a la Cotilla y que luego no me sirvieron de nada porque, en lugar de las nubes, me tapaban la visión las ramas del árbol de la calle. Las tenía a la vista para devolvérselas a la vecina y recuperar los cinco euros.

- ¿Estás enferma? (preguntó el Municipal) - ¡Que va! - ¿De quién es este material? - Es para devolvérselo a la Cotilla. - ¿De dónde las ha sacado? - De debajo el sobaco. - Bedulio puso los ojos en blanco y cara de ¡Ya empezamos!

Siguieron una batería de preguntas, cada vez más incisivas, hasta que me harté de oírle. - Pertenecieron a mi abuelito primero y quiero enmarcarlas pero él no me deja. - ¿Quién es él?... ¿A qué dedica el tiempo libre?... ¿Por qué no te deja? - Pregúntaselo tu... Está a tu derecha y acaba de pasarte un brazo por la espalda... - El portazo removió los cimientos de la finca.

Ahora solo me queda esperar a que la Cotilla me de mis cinco euros.

viernes, 27 de julio de 2018

La Cotilla tiene la solución.

He llamado a la abuela - ¡Pon las Noticias. Rápido! - "¿El programa de la  Esteban?" - Noooo. Las Noticias Locales. - Un rato después me llamó. - "¿Y ahora qué pasará?" - No sé... Nosotras no debemos abrir la boca sobre éste tema. - "De acuerdo"

"Este tema" era lo siguiente. Se había encontrado, en la playa de Can Pere Antoni, una gaviota con un extraña y enorme malformación en una de sus patas y ahora los científicos estudian a qué es debido. Están, casi, convencidos que la culpa de esta monstruosa mutación es de los cruceros que amarran en el Dique del Oeste y se pasan el día echando humo por sus chimeneas. Esto hace que se acabe formando una "boina" de gases tóxicos sobre una vasta zona de la ciudad. Si esto es así, cabe esperar que en los días siguientes aparezcan más malformaciones en animales, quizá también en plantas y posiblemente ¡Dios no lo quiera! en las personas.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaa! ¿Has oído las noticias? - Toda la mañana, Cotilla y siempre hablan de lo mismo: líos, líos y más líos - Me refiero a lo de la gaviota. - ¿Más corrupción todavía? - De una gaviota de verdad, coñe. - Pues no... - Los científicos están haciendo cábalas sobre el fenómeno pero no aciertan ni una. - No me extraña. No reciben dinero del Gobierno, están apurados y aún así, hacen virguerías... - ¡Que sí, que sí! Pero las únicas personas que sabemos  lo que ha pasado somos tu abuela, tú y yo... y tu primer abuelito. - ¡¿Qué me dice?! - Lo que le pasa a ese bicho en la pata es lo mismo que me pasa, de vez en cuando, en las tetas. ¡Lo mismo!

- ¡Que exagerada, Cotilla! - Tu porque eres tonta, sino te darías cuenta de que tengo razón ¡Ahora mismo me voy a la Universidad y les desvelo el secreto: ¡el ánima de tu primer abuelito es el culpable! - La tomarán por loca... - ¿Por qué? Les daré la solución y puede que me paguen una buena gratificación. - Pero si no tienen dinero para sus investigaciones. - Que hagan una recolecta entre los científicos... - Mientras hablaba, iba camino de la puerta de la calle. Entonces le dije: - No sé si a mi primer abuelito le gustará que desvele sus secretos... Puede llegar a ser muuuuuuy peligroso.

La Cotilla dudó un momento pero después reanudó la marcha - ¿A quién no le gusta se hable de él? Estará encantado... - Yo no iría... - ¡No seas agorera! Necesito el dinero para llegar a fin de mes... - No vaya... - ¡Calla!

Iba a abrir la puerta cuando, procedente del comedor, se escucharon unos ¡¡¡PLOOOOOOF!!! seguidos de la rotura de un vaso al estrellarse contra el suelo. La Cotilla dio un salto y corrió como alma que lleva el diablo, escaleras abajo. - Insistí. - Yo no lo haría... - ¡¡¡Yo tampocoooooo!!!



jueves, 26 de julio de 2018

¡Vamos a la playa!

Sigo teniendo miedo cuando voy a la playa. Allí todo está lleno de mensajes amenazantes... ¿Cómo saben que la sirena vive en mi casa?... ¿Sabrán también que la encontré yo dentro de una lata de sardinas en aceite y que, a punto estuve de comérmela?

 He convencido a la abuela para ir juntas a la playa. Con el termo de los chinos colgado del cuello y Pascualita, asomada a él, mirando el panorama si saber que nunca más vería paisajes cómo éstos.

La abuela estaba pendiente del semáforo. - "Tendré que hablar con el Alcalde para que haga que cambie más rápido. Llevamos una hora de plantón" - Por fin pisamos la arena y sentí que el suelo se abría a mis pies. Grité: - ¡Arenas movedizaaaaaaaaaaaaaas! - "¿Siempre tienes que dar la nota, boba de Coria?" -  Y siguió andando sin preocuparse de si las arenas me tragaban o no. Se paró muy cerca de la orilla y yo empecé a sudar copiosamente: - ¡El agua me habla! - "Pídele un bisnieto jajajajajajaja Que tonta llegas a ser, hija mía"

Un poco más allá había una extraña figura varada en la arena. - "¿Qué será eso? Ves a ver..." - ¡Sí, hombre! Me cogerá... - Pero fui. Me acerqué con mucha precaución. Primero me pareció una barca neumática deshinchada - ¡Una patera! (pensé) - Luego se convirtió en un cadáver, mecido por el agua. - ¡Oh, no! pobre persona Nadie le presta atención... - Seguí avanzando, cada vez más despacio y tomó la forma de un tronco de árbol. Un tronco con varias ramas sin hojas.

- ¡Vaya tronco más grande! (exclamé aliviada) - Una voz me contestó. - Y lleva tiempo en remojo porque tiene hasta percebes pegados. - Di un respingo ¡hasta el tronco venía a por mi!. Una mujer apareció en el otro lado, estaba agachada cogiendo los bichos. Disimulé mi estupor y fijándome dije - Aquí hay más... son pequeñitos pero para una picadita bastarán.

Volví sobre mis pasos. Le expliqué a la abuela lo que había visto - "¿Y has dejado que se lleve los percebes? ¿Tú sabes a cuánto van en el mercado, tonta de las narices?" - Entonces nos dimos cuenta de que Pascualita ¡no estaba y no había podido despedirme de ella!

Vimos el rastro que dejó al reptar sobre la arena camino del mar - "¡Al final te habrás salido con la tuya y se ha ido para siempre! (gritó la abuela) ¡Volveré a mis ataques de asma! ¡Ya la añoroooooo. Pascualitaaaaaa! - ¡Está allí! Luchando contra la gaviota. - La batalla fue desigual porque, aunque el ave era mucho más grande que la sirena, ella había clavado sus dientes de tiburón en uno de sus muslos que iba hinchandose exagerada y rápidamente, gracias al veneno que destilaban. Y la gaviota no tardó en caer al suelo, desequilibrada y muy dolorida. Entonces me acerqué y arranqué a Pascualita, que llevaba un buen pedazo de carne sanguinolenta en la boca.

Mientras dábamos gritos y saltos de alegría, la gente nos miraba sin comprender a qué venía aquello. Me di cuenta de que mi egoísmo le podía al sentido común y preferí tenerla con nosotros en lugar de devolverla al mar. La próxima vez que vaya a la playa me pondré tapones en las orejas y si me amenaza no lo oiré. Y aquí paz y después, gloria.


miércoles, 25 de julio de 2018

El mar reclama su tesoro.

- "¿Está mi abuela, Geooooorge?" - Madame dormir. - ¡Despiértala enseguida, porfa! - Mi no saber que ser porfa. - ¡La madre que te parió! Claro que lo sabes. ¡Despiértala te digo! Es urgente. Un caso de vida o muerte. - Madame matar a mi si yo despertar. -¡Si no lo haces te mataré yo, inglés de las narices! - Por toda respuesta oí: piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii ¡Me había colgado el muy cretino!

Cogí un trinxet, un cuchillo tipo navaja que los mallorquines usamos para cortar y extender la sobrasada sobre el pan. Lo metí en el bolso y salí camino de la Torre del Paseo Marítimo con los ojos inyectados en sangre y un ansia asesina.

Al abrirme la puerta y antes de poder decir ésta boca es mía, le puse el cuchillo en la yugular y sentí el inmenso placer de notar el tembleque que le entró al hombre que no quiere, o sí, seguir siendo europeo. - Plisssss... plisssssssssss... Yo llamar a madame...

Poco después, despeinada y legañosa, la abuela apareció en el saloncito de recibir. Estaba en penumbra y al ir a descorrer las cortinas, su voz sonó afilada, ronca y pastosa. - "¡Ni se te ocurra, boba de Coria, o correrá la sangre! Tengo una resaca como un piano y la cabeza como un bombo ¿Por qué me despiertas a estas horas brujas de la madrugada...?" - Son las once y media de la mañana, abuela. - "Esta me la pagarás"

Hasta que no se tomó dos aspirinas, tres cafés y unas cuantas copas de chinchón no se medio despejó. - "Espero que tu visita sea por algo que valga la pena" - ¡Tenemos que devolver a Pascualita a su hábitat!" - ¿Perdón...?" - ¡Al fondo del mar! - "Ya sé dónde está su hábitat. Lo que no entiendo es qué haces aquí diciendo tonterías"

Entonces le conté lo que llevaba días pasando. - Voy a la playa y las olas se concentran delante de mi, amenazando con tragarme si no les llevo a Pascualita. - "¿Te sigues entrenando para ser más tonta aún?" - ¡Es verdad lo que te digo! Me ponga donde me ponga, las olas aparecen de pronto y rompen delante de mi. La espuma se acerca amenazadora hasta mis pies diciendo: Devuélvenos a nuestra sirenaaaaa...

