domingo, 5 de mayo de 2024

¡Por culpa de la abuela!

Hoy estoy muuuuy enfadada, por eso remugo sin parar. Los personajes de casa intentan evitarme haciéndose invisibles. La única que no tiene ese poder es la Cotilla así que, en cuanto ha entrado en casa, después de su jornada nocturna de trapicheo de todo lo habido y por haber, la he cogido por banda y no le ha quedado otra que aguantarse.

- Por culpa de la abuela no puedo celebrar el Día de la Madre. - ¿Y? (preguntó como al descuido la vecina) - Pues que me he quedado sin tarjeta de felicitación ¡por culpa de la abuela! ¡No deja que Geoooorge venga a casa a cortejarme ! - ¿Qué tiene que ver esto con que sea el día de la Madre, boba de Coria? - Que, a éste paso, no tendré ningún niño... - ¡No tienes que tener un niño sino un bisnieto! Anda que no está tu abuela harta de decírtelo

- Ya, pero si no viene Geoooorge... 

La Cotilla me dejó con la palabra