- "¿Has bebido? ¿Te ha dado una insolación? ¡¿Cómo van a hablarte las olas?!" - ¡Lo hacen! Pascualita es su fósil viviente. La deidad a la que adoran desde que se crearon los mares. - "Aquí pasa algo raro... Yo tengo la resaca y tu dices las tonterías." - Da igual si no me crees. Mañana la devolveré a su casa. - "¡Por encima de mi bellísimo cadáver!" - ¿Prefieres que me coma el mar?! - "Naturalmente"


martes, 24 de julio de 2018

El espíritu del Sin Bigoteeeeee...

La abuela ha llegado temprano, con ensaimadas recién hechas para desayunar. Ha dicho que se trata de una pequeña parada para coger fuerzas porque tiene el día muy atareado. No le he querido replicar para no enrarecer el ambiente pero, quién tiene el día atareado es Geoooooooge. Y no solo hoy. Ya hace días que la abuela lo exprime a base de bien.

Ni siquiera ha dejado que se sentara a desayunar con nosotras como ha hecho siempre. El pobre hombre tiene unas ojeras que le llegan al suelo. Por eso, en cuanto ha salido disparado a hacer más recados, le he preguntado a la abuela por su actitud. - "En cuanto entre el Brexit se me acaba el presumir de mayordomo británico" - ¿Y qué culpa tiene él? - "¡Mucha! voto a favor de salir de la Unión Europea. En penitencia le mando de la Ceca a la Meca con la órden de que diga, donde vaya, que es MI mayordomo" - ¿Y eso por qué? - "Para que a nadie se le olvide que yo tuve un mayordomo inglés, igual que la que  tuvo una casa en Africa lo hizo saber a todo el mundo"

- No sé si el pobre Geooooorge llegará vivo al acontecimiento. - "No creas que no lo he pensado ¿Te imaginas lo que fardaría tener enterrado en nuestra cripta a un mayordomo inglés?" - ¡¡¡Abuela!!! - "Es una idea tentadora jejejejejejeje"

Pascualita nos miraba discutir desde el frutero de la mesa de la cocina. Y yo suavicé la voz para que no me atacara. - ¿No habrás comentado ésto con la Cotilla? - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! ¿Habláis de mi a mis espaldas? ¡Muy bonito! - "Mi nieta teme que te involucre en un asesinato" - ¡Cuando quieras! Un poco de acción siempre viene bien - ¡¡¡Cotilla. No empiece usted ahora!!! - ¡Si es que no puede ser más tonta jajajajajajaja!

Andresito y Geoooorge entraron juntos. Si la cara del mayordomo era un poema, la del abuelito no se quedaba atrás. - "¿Qué te pasa? Has visto un fantasma" - ¡Es que lo he visto! Desde que me he dado de baja del Partido su espíritu me persigue... - ¿En sueños? - ¡En la tele! - ¿La momia de quién? - ¡Del Sin Bigoteeeeee! - "¡Nena, trae el chinchón!

lunes, 23 de julio de 2018

¡Por poco me pillan!

Sonó el teléfono: - Nena ¿pagaste la cuenta el día de la invitación, verdad? - ¡Claro! ¿Por qué lo preguntas, abuelito? - Porque dicen en mi partido que es tuya. - ¿Cómo pueden saberlo? - Porque les conté lo que habíamos tomado y... es lo mismo. - ¡Menuda casualidad! - Así que... dices que pagaste ¿a toca teja? - A euros.

Cuando la abuela entró en casa se me figuró un toro de lidia a punto de embestirme y mandarme a lo alto de las andanadas de la plaza. - "¡No pagaste el convite!" - ¿Cómo que no? - "¡¿Cuándo?!" - Al volver con el ... dinero. - "¿Por qué titubeas?" - ¿Está prohibido? - Han acusado a Andresito de cargar al Partido la factura de una merienda familiar ¡Justo lo que tomamos nosotros!" - Algo me ha dicho ... ¿Creéis que fui yo? - "¡Si!"

Los sudores de la muerte recorrieron mi espina dorsal ¡Me han descubierto y acusan al abuelito de algo que no  ha hecho pero que, la mayoría de ellos, están hartos de hacer! Si digo que he sido yo me acusarán de corrupta ¡y eso nunca! Si no digo nada las sospechas recaen sobre un inocente... ¡En mala hora se me ocurrió invitarlos!

Al quedarme sola les planteé mi problema a Pepe y a Pascualita. - ¿Qué hago? - Pepe, con su silencio, decía que me declarara culpable. - ¿Y si me decapitan como a ti? ¡No quiero ser un llavero! - Pascualita, en cambio, hizo la señal de OK que, traduciéndolo quería decir ¡a lo hecho, pecho! Eso  es lo que voy a hacer.

Sonó de nuevo el teléfono: - Hola, nena. Soy tu bisabuelastra, cariño. Estoy tan contenta del detalle que tuviste que, no te ofendas, pero me sabe mal que tuvieras que pagar una factura tan gorda. Así que he mandado a uno de mis cubanitos culito-respingones, a tu casa. Te dará un sobre con el importe total de la factura. - Pero... pero... - ¡No digas nada! El detalle me encantó.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! Nunca pensé que hiciera lo que voy a hacer ¡Toma! (me dio un sobre) Hoy se me ha dado muy bien la "limpieza" de los cepillos de las iglesias. - ¿Qué es, Cotilla? - Te pago mi parte de lo que tomé en la merienda ... Abusamos de ti, lo reconozco, pero tu cumpliste como una señora. - Gracias...

Bedulio se acercó a casa. - ¿Pasas? - No. Ten, esto es para ti. Mi parte correspondiente de la merienda... Nos pasamos siete pueblos pidiendo.

¡Menudo día! El mes que viene los invitaré otra vez jajajajajaja Aunque lo que me llegó al alma fue recibir el dinero, integro, de la factura de parte del abuelito - Con lo poquito que ganas y lo que abusamos de ti, nena. Y encima, en el Partido, acusándote a través de mi, de corrupta. Eso me ha decidido ¡y me he dado de baja!... No comentes nada con tu abuela. - Descuida.

Me he juntado son un capitalito. ¡Quién me lo iba a decir! Y todo gracias a Pascualita que ha sabido aconsejarme ¡Que sabia es la sirena!


domingo, 22 de julio de 2018

El paso.

Estaba muy oscuro cuando ha sonado el teléfono. - ¿Hummm...? - "¡Nenaaaaa! ¿No me digas que dormías? Mira que te gusta la cama... Oye, que Andresito ya está mejor. Estando en El Funeral, bailando salsa, ha decidido borrarse de su Partido y vivir tranquilo... ¿Qué te parece?" - ¿Hummmm...? zzzzzzzzzzzzzzz - "¡¿Te puedes creer que tu nieta se ha vuelto a dormir?! ¡Me va a oír ésta!... ¿Qué la deje en paz? Eres un calzonazos. Se lo permites todo y luego hace lo que le da la gana ¡A éste paso ni tendré bisnieto ni perrito que me ladre!"

Nada más sentarme a desayunar, la abuela entró en casa como un elefante en una cacharrería - "¡¿Vas a comer?! ¡Menudo cuajo tienes! Tu abuelito va a dar un paso importante en su vida, te lo cuento y te duermes ¡Que poca sensibilidad!" - Era muy tarde... - ¿Tarde? Acabábamos de llegar de El Funeral... serían las cuatro y media de la mañana" - Madrugada, abuela... - "¿Madrugada, mañana? qué más da eso cuando tu abuelito va a dar un paso trascendental... - ¿Que paso? ¿El de la oca? jijijijijijijiji - "¡Va a dejar de pertenecer a su Partido de toda la vida!" - Pues bueno... pues, vale... pues me alegro... ¿Qué pasa? A mi no me afecta, abuela. - "¿Verdad que quiéres la Torre del Paseo Marítimo? Pues ganatela"

Esa misma tarde invité a la bisabuelastra y al abuelito a merendar ensaimadas con helado de almendras en una cafetería de las de toda la vida. Llevaba veinte euros en la cartera. Al llegar al local la sangre me bajó a los pies. En la puerta me esperaban la Momia, los dos cubanitos culito-respingones, Andresito, la abuela, la Cotilla y Bedulio. - ¿Entramos, nena? (dijo la bisabuelastra) ¡Que ilusión me hace que nos invites!

Mientras el camarero tomaba nota de tooooodo lo que le iban pidiendo, yo sudaba a mares. Para remate, la abuela llevaba a Pascualita en plan broche enganchado a la blusa ibicenca. Con un hilo de voz temblorosa le pregunté: - ¿Qué hace aquí... tanta... gente? - "Yo vengo con mi marido y mi suegra ¿lógico, no? La Momia con sus inseparables cubanitos ¿lógico también, no? A la Cotilla y a Bedulio lo hemos encontrado por el camino y como casi son de la familia, les he dicho que vinieran. Lógico y normal ¿no?"

- No... no me basta el... dinero, abuela... - "Eso se piensa antes de invitar" - Solo eran... dos... - "¡Egoísta!" - Iré a casa a por más... si es que hay. - ¿Te vas, nena? (preguntó el abuelito) Pediremos dos botellas de cava... a ver si me acabo de decidir... es que son  muchos años con ésta gente...

Al salir a la calle me temblaban las piernas. De repente un ramalazo de rabia me sacudió y volví a la cafetería. Me acerqué a la cajera y le dije: - Todo lo que tomen en esa mesa va a cargo del Partido Pinocho. Y me senté a merendar con los míos tan ricamente.

sábado, 21 de julio de 2018

La cosa va de disgustos.

El abuelito ha llegado a casa hecho un mar de lágrimas. Hipaba y todo. He tenido que darle chinchón para que fuera calmándose porque, aunque hablaba, no se le entendía nada del disgusto que llevaba.

- ¿Vas a divorciarte de la abuela?... ¿no?  Pues parece que ésta vez te la ha hecho buena. Basta ver el disgusto que traes... ¿Quiéres ganarte el cielo? Yo de ti iría con cuidado. Piensa que tu antecesor en el cargo de abuelo tuvo una muerte, como mínimo, sospechosa... ¿quiéres más chinchón?

Media botella después empezó a vocalizar. - ¡Aaaaaaaaaaayyyyyyyy que disgusto más grandeeeeeeeeee...! ¡Mi gozo en un pozooooooooooo...! ¡El mundo se derrumba a mi alrededooooooor y el sol sigue brillando como si tal cosaaaaaaaaaaaaaaa...! - ¿Te estás muriendo, abuelito? ¿Te has acordado de mi en tu testamento? Ya sabes que quiero la Torre del Paseo Marítimo y... - ¡Aaaaaaaayyyyyyyyyy...! ¡Sorayaaaaaaaaaaaaaa! ¿Qué te han hechoooooo? ¡Te han cambiado por el guaperaaaaaaaaaaaaaaaaaas! ¡Con lo que tu valeeeeeees!

Poco a poco se iba explicando. - ¿Soraya? ¿quién es? - ¡Oh noooooooooooooooo! Ni siquiera mi nieta te recuerda ya ¡Que efímera es la fama! - ¿Soraya la del PP? ¿Qué le ha pasado? ... ¡¿Ha perdido?! Vaya por Dios... - La alargada sombra que te cobijaba ha desaparecido también... ¡snif... No somos nadie, Mariano... - Abuelito, yo no soy Mariano.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaa! ¡He ganado, he ganado! - ¿La Primitiva? ¿La lotería?... - ¡La apuesta! Aposté a que ganaría Casado contra un montón de pardillos que lo hicieron por Soraya ¡Y he ganado cincuenta euros! ¡Toma, toma y toma! ... Huy, Andresito, no te había visto... ¿Tienes conjuntivitis? - Ha llorado el pobre porque también apostó por Soraya ... - ¿Te ha sentado muy mal, verdad? (la voz triunfal de la Cotilla se había convertido en un susurro) - El abuelito movió afirmativamente la cabeza. - ¿Me puedo ir... despidiendo de la opción... de ser la futura... dueña de la Torre... del Paseo Marítimo? - La cabeza del abuelito dijo, otra vez, que si. - La Cotilla salió corriendo, como alma que lleva el diablo hacia el ascensor, con la botella medio vacía de chinchón en las manos y dejando tras de sí, gruesas lágrimas que al caer al suelo sonaban como un tambor: ¡Pam..., pam..., pam...



viernes, 20 de julio de 2018

Comida gratis.

La Cotilla ha traído dos botes grandes de fabada. - Para que luego digas que no aporto nada a tu casa. - Ya podría haber traído gazpacho en lugar de ésto. - ¡Quéjate, encima! ¿No sabes que a caballo regalado no se le mira el diente? Es lo que he encontrado en el contenedor del súper. - ¿No estará caducado? - ¡Que va a estarlo, tiquismiquis! Y encima, es gratis ¿No irás a quejarte?

Ante tamañas explicaciones no tuve nada que objetar. Llamé a la abuela para invitarla a comer. - "Vamos a sudar la gota gorda con ésta comida pero, si es gratis, me aguantaré" - Así que a mediodía nos sentamos a la mesa de la cocina y dimos buena cuenta de las dos latas.

Antes de empezar a comer, la Cotilla encendió las velas del altar de los Amigos de lo Ajeno y puso musiquilla de fondo que a punto estuvo de dormirnos a las tres,

Fue durante la comida que dije que no quería volver a salir, a ningún sitio, con la Cotilla. - ¡¿Qué he hecho ahora?! (gritó, dolida?) - "Limpiar todas las carteras de la playa ayer mismo" - "No hablemos de trabajo que es la hora de la siesta y vamos a ver el Tour"

Llevaríamos una hora durmiendo cuando me desperté. Me encontraba mal, pesada y... ¡vomitando hasta la primera papilla! Lo peor fue que las dos amigas estaban igual. Apestaba tanto la salita que Pascualita, que saltó del escote de la abuela al suelo y reptando, se largo de allí.

Nos revolcábamos de dolor por los suelos. - ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYYY!!! - "La culpa la tiene la Cotilla por traer botes caducados" -La culpa la tenéis vosotras por comer lo que traigo.

Fue tanto el vómito que llego a salir de la salita y seguir hasta el balcón desde donde de desparramó a la calle. Una buena porción cayó sobre Bedulio, que estaba haciendo la ronda. Poco después, los Municipales invadieron mi casa provistos de máscaras antigas, debido al pestazo.

Desperté en una clínica, con un goteo puesto en el brazo y el cuerpo dolorido. Las otras dos camas estaban ocupadas por la abuela y la Cotilla. Estábamos muuuuuuy malitas. Teníamos el mismo color muerto-ahogado-amarillento-violaceo que tiene Pascualita normalmente... Entonces se escuchó la débil voz de la abuela: - "¡Cotillaaaaaaaaaaaaa, cabronaaaaaaaaaaaaaa!"

jueves, 19 de julio de 2018

¡¿Otra vez?!

Al llegar a la playa la Cotilla y yo se nos ha acercado una pareja de la guardia civil y ella ha levantado los brazos. Y eso que no habían dicho manos arriba sino, buenos días.

- ¿Qué le pasa a su abuela? (me preguntó uno de los guardias) - ¡Oiga, que soy solterita! (dijo la Cotilla) pero, bueno... si usted quiere que sea mi nieta... yo lo acepto con tal de que ¡no me detenga! - Baje los brazos, por favor, que le huelen los alerones.

- Cotilla, deje de hacer el indio (dije por lo bajo) - De momento está prohibido el baño en ésta playa. - ¿Está contaminada? - No. Y ojito con bañarse que la guardia civil lo ve todo.

Hasta que  no perdimos de vista a los dos guardias la Cotilla no bajó los brazos. - ¡Ufffff! creí que ésta vez me caía con todo el equipo. - Si no metiera las manos donde no debe... - ¿Es que no sabes que soy una pobre pensionista... - ¡Sí, Cotilla, sí! Que mala pata no poder bañarse con el calor que hace. - Yo me daré una vueltecita por la playa... - ¡No toque ningún bolso que no sea suyo! - ¿A que  te bañarás? - ¡Claro! como está mandado.

Una mujer mayor venía andando por la orilla del mar, que estaba limpio y calmado: - ¿No irá a bañarse, verdad? - Pues... - La guardia civil dice que no . Creo que buscan un buen botín porque han sacado a la gente del agua cuando ese crucero que está atracando en el muelle de Porto Pi, ha llegado. Espero que no haya tiroteo, por si se pierde una bala y me da a mi, claro... ¿Qué debe llevar ese barco? - ¿Turistas? - Me miró muy seria. - ¡Por supuesto! y algo más... un alijo de droga, terroristas, armas... pueden ser tantas cosas... Bueno. Adiós.

Miré a derecha e izquierda. No se veía ni rastro de los civiles, así que, sin pensarlo más, me metí de cabeza. Y disfruté un buen rato saltándome la prohibición a la torera.

Sentada después en la arena, contemplando el horizonte, la Cotilla llegó sofocada. - Dése un bañito y se refrescará. - Estoy bien así... ¿Y tú? - De primera. - ¿No te falta ningún trozo? ... ¿un pie, una mano? - ¿Ya le ha dado al chinchón de buena mañana? - Ya sé por qué está prohibido bañarse... Pensé decírtelo en seguida pero he visto que te lo pasabas pipa... - ¡Dígalo de una vez! - Hay una tintorera en ésta playa. - ¡¡¡¿Qué?!!! ¡Eso se dice antes! - Si no lo ha dicho la guardia civil, menos te lo voy a decir yo, boba de Coria.

miércoles, 18 de julio de 2018

Otra vez la dichosa envidia.

La abuela y la Cotilla no se hablan. Ni se miran a la cara. No sé que habrá pasado entre ellas. He preguntado pero me han dejado con la palabra en la boca y se han largado... Nunca las había visto así.

He preguntado a Andresito y tampoco sabe nada. Parece mentira que, después de tantísimos años de amistad y de haber pasado juntas episodios de todos los colores. Algunos más oscuros que otros, acaben de ésta manera.

Tal vez Pascualita y Pepe sepan algo pero, mucho me temo que se adhieran al silencio que rodea éste caso. De todas maneras les preguntaré. He empezado por la sirena mientras estaba asomada al borde del acuario. Sus ojos saltones de pez ni siquiera han parpadeado ante mi pregunta, concreta y concisa: - ¿Qué... ha... pasado... entre... la... abuela... y... la... Cotilla? - A la velocidad del rayo se ha llenado la boca de agua y me la ha escupido a la cara. Me he girado en seguida y ahora tengo la oreja llena de agua envenenada ¡La madre que la parió! Y encima, lo ha celebrado haciendo la señal de OK.

Pepe es más comedido. Menos expresivo e incluso, menos charlatán que Pascualita. Por eso, ante la pregunta, ni se ha inmutado... cualquiera diría que es un maleducado pero solo es una cabeza jivarizada tamaño llavero. Sin embargo, de poder hablar, él me lo contaría... Si la abuela me oyera hablar así de Pepe, diría que es mi favorito...

He mandado recado a las dos amigas para que vengan a casa a dormir la siesta viendo el Tour de Francia y espero que el chinchón haga "su trabajo": soltar lenguas.

Y así ha sido. Sentadas en la salita, con Pascualita en plan broche prendido en el vestido de la abuela y Pepe sobre la falda de la Cotilla, he repartido chinchón on the rocks, bien fresquito, sin parar y la jarra de litro y medio ha durado menos que un bizcocho en la puerta de un colegio.

Cuando sus ojos empezaban a cerrarse por la modorra y la borrachera, hice la pregunta: - ¿Qué ha pasado entre vosotras? - La abuela saltó primero. - "Esta ton... ¡hip!... ta se cree la reinaaaa... ¡hip! de los mares porque... ¡hip!... podría jajajajaja... p.o.d.r.i.a. haber sido la Corina... ¡hip!... esa... (y luego hizo algo que me espantó) ¿A que es... ¡hip!... tonta, Pascualiiiiiiita?" - ¡Me tienes enviiiidia... ¡hip! cochina porque tu... ¡hip! ... no lo hubieses sido nuuuuunca... ¡hip!... porque no eresssssssss del gremio!... ¿Pascualiiiiita? - Aquí acabó la conversación porque lo que se escuchó a continuación fueron sus ronquidos.

martes, 17 de julio de 2018

La abuela sale en la tele.

La abuela me ha llamado bien temprano (¡sería raro!) para avisarme de que saldría en las noticias del mediodía de la televisión local. - ¿Y... no podrías decírmelo... más tarde? ... - "Acabamos de llegar de El Funeral y si no te lo cuento ahora luego no podré dormir en toda la noche." - La que no podrá dormir seré yo. - "Ese problema cuéntaselo a tu médico, nena"

A media mañana llegó la Cotilla. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! ¡Va a salir tu abuela por la tele! ¿Qué has hecho para comer? - Para usted, nada. Para mi un tumbet con huevos fritos. - Hummm ¡que rico! Ves poniendo la mesa que tengo hambre. - Hay que ver lo bien que le funciona el oído normalmente y lo poco que oye cuando no le interesa. - Pónme dos huevos que no tengo mucha hambre.

Y se metió en la salita. - ¡No se siente en mi butaca! - le grité mientras ponía la mesa y metía a Pascualita en mi escote. A ella también le gusta el tumbet. No es tonta, no. De repente una luminaria salió de la salita. Me temí lo peor: - ¿No estará encendiendo velas a los corruptos? - Ay, hija, no seas tan picajosa, pobrecillos. Pensar en lo que han sido y verlos, ahora, en la cárcel o desperdigados por los juzgados de España a la espera de sentencias, es muy duro. - Lo duro será que me queme la casa por su culpa. - ¡Tu casa, tu casa! solo te preocupan tus cosas ¡Egoísta! Pues que sepas que estoy haciendo acopio de velones. - ¿Para Semana Santa? - No, boba de Coria... (una lágrima se escurrió entre las arrugas de su cara y acabó estrellándose contra el suelo) - ¿Qué pasa? - Es que... es muy fuerte... ¡snif! ¡snif!... que después de tantos años de trabajo, alguien se vea denigrado por una... una... ¡una Corina de las narices!

- ¿Los velones son para...? - Si. Es injusto que, por el capitalito que ha ido haciendo para su vejez, sea acusado como mi gurú Bárcenas. Si se hubiese liado conmigo en lugar de la Corina esa, otro gallo le hubiese cantado porque yo también soy del gremio... ¡Mira, tu abuela! - ¡¡¡OSTRAS!!!

En la pantalla del televisor salió, sobre la ola de la rissaga que ha inundado Ciudadela y Alcúdia, la abuela, subida en la tabla de planchar emulando a las reinas del surf de los siete mares. Y Andresito, desde lo alto de un pino, le gritaba como un descosido - ¡¡¡TE VAS A MATAAAAAAAR!!!

A Pascualita se le erizaron los pelo-algas mientras extendía los bracitos hacia su amiga. Menos mal que la Cotilla, alucinada como yo, no se fijó en ella.


lunes, 16 de julio de 2018

¡Menudo diluvio!

- ·"Desde ayer tarde Andresito no deja de santiguarse y repetir: ¡Oi, oi, oi, oi, oi...!" - ¿Le ha dado un aire? - "No lo sé, Cotilla pero ¿es raro, no?" - A mi me suena a idioma porcino aunque creo que los cerdos añaden una ene y una ge al final. - "¡Ya salió Pepa la lista! Tu abuelito es de la misma cuerda que Rajoy y los demás exPresidentes del Gobierno ¡nunca ha sabido más idiomas que los de casa! ¿por qué iba a ponerse, ahora, a aprender uno y tan exótico?" - ¡Que cruz tienes con tu nieta, hija mía! - "Y que lo digas, Cotilla"

Me aparté de las dos amigas pero dejé mis orejas abiertas a sus comentarios... ¿Qué debe pasarle al abuelito. - ¿Y desde cuándo dices que le pasa ésto? - "Me di cuenta ayer tarde mientras en la tele daban la final del Mundial de Fútbol" - Yo me dormí y cuando abrí de nuevo los ojos, diluviaba en aquel campo. - "No sabía que en Rusia llovía tanto como por aquí. ¿También sacarán sus riadas en sus telediarios?" - Seguro. Hubo una cosa que me llamó mucho la atención. Lo previsora que es allí la gente. Salen a la calle con el paraguas aunque haga sol. ¿No viste a Putin? Fue caer las primeras gotas del diluvio y el tío ya tenía el paraguas abierto. - "Y se lo aguantaban" - Es que el pobre tenía que estrechar muchas manos, como es el Presidente de allí...

- "Pues, más o menos, en ese punto, fue cuando Andresito empezó a santiguarse y hablar raro" - ¡Que cosas! Pues yo pensé que era una pena no estar en Moscu. Hubiese ido cargada de paraguas de la tienda de los chinos del señor Li ¡y me hubiese forrado vendiéndolos a los que se mojaron como pollos! - "Ay, Cotilla, tu siempre tan emprendedora" - A ver qué remedio me queda si quiero llegar a fin de mes.

Llamé al abuelito. - ¿Qué te ha pasado? - ¡Oi, oi, oi, oi... menos mal que España no se clasificó para la final, nena. Solo de imaginarme a nuestros políticos, con sus trajes carísimo, echos unas sopas y sin un paraguas que los cubriera es que me hago cruces ¡Y sí estoy desde ayer. No paro de santiguarme ¡Oi, oi, oi, oi, oi...!

sábado, 14 de julio de 2018

Querencia.

Pascualita tiene querencia al árbol de la calle. Quizás porque estará fresquita entre las ramas cuando sopla un poco de aire pero, como ya le he explicado, no es un sitio para que esté una sirena. No se han encontrado datos ni escritos, leyendas, cuentos e historias, donde se diga que, en un momento dado de la Historia de la Humanidad, las sirenas estuviesen en los árboles. Yo, por lo menos, no tengo constancia de ello.

Como es muy suya y más terca que una mula, no me hace ni caso y se tira del acuario al suelo tantas veces como yo la devuelvo al agua. Ha terminado sacando la dentadura de tiburón a pasear y no me ha quedado más remedio que cerrar la puerta del balcón. No ha sido una buena decisión porque ahora no corre el aire en casa...

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¡Abre ese balcón, cooooñe, que aquí huéle a tigre! - Es que se escapa el gato, Cotilla (me salió la frase así, qué quieres que te diga, María Fernanda) - ¿Qué gato? ¿Has comprado un gato? O sea, ¿que tienes un acuario vacío y en lugar de comprar peces compras un gato? ¡No eres más tonta porque no te entrenas, boba de Coria!

En ese momento llegó la abuela. - "¿Pasa algo?" - ¡Que cruz tienes con tu nieta! Menos mal que solo tienes una. ¡Pues que ha comprado un gato! - "¿Un gato? ¿estás tonta? ¡Pero si está Pasc... estoooo... Mariano!"

La Cotilla abrió los ojos como platos - ¿Qué pasa con Pascual? ¿Quiere que os quedéis a su gato y va la tontaina de tu nieta y se compra uno? Menudos negocios haces tu, bonita. Así no te casaremos nunca... Yo que venía tan contenta a montar un altar monárquico ¡y se me han quitado las ganas en cuanto ha salido a colación el nombre de tu amante! (señaló a la abuela con su dedo huesudo) ¡Con lo bueno que es Andresito y el capitalazo que tiene!

Mientras hablábamos, con el rabillo del ojo, vi reptar a la sirena, pegadita al rodapié, camino del balcón que, casualmente, estaba abriendo la Cotilla. - ¡¡¡CIERREEEEEEEEEE!!! Y de altares en mi casa, ¡NADA DE NADA! - ¿Ah, sí? Pues toma ¡abierto de par en par!

 Y Pascualita saltó al vacío.



viernes, 13 de julio de 2018

¿Dónde está Pascualita?

Todo el día tengo la sensación de que me falta algo pero no sé qué. Es como si la casa estuviese vacía.... Es cierto que estoy sola. Ni la abuela ni la Cotilla han pasado por aquí y estoy desinformada.

No pongo la televisión ¿para qué? Hablan de una tal Corina. Para mi si una que se dice famosa no ha salido en un buen reportaje  del Hola, no es nadie. Corina, Corina... no caigo...

¿Y el Borbón quién debe ser? Porque hay unos cuantos. Total, que prefiero quitarle el polvo a los libros que romperme la cabeza pensando... Bastante tengo sintiendo que algo me falta y no sé qué es.

De vez en cuando me vienen pensamientos: ¡Me falta papel de váter! Va a ser eso. Y corro al cuarto de baño. Y no, estoy bien surtida de rollos. Y vuelta a empezar. Una de las veces he pensado en Pepe, la cabeza jibarizada. Podría ser que se la hubiese llevado volando una gaviota porque, con este calor, tengo las ventanas abiertas de par en par.

Me ha dado un pálpito solo de pensar que a la pobre le hubiese pasado algo. Y he corrido a la cocina. Y allí estaba, tan quieto como siempre. Calladito, porque en boca cerrada y cosida, no entran moscas. Me he quitado un peso de encima.

También he pensado en Pascualita, pero ella está bajo las algas, durmiendo plácidamente. De todas maneras me he acercado varias veces al acuario porque, aunque sabía que está ahí, no la veía... El calor puede con ella y he metido unos cubitos en el agua...

De repente he sentido la necesidad, angustiosa, de verla y poniéndome el guante de acero he metido el brazo hasta el fondo. He palpado la arena, las algas, inclúso he cogido el barco hundido pero ¡no estaba! ¡Esa era la sensación que sentía! La sirena ¡no estaba! Y yo no sabía dónde buscar.

De nuevo me ha venido a la mente la imagen de la gaviota robándola. Y he corrido a cerrar las ventanas y el balcón a pesar de saber que el mal ya estaba hecho... O no. He buscado por todos los rincones. En el cajón de las patatas. En el carrito de la compra. En el cubo de basura... ¡por todo!

¡Que angustia, por favor! He vuelto al balcón ¿habrá saltado a la calle?... ¿o a las ramas del árbol?  Entonces escuché al guirigay de trinos exaltados y un revuelo inusitado de pájaros me indicó que allí pasaba algo. ¿Un gato, quizás?

La escandalera iba en aumento. De repente, un gato saltó al balcón dando un gran marramamiau que me asustó tanto que, sin pensar, salté a mi vez y caí en las ramas. Y mientras el gato intruso corría por mi casa, yo trataba de no caerme a la calle desde esa altura. ¡Y entonces la vi! Pascualita comía trocitos de gato mientras los pájaros intentaban echarla de su árbol. Le grité: ¡Pascualita, ven aquí! ¡¡¡Ven aquí te digo!!! - Por toda respuesta hizo la señal de OK con sus deditos palmeados.

A costa de partirme la crisma, repté hasta llegar a su lado. Ahíta como estaba, se dejó coger y meter en mi escote, donde se colocó y se durmió. Unas voces llegaron hasta mi: - ¡¡¡Baja de una vez o llamo a los bomberos!!! ¡¡¡Te voy a poner una multa que se te va a caer el pelo!!! - También escuché una clá que decía: - ¡¡¡Que la multe, que la multeeeeeeee!!!

Bajo el árbol estaba Bedulio y parte de mis vecinos que lo jaleaban. Pensé en la abuela y en su ilusión por tener un bisnieto y me dije que no podía dejar pasar ésta ocasión. De modo que llamé a Bedulio: ¡¡¡Llama a los bomberos pero que vengan los del calendario, o no bajo!!!

jueves, 12 de julio de 2018

La Cotilla está feliz.

- "Dice un amigo de Andresito que los libros son peligrosos" - ¡¿Un amigo de tu marido?! - "Después del pescozón que le arreé ya no lo es" - Esta vez ha sido por una buena causa, abuela y no cuando me los das a mi.

- ¿A qué vino el comentario? - "Andresito le comentaba lo sucedido con la Cotilla estos días atrás y cuando dijo que había sacado su última idea de tus libros de Egipto, se alteró. Quizás pensando en su madre..." - ¿Le gustan los temas egipcios? - "No tengo ni idea... pero tiene calor"

- ¡Como cunda el ejemplo de aquellas mujeres de la antigüedad, Palma será un despiporre! - "Ni que decir tiene que me sumaré a la Moda" - Huy... pues yo, no sé... - "Siempre serás una mojigata, boba de Coria. Y por eso estoy yo sin bisnieto"

No pierde ocasión de echármelo en cara.

Las pitadas de los coches nos avisan de que ha llegado el rolls royce. - ¡Hola, chicas! (dice el abuelito al entrar) - ¿Podrías prestarme tus libros de Egipto, nena? - ¡Claro! Eligelos tu mismo. - ¡Me los llevo todos! - "¡Por encima de mi cadáver! (gritó la abuela. Y ¡zasca! le endiñó un  pescozón de los que hacen época)  Los quieres esconder para que tu madre no los vea. ¡Que sepas que se lo conté yo! Ya es mayorcita para ir como le de la gana" - Le hará la competencia a la momia de Tutankamón... ¡buaaaaaaaaaaaaaa! (lloró el pobrecito)

Cuando la abuela iba a replicarle hizo su aparición estelar la Cotilla, imitando a las antiguas egipcias - ¡Madre del Amor Hermoso! (gritó Andresito sin poder controlarse al ver la exuberancia mamaria) ¡Esto sí que es un milagro y no el de los panes y los peces! - Naturalmente el comentario le valió otro pescozón, por parte de la abuela, de los de rebotar tres veces la cabeza contra el aparador.

La vecina se veía feliz, a pesar de que en algunas partes le faltaban pequeños trocitos de carne. La abuela los señaló pero ella, encantada, dijo: - Es el peaje que debo pagarle a tu primer marido por "esto" (se señaló). Nunca pensé que fuera tan generoso conmigo después de lo que le hicimos...


miércoles, 11 de julio de 2018

La Cotilla y su menopausia.

Esta mañana he tenido que retener a la Cotilla para que no volviera a salir en bikini a la calle. - ¡Al final la multarán y la meterán en la cárcel! - Es que no puedo aguantar el calor que está haciendo estos días. - ¿Y qué quiere que haga si estamos en pleno verano? - Pero este año tengo más calor que nunca... Debe ser por la menopausia. - ¿De quién? - ¡Mía ¿de quién va a ser?

La dejé con la palabra en la boca y me fui a desayunar. A veces pienso que tiene razón Bedulio cuando dice que en ésta casa pasan cosas raras...

Antes del mediodía el Municipal la trajo de nuevo, envuelta en una toalla de baño. - ¿Qué ha pasado ahora? - Que te lo cuente ella, a mi me da vergüenza (y corrió escaleras abajo lo más rápido que pudo)

La Cotilla traía un humor de perros. - ¿De dónde ha salido éste carcamal? ¿Dónde dice que una mujer no puede salir a la calle como le de la gana? - ¿Así que, otra vez, iba en bikini... ? - No, no, no... Mira, llevo falda. (seguía tapada con la toalla)

- Entonces, no me explico... - ¡Porque es un carca, un retrógrado, un hombre de Cromañón, un... !- ¡Vale, vale! ¿qué hacía usted cuando se han encontrado? - Salir de la tienda de los chinos del señor Li. Allí me he comprado la falda. Y la toalla me la ha puesto Li en persona ¡Va listo si cree que se la voy a pagar! - ¿El señor Li también es un carca? - ¡Carca y medio!

- Esta noche, como no podía dormir por el calor, he estado mirando tus libros de Egipto. Allí las mujeres iban muy ligeritas de ropa, unos milenios atrás. Solo llevaban falda ¡nada más! ¡Mira, como yo! - Tiró al suelo la toalla playera y se quedó desnuda de cintura para arriba. - ¡Ostras!- Si, ya sé que, últimamente, no tengo los pechos tan bonitos... incluso, un poco caídos para llevarlos al aire... ¿No podrías pedirle a tu primer abuelito que les diese un repaso y me subiese unas cuantas tallas?

Ahora tengo un dilema: Si no lo hago me estará dando la lata hasta el día del Juicio Final. Y si lo hago ¡saldrá a la calle en top less... ¿Tengo derecho a privarla de lucir su cuerpo? ... Por otra parte ¿Quién soy yo para hacerlo?...

Esperé a que la Cotilla se durmiera delante de la tele viendo el Tour de Francia. En el acuario, Pascualita dormía plácidamente mecida por el agua de mar. La cogí, bruscamente y la lancé sobre el pecho de la Cotilla. ¡Aquello fue una carnicería!

Me costó mucho poder arrancar a la sirena de las carnes flácidas y no pude evitar que se llevara un trocito de ellas. Casi una botella entera de chinchón se tomó la Cotilla antes de caer rendida en un sueño comatoso.

Con asombro vi como la lozanía volvía a esa zona del cuerpo de la Cotilla con creces... ¡Exageradamente!


martes, 10 de julio de 2018

Hace calor.

Cuando iba a la cocina a prepararme le desayuno me ha parecido ver, por el rabillo del ojo, una aparición que deambulaba camino de la puerta de la calle.

Se me han puesto los pelos como escarpias ¡fantasmas en casa a éstas horas!. Y he corrido a encerrarme en la despensa y he puesto el pestillo...

Hasta que no escuché el portazo no me vi con ánimos de salir de allí. Luego corrí en busca de Pascualita. No me apetecía comer sola. Hasta que no tuve la espalda vigilada por Pepe el jibarizado y la delantera, por la sirena, no me he quedado tranquila.

Hoy Pascualita estaba especialmente activa. He tenido que prepararle tres cola caos porque no ha parado de saltar dentro de su taza hasta vaciarla por suelo y paredes. Del último ha bebido, compartiéndolo con una magdalena de las que trajo la Cotilla en Semana Santa que se traspapeló detrás del paquete de arroz.

Estaba terminando de limpiar el desaguisado de la sirena cuando se ha abierto la puerta de la calle y han entrado, dando voces, la Cotilla, la abuela, Geoooorge y Bedulio.

Mandé a Pascualita al acuario mediante una canasta perfecta digna de una jugadora de basket de la NBA. - Mi estar avergonzadou, madame... Mi querer brexit ¡ya! - ¡Dile a tu monosabio que se calle de una vez! - "Se dice mayordomo, inculta. ¿Cómo has salido así a la calle, Cotilla?" -  ¡Voy vestida adecuadamente. No como esas viejas inglesas, con faldas y calcetinitos ¡Hace falta valor para salir así a la calle! - Valor el que tiene usted (la voz de Bedulio sonaba incrédula) ¡En bikini!

¡Eso era lo que confundí con un espectro! ¡La Cotilla en bikini! - Bedulio seguía a lo suyo: - Tengo que arrestarla. Ha alterado el órden público. Atentado contra la moral y las buenas costumbres... - ¡Calla ya, berzotas ¿pero en qué mundo vives? - ... A su edad, válgame Dios... ¿No estará perdiendo la cabeza? - El que la va a perder serás tu, idiota, porque la abuela y yo somos de la misma edad, aunque soy unas horas más joven. - "¿Es necesario puntualizar tanto? Y tú, multa lo que tengas que multar y te largas" - Oigan, un respeto que soy la Autoridad. ¡Y tápese Cotilla, por favor! - ¿Lo ves? (la vecina se dirigió a la abuela) ¡todavía levanto pasiones!

Saqué una jarra de chinchón on the rocks y las voces se calmaron. Hasta Bedulio, a la tercera copa, se olvidó de multar. - ¿Ha salido así para llamar la atención por algo en concreto? - ¡Claro, Bedulio! Iba a la tienda de los chinos del señor Li en busca de complementos: un sobrero y un botijo. Lo ideal para éstos días de calor ¡pero no me has dejado llegar hasta allí, jodío!

lunes, 9 de julio de 2018

¡Menuda jueza!

La Cotilla me ha dejado bien claro que, antes de pagarme lo que me debe, prefiere arder en el Infierno eternamente. - Por lo menos estaré calentita y no tendré que pagar la bombona de butano para la estufa.

La abuela se ha presentado en casa, entronizándose en una butaca de la salita como si fuera el Magistrado Jefe de la Audiencia Nacional: - "¿No te da vergüenza querer cobrarle a una pobre mujer que lucha todos los días por sobrevivir?" - ¡Ya te ha ido la Cotilla con el cuento! - "No me ha dicho nada" - ¡Y ahora voy yo y me lo creo! - "Cuidado con lo que dices porque puedes incurrir en desacato a la autoridad" - ¿Qué autoridad, abuela? - "¡Ni abuela ni leches! Llámame Señora magistrada" - Has empezado pronto a darle tientos a la chinchón... -  "¡Es la segunda vez que la llamo al órden!" - ¿Qué he dicho?...

Si siendo una abuela al uso, ya es pesada. En plan jueza suprema no hay quién la aguante.

De repente se levantó, fue a por Pascualita y la colocó sobre el florero. - "Durante los juicios, los antiguos egipcios colocaban cerca del juez la figura de la diosa de la Justicia, Maat, para que les ayudara a ser justos. En su lugar pongo a Pascualita y así mato dos pájaros de un tiro: me sirve de talismán y aprende lo que tiene que hacer cuando vuelva a su hábitat y se le presente un caso peliagudo como el que nos ocupa." - ¡Te ocupará a ti! Yo lo que quiero es cobrar.

- "¡Esto ya pasa de castaño oscuro! ¡¡¡FUERA DE AQUI!!!" - ¿De dónde? - "¡De este palacio de Justicia! ¡¡¡LARGOOOOOOO!!!" - ¡¿Me estás echando de MI CASA?! - "Sí. Y pasará a ocuparla la ofendida de éste caso..." - ¡Que soy yo! - "¡No! La Cotilla. Que es insolvente y tu quieres aprovecharte de ella"

Me parapeté tras el sofá y blandí la escoba: - ¡Nadie me sacará de aquí! ¡Mi casa es mi Castillo! - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! Se os oye desde abajo... - La Cotilla nos miró a las dos. - ¿Qué hacéis?

Con una velocidad de reflejos, que no se espera en una mujer de la edad avanzada de la abuela, se metió a la sirena en el bolsillo del vestido sin que la Cotilla se percatase del movimiento.

- "Ensayando la obra de teatro que vamos a representar los millonetis de mi barrio para celebrar la llegada del Verano" - ¿Ah... sí? (pregunté, incrédula) - ¿Podré ir a verla? (preguntó la Cotilla) - "¡Ni hablar! Las carteras estarán llenas de euros y se gastarán para una buena causa: la Asociación de los Amigos de los Lirones Caretos" Todos los años, por éstas fechas, que es cuando más se duerme la siesta, nos acordamos de esos animalitos tan dormilones y les compramos un montón de sacos de comida... Aaayyyyy ¡mirad, se me pone el vello de punta de la emoción!"

- ¡Nena llama al médico y trae el chinchón! A tu abuela le ha atacado el virus de la tontería supina.

domingo, 8 de julio de 2018

Será difícil cobrar.

No he dormido ésta noche. Quería estar despierta cuando la Cotilla volviera de sus trapicheos nocturnos para darle una noticia.

Llegó de madrugada, como siempre. Yo la esperaba escondida entre las sombras de la salita y cuando ella cruzaba el comedor, salí a su encuentro: - Cotilla... - ¡¡¡AAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYY. LA MADRE QUE TE PARIOOOOOOOOO, BOBA DE CORIAAAAAAAAAAAAAA. ME VAS A MATAR DEL SUSTOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!

- Schiiiiist. Baje la voz que despertará al vecindario. - ¡¡¡AY, AY, AY, AYYYYYYYYYY. ME SALDRA EL CORAZON POR LA BOCAAAAAAAAAAAAAAAA!!! - ¡Calle de una vez, mujer, que no ha sido para tanto! - ¿QUE NO? ¿QUIEN TE HA MANDADO DARME ESTE SUSTO?... ¿TU PRIMER ABUELITO? ¡¡¡RENCOROSO, MAS QUE RENCOROSO!!!

Mientras la Cotilla seguía con sus aspavientos yo estaba atenta a la puerta de la calle a la que, en el momento menos pensado, empezarían a aporrear los vecinos. Y pensé que lo mejor sería darle ya la noticia antes de que nos interrumpieran.

- No he querido asustarla. La estaba esperando para contarle algo que le atañe. Me debe 12.000 euros. Y le hago buen precio porque somos vecinas.- Me miró fijamente a los ojos. - Echame el aliento, alma de cántaro... No hueles a chinchón. - Son los atrasos (no todos, ya puede darme las gracias) por usar mi piso en plan vacacional, cosa que en Palma está prohibido. Pero haré la vista gorda si me paga ya. - Pero... pero... - ¿Ha visto los alquileres desorbitados de hoy en día, solo por una habitación?... - Es lo que ocupo yo. - Y desayuna, come y cena e incluso, a veces, hace resopón ¡esto se paga, Cotilla!

Entre timbrazos y aporreos en la puerta yo apenas me oía. - ¡¡¡¡VECINOS, ESTA DESGRACIADA QUIERE ECHAR A LA CALLE A UNA POBRE JUBILADA QUE NO LLEGA A FIN DE MES¡¡¡ ¡¡¡LA VOY A DENUNCIAAAAAAR! ¡¡¡LLAMAD A BEDULIOOOOOOO!!!

Y salió corriendo hacia la puerta de la calle, arramblando de paso con la botella de chinchón que había sobre el aparador, justo al lado del acuario donde Pascualita, alterada al ser despertada bruscamente los gritos de la Cotilla, en cuanto ésta se le puso a tiro, le escupió un chorrito de agua envenenada a los ojos.

Los gritos, carreras, lloros, etc. etc. hicieron creer a los vecinos lo que no era: - ¡¡¡CORRE BEDULIO, QUE ESTA MATANDO A LA VIEJA!!! (exclamaron cuando el Municipal apareció en la escalera) - ¡Ah, yo ahí no entro ni harto de vino porque, seguro, que anda por medio el ánima del primer abuelito y a mi, los fantasmas me dan alergia. - Y ante el pasmo de todos, dio media vuelta y se marchó por donde había venido.

-


sábado, 7 de julio de 2018

Que jodía es la abuela.

El rolls royce, conducido por Geoooorge, ha llegado temprano, para variar y, aunque había un montón de sitios para aparcar, lo ha hecho dónde siempre, en la parada del bus. Cuando lo he comentado con ellos han dicho: ¡Lógico! Los ingleses son muy tradicionales. - Y aquí paz y después, gloria.

Los abuelitos venían hablando, de sus cosas, pensé yo, pero no. O sí, según se mire aunque no me he atrevido a preguntarlo delante de la abuela porque tiene una mano muy rápida repartiendo pescozones. Me dediqué a escuchar mientras Geoooorge, como buen mayordomo, preparaba cola caos y cafés con leche, colocaba las ensaimadas, recién hechas, en una bandeja desde donde esparcían un aroma que provocaba que los jugos gástricos de mi estómago dieran saltos de alegría.

- ¿Tú que opinas, nena? (me preguntó Andresito) - Me hice la despistada. - Perdona pero no estaba escuchando - "¡Fíjate. Ni eso sabe hacer!" (saltó la abuela. Siempre tan "simpática") - Vamos a pintar la Torre del Paseo Marítimo y discrepamos sobre los colores que pensamos dar a las habitaciones y los salones... Por ejemplo, tu abuela quiere pintar la Biblioteca de naranja fosfi. Ya sabes que es su color favorito pero creo que no es apropiada para ese lugar. Distraería la atención ¿no crees?

¡A mi que me importa cómo lo pintéis! (pensé pero dije) - Blanco estaría bien porque, para llenar esa habitación de color solo hace falta la imaginación del que esté allí leyendo. - !Vaya, nena! me acabas de sorprender gratamente con tu comentario. - "No te hagas ilusiones. Le habrá dado un tiento al chinchón"

Entonces quise darle una lección a la ingrata de la abuela. - Piensa en los hombres primitivos, abuelito. Ellos nos enseñaron que menos es más en lo tocante a pintar, o decorar, sus cuevas. Posar sus manos llenas de pintura sobre la piedra, dejando sus huellas impresas, es un dechado de sencillez y buen gusto. - ¡¡¡Bravo, bravo!!! La nena tiene toda la razón. Eso quiero en las paredes de nuestra casa: sencillez.

Unas horas más tarde, la abuela me llamó. Estaba furiosa. - "Te podrías haber metido la lengua donde tu sabes, boba de Coria. ¿Mi casa sencilla? ¡¿Cuándo he sido yo sencilla y más ahora que soy rica?! Vete preparando para dar asilo familiar a tu puñetero abuelito" - ¡Y colgó, dejándome muy preocupada!

Esa noche se presentó Andresito, con lágrimas en los ojos: - Tu abuela ha tirado por la calle de en medio y les ha dicho a los pintores que nada de rodillos para pintar las paredes ¡de toda la casa! Y las han llenado con las huellas de sus manos en todos los colores del Arco Iris. Incluyendo dorados y plateados de purpurina. 

Pascualita debía estar escuchando porque oímos sus chapoteos al dar saltos mortales con tirabuzón, por el éxito de su amiga. - ¿Qué ha sido eso, nena? - Mi primer abuelito celebrando que ahora te toque a ti aguantar lo que, hace años, aguantó él. - Andresito suspiró: - Aaaayyyy, y lo que me queda... - Eso.

viernes, 6 de julio de 2018

Empieza el trajín de Julio.

- "¿No has escuchado nunca la frase: las bicicletas son para el verano?" - Pues... ¿por qué son solo para el verano? Vaya tontería. Yo veo que la gente las monta en todas las Estaciones del año. - "Te estás yendo por los cerros de Ubeda, boba de Coria. ¿Has oído la frase sí o no?" - Puede... ¿quién la dijo? ¿Uno que vendía bicicletas? Menuda vista comercial tenía el tío. Tendría que haber dicho: Las bicicletas son para todo el año y se hubiese asegurado las ventas de los doce meses... - "¡Calla de una vez, jodía! Es el título de un libro e hicieron también una película basada en la guerra civil..."

- ¡Ah, de yankys contra sudistas. Creo que las he visto tod... ¿Qué pasa? ¿Por qué me miras así, abuela? - "Porque te oigo y no me extraña que no encuentres novio y por tu culpa, voy a quedarme sin mi bisnieto. La guerra civil española, borrica." - Esas son cosas de tus tiempos. Yo no había nacido aún ¿cómo quiéres que sepa algo? ... Por cierto ¿de qué estamos discutiendo?

- "He recordado la frase porque ahora estamos en verano y vamos a ir en bicicleta, todos los días, hasta la playa, para fortalecer los músculos de las piernas y prepararnos para cuando empiece el Tour de Francia, que ya queda poco" - ¿No pensarás que nos apuntemos a esa carrera?... - "No es eso. Como viendo el tour se duerme tan ricamente la siesta, es necesario tener las piernas fuertes para que nos sigan aguantando a pesar de las horas que nos tiraremos repantingadas en el sofá"

- ¿Cuándo empezamos? - "Mañana. Temprano" - ¿Qué hora es, para ti, temprano, abuela? - "Las seis de la mañana" - ¡Otra vez, nooooooo! - "No puede ser más tarde. Pedalearemos una hora, vendremos a ducharnos y desayunar para estar listas, delante de la tele, y ver el primer encierro de los San Fermines." -  "Y no podemos pedalear DESPUES, del encierro? - "NO. Hará mucho calor"

Mientras hablaba la abuela trasteó en su bolso hasta encontrar lo que buscaba: un maillot amarillo de ciclista, a la medida de Pascualita. Y una especie de culotte transformado en falda para la medio sardina también. - ¿Se lo pondrás para ver la carrera? - "También pero, sobre todo, para ir en bicicleta" - ¡Oh, no! Pues no seré yo quien lleve el termo de los chinos al cuello. - "Ya lo creo, porque yo me colgaré el termo del chinchón y tú puedes quedarte sin probarlo, alma cándida"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¿Sin probar qué?... Os he oído al entrar. - ¡Menudo radar tiene usted en esa cabeza! La abuela quiere que yo lleve el termo de Pasc... aaaa... de paseo ... - ¡Pascual otra vez! ¿Pero es que no puedes arrancar a éste hombre de tu vida? ¡¡¡Pobre Andresito!!! Menos mal que aquí estoy yo para consolarlo (dramatizó, la Cotilla) - "Sí, pobrecillo. ¡¡¡Menos mal!!! jajajajajajaja"

jueves, 5 de julio de 2018

¡Menudo despertar!

He quedado con la abuela para ir a caminar con ella. Dijo que vendría temprano a buscarme y que no la hiciera esperar. Se ve que tenemos conceptos diferentes sobre lo que es "temprano" porque me ha pillado durmiendo a pierna suelta y me he llevado la primera bronca del día... a las cinco y media de la mañana.

Estábamos en plena confrontación cuando ha llegado la Cotilla. - ¿Qué le has hecho a tu abuela, boba de Coria? - ¡Nada! - "Le dije que estuviera preparada y a la muy vaga, la he encontrado durmiendo ¡Es una irresponsable! ¡Así no encontrarás novio nunca!"

Llamaron a la puerta. (Riiiiinnng) - Vaya a abrir, Cotilla. - No puedo, he acabo mi jornada laboral. - ¡Pero está vestida y acaba de entrar! - ¿Esta es mi casa? ¿No, verdad? No soy quién para abrir puertas ajenas. - Y no se movió del sitio. - ¡Ves tú, abuela, que también estás vestida! (el timbre sonaba como si se hubiese atascado y no paraba: Riiiiiiiiiiiiiing) - "He venido a buscarte, no hacer de criada. Si quieres una te la pagas como hago yo con Geoooorge"

- ¿No ves que aún estoy en la cama y ahí fuera se están poniendo nerviosos? - "Veo que sigues tumbada cuando ya tendríamos que estar andando camino de la playa" - ¡Pero si aún no han puesto las calles! -

El Riiiiiiiiiiiiing, Riiiiiiiinga me ponía de los nervios, en cambio las dos amigas parecían no oírlo.

Del timbre pasaron a los porrazos: - ¡¡¡PAAAAAAM, PAAAAAM!!!

De la cocina me llegó la voz de la abuela: - "¡Nenaaaaaaaaaa! ¿dónde guardas el azúcar?" - ¿Qué hacéis? - "¡Desayunar mientras te arreglas!" - ¡Guardádme algo para mojar! - "¡Vale!"

Al final no me quedó más remedio que levantarme y abrir yo antes de que tirasen la puerta abajo. Mis vecinos tiene los oídos más finos de toda la isla ¡Jesús, que finolis! - ¿Qué pasa, titis? (les embestí en plan chula barriobajera)

El guantazo no me lo esperaba y lo recibí en plena cara, dado con la mano plana: ¡¡¡PLASSSS!!! - ¡¡¡Ayayayayayayayayayayayayayayyyyyyyyy!!! ¡¿Estáis sonados?! Ahora mismo os pongo una denuncia como una casa ¡Bedulio, Bedulioooooo! (grité como si fuera a aparecer por arte de mágia... como así fue) - Llegó libreta de multas en mano. Sacó el bolígrafo del bolsillo superior de la camisa, mojó la punta con la lengua y se puso a escribir: - Por escándalo a las horas brujas de la noche  y siendo reincidente muchas veces. Por hartazgo de los vecinos. Por no dejar dormir a quienes dentro de unas horas se irán a trabajar con el cuerpo dormido. Por... (¡Yo que sé a cuánto subió la multa! No la pienso pagar porque la culpa fue de la abuela. Y aunque eso se lo expliqué al Municipal, no me hizo ningún caso. Eso sí, me desquité llamándole ¡¡¡TRAIDOOOOOOR, LAMECULOOOOOOS!!! ... Por ese insignificante detalle, también me multó,

Cuando el rellano quedó vació entré en la cocina a desayunar. En la mesa estaba mi cola cao, frío pero, ni rastro de magdalenas, croasanes o ensaimadas. - ¡¡¡¿Y yo que mojo?!!! - ¡¡¡EL DEDO!!! (fue la respuesta de las dos viejas mientras se partían de risa)

miércoles, 4 de julio de 2018

La maestra Cotilla.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! - ¡La madre que la parió, Cotilla. Que susto me ha dado! - Esta noche he podido convertirme en una asesina de lo más siniestra matando a la vecina, hacerla cachitos y preparar hamburguesas para dárselas al Blas el parado, para que las venda en el paseo de la playa de Can Pastilla. Y con los huesos y unas cuantas verduras, preparar un caldo de los que levantan un muerto (nunca mejor dicho) y congelarlo para que en invierno y pueda venderlo en la Plaza de España a los jubilados que van a dar de comer a las palomas, a un euro el vaso de plástico.

Serían sobre las tres de la madrugada cuando me ha gritado su saludo en mi oreja durmiente. Ha faltado poco para que, del salto que he dado, me quedara colgada de la lámpara. Esta mujer no tiene miramiento alguno. Va a lo suyo y a los demás que les en morcilla.

- No tienes ni idea de lo instructivo que es trabajar en la calle. Se oyen comentarios de todos los colores y eso te prepara para distinguir lo real del fraude. - ¡¿Me ha despertado para decirme esto?! - ¿Tú sabes quién construyó las Pirámides de Egipto? - Yo no fui, se lo aseguro. Y ahora que hemos aclarado el asunto ¡largo de aquí!

- Ya sé que no fuíste tu, alma de cántaro porque tu cabeza no tiene capacidad para cobijar un cerebro a la altura de aquellas gentes... - ¿Me está llamando tonta? ¡Encima! - Tu abuela me ha pedido que te instruya un poco en los Misterios del Universo, a ver sí así encuentras un científico que te aguante, aunque sea por tu conocimientos académicos made in Cotilla y acaba haciéndote un bisnieto.

Me di media vuelta en la cama e intenté agarrarme al sueño destrozado que iba alejándose rápidamente. - Fueron los extraterrestres. - ¡Eso ya lo se! - ¿Pero, de qué planeta? ¡No tienes ni idea!  - ¿De la Tierra? - ¿Ves cómo necesitas de mis conocimientos? No te esfuerces en entrenarte porque ya eres suficientemente tonta ¡De Plutón, boba de Coria! De ahí vinieron los constructores de las Pirámides.

Pensé en ir en busca de Pascualita y tirársela a la vecina pero me dio pereza levantarme. También pensé que si dejaba de interrumpirla se daría prisa y acabaría en seguida con su "clase de Historia" La monotonía del rollo que me estaba soltando me recordó al soniquete de la Letanía y me dormí tan ricamente... zzzzzzzzzzzzzzzzzzzz

La sensación de que alguien quería lanzarme desde lo alto de la Gran Pirámide, con muy malas intenciones por cierto, fue causada por el zarandeo que me estaba dando la Cotilla - ¡¿Te has enterado de algo, boba de Coria?...! - Que... síiiiiiiii... - A ver si es verdad ¿cómo se llamaban los Arquitectos plutonianos?  ¡¿Me oyes?! - Abrí los ojos legañosos y cacareé: - ¡¡¡EL DUO DINAMICO!!!.



martes, 3 de julio de 2018

¡Vaya dos!

La Cotilla sigue sin hablarnos pero  no deja de venir por casa y sigue comiéndose todo lo que cree que le toca. He pensado cambiar la cerradura de la puerta de la calle para que no entre más pero la abuela, apelando a la caridad cristiana que supone que tengo, me ha dado un sermón sobre lo feo que es abandonar viejas a la puerta de las iglesias.

- No había pensado hacer nada de eso... - "¿Te gustaría que te lo hicieran a ti llegado el momento?" - No pero... Te digo que... - "La mirada acusadora de sus ojos cansados, ojerosos, llorosos, te seguiría hasta tu último suspiro" - Vale, abuela pero, yo no... - "Nunca pensé que pudieras caer tan bajo" -

No había manera de interrumpirla. A veces pilla carrerilla y no deja meter baza, así que tuve que gritar e imponerme: - ¡¡¡VALE, YA, JODÍA!!!

El pescozón me llegó sin esperarlo y reboté contra el cristal de la vitrina hasta que se rompió. Ahora llevo un collarín cervical y un montón de pequeñas cicatrices en la cara, causadas por pequeñas esquirlas de cristal... Pero logré que la abuela se callara.

De vez en cuando me mira de reojo. Creo que está arrepentida de lo que me ha echo... - ¿No crees que deberías pedirme perdón, abuela? (la animo a que lo haga) - "¿Yooooooo? ¡La culpa es tuya! Si ves que discutimos ¿para qué te pones tan cerca de la vitrina, alma de cántaro? Ahora mismo tengo un disgusto muy grande porque ese cristal ha estado conmigo desde que me casé con tu primer abuelito... y ahora ya no existe... snif... lo has roto... snif... Era como de la familia... snif... Esta vitrina jamás será la misma... snif... ¡Que cruz tengo contigo!"

- ¡No me dejabas hablar, abuela! Quería decirte que nunca he pensado echar a la Cotilla a la calle. Y en caso de que lo hiciera, viviría contigo en la Torre del Paseo Marítimo como amiga de tu infancia que es... - "¡Lo sabía! ¡Quiéres endosármela!" - Pero... pero... ¿y todo ese sermón que me has soltado... ?

La Cotilla entró hasta la cocina. Encontró una ensaimada del día anterior y se la zampó. Cogió la jarra de chinchón on the rocks de la nevera y se repantingó en una butaca de la salita. - "¿Sigues enfadada? ¡que cansina eres, jodía!" - La Cotilla abrió una bolsa de pipas y encendió la tele para ver un partido del Mundial de fútbol, dos minutos después, roncaba como un angelito.

La abuela no aguanta ésta situación. Zarandea a su amiga hasta que abre los ojos. - "¡Háblame!" - ¡Quiero mi pisapapeles! - "¡Anda y que te den morcilla!" - Es también: ¡quiero un bocadillo de morcilla!

lunes, 2 de julio de 2018

De vuelta a Palma.

¡Lo que sudamos para quitarle el Torico a la Cotilla! Se defendía como gato panza arriba. - "Hay que devolverlo o no nos dejarán salir de la ciudad!" - ¡Ni hablar! A ésto le saco treinta euros por lo menos, en una noche de trapicheo. - Tenemos los billetes para mañana y no podemos perderlos, Cotilla ¡Que suelte el toro le digo, coñe!

No había manera de hacerla entrar en razón y optamos por la vía drástica. En plena pelea por la posesión de la pequeña estatua, la abuela echó a Pascualita sobre su amiga. Harta ya de tanto grito, la sirena se agarró con fuerza a la cabeza de la Cotilla y en un santiamén, la dejó pelona a base de tirones y mordiscos. Entonces sí que sus gritos se escucharon hasta en el hall del hotel. 

La Cotilla corría como una posesa, saltando sobre las camas, pisoteando el sofá. Nosotras corríamos tras ella, gritando: - "¡¡¡PARA YAAAAAAAAA, JODÍA!!!" - Finalmente le hice un placaje y rodamos por el suelo. En ese momento arranqué a Pascualita de la oreja donde se había sujetado con los dientes de tiburón, para no caerse.

El alarido fue espectacular. Enseguida le dimos chinchón a morro y acabó dormida como un bebé mondo y lirondo. Nosotras fuimos al Ayuntamiento a entregar el símbolo de Teruel. Nos lo agradecieron infinito. Alcalde y concejales no paraban de hacernos reverencias e invitarnos a todo evento festivo que se celebrara ese año.

No faltó, sin embargo, el personaje desconfiado. El tío de colmillo retorcido que quiere saberlo todo al dedillo y no ceja hasta lograrlo. - Perdón, señoras... jejejejejeje ¿dónde han dicho que han encontrado al Torico...jejejejejeje

No lo habíamos dicho, evidentemente. Ni siquiera nos lo habíamos planteado y no teníamos respuesta que dar. - "Pues... el caso es que lo encontró mi nieta... ¿verdad, Nena?" (¡La madre que la parió! pensé) - Creo que sí... - ¿No sabe si la encontró usted misma? jejejejejejeje - ¡Claro que lo sé! ... pero no conozco los nombres de las calles... - Descríbamela. - ¿A quién...? - A la calle, o el sitio. Diga lo que recuerde jejejejejeje - El listillo me estaba poniendo a cien. - ¿No le basta con que lo hayamos traído, caballero? Pues, hale, pónganlo en lo alto de la columna y aquí paz y después gloria.

Cogí a la abuela del brazo, levantamos la cabeza y muy dignas, salimos a la calle a que nos diera el aire, que menudo sofoco llevábamos.

Esta mañana, al salir del hotel con las maletas, nos han avisado que nos esperaba un coche para acompañarnos hasta Valencia para tomar el avión de regreso a Palma. - "¡Que amables son ustedes!" (la sonrisa de la abuela era esplendorosa) - No ha sido cosa nuestra, sino del Ayuntamiento... - "¡Oh, dele las gracias a la Corporación en pleno, de nuestra parte! Seguro que nos han puesto un rolls royce ... " - Es la guardia civil. - ¿Cómo... dice? (dije yo) - El Alcalde ha dicho que será más seguro para la ciudad que la guardia civil no las pierda de vista hasta que su avión despegue con ustedes a bordo.

Y así hicimos el viaje de vuelta. Claro que el pobre guardia civil al que le tocó acompañarnos, no olvidará ese día porque la abuela se pasó todo el trayecto sonsacando al pobre hombre: - "¿Está casado, guardia? ... ¿Tiene novia?... ¿ah, no? Vaya... - ¿Qué le parece mi nieta? ... Tiene menos años de los que aparenta... ¿no me cree? ¡Nena, saca el DNI! ... ¡Anda, se lo ha dejado en casa jajajajajajaj! ¡¡¡Que graciosaaaaaaaaaaaaaa!!! ... ¿Le gustan los niños? ... ¿Sí?... A mi los bisnietos...  Mi nieta quiere tener uno... Hijo, no. Bisnieto... ¿Cómo que bisnieto no?... ¿No será usted gay?... ¿Seguro?...

Y así siguió la abuela hasta que subimos al avión y el guardia civil cayó redondo al suelo. ¡Nunca más! les dijo a sus jefes ¡¡¡NUNCA MAS!!!

domingo, 1 de julio de 2018

Misterio resuelto.

La Cotilla lleva dos días pegada al bolso. No lo deja ni para ir al baño. - "Que ínfulas te han entrado desde que estamos en Teruel. Hasta imitas a la Reina de Inglaterra yendo con el bolso a todos lados." - Me he dado cuenta de que ya tengo una edad en la que hace señora ir así. Mis años hippys ya pasaron a la Historia (ha dicho y se ha quedado tan pancha)

Naturalmente, tanto apego al bolso nos ha mosqueado. Además parece que pesa y suda la gota gorda. - Deje que se lo lleve un ratito, Cotilla (intento ser amable pero descubre mi intención de mirar dentro) . - ¡Que nooooo!

Por fastidiarla y descubrir su secreto, nos pasamos el día caminando de la Ceca a la Meca. Y tenemos a la Cotilla sudando como un pollo, con medio metro de lengua afuera y sin soltar el bolso. La abuela decide emborracharla. - "Será la única manera de saber qué guarda"

Volvemos al hotel con una botella de chinchón. - ¿Habéis comprado hielo? - "Naturalmente, querida amiga" (la abuela se está pasando con sus florituras y la otra acabará sospechando que hay gato encerrado)

Después de comer preparo una jarra de chinchón on the rocks bien fresquito y nos acoplamos frente al televisor a ver piernas de tios buenos y quejicas, jugando al fútbol. Poco a poco, el sopor de la siesta se adueña de nosotras y dormimos tres horas a pierna suelta hasta que unos porrazos en la puerta nos despiertan. - ¡¡¡No pueden tener leones en la habitación o pagarán un suplemento disuasorio!!!

Abro para ver qué pasa. El Director del hotel me aparta y entra. - ¡Los clientes están asustados y quieren irse! Menos mal que fui domador de fieras en mi juventud y puedo capear ésta situación... ¿Dónde están? - "¿De qué habla éste tío?" - De las fieras que se han tirado tres horas rugiendo ¡Tendrán hambre, digo yo!

A Pascualita, asomada al escote de la abuela, no le gustan los despertares bruscos e intuyendo que el recién llegado es el causante de su mal genio, se impulsa con su cola de pez y cae en plena cara del Director. Y se arma la marimorena.

Cuando consigo arrancar a la sirena, que mastica un trocito de nariz del pobre hombre, éste parece un Ecce Homo. Sangra como un toro de lidia. Grita y corre dando vueltas por la habitación. Llora, salta, moquéa... En fin, un asco.

La Cotilla, que bebió más chinchón que nosotras, toma al Director por alguien que viene a robarnos y se lía a bolsazos con él. Al segundo golpe cae como un saco de patatas. - "¡Para, que lo has matado!" - ¡Menos mal! ¡Quería mi pisapapeles! - ¡¿Eso es lo que guarda en el bolso?! - La abuela lo sacó, triunfante: - "¡¡¡EL TORICO!!!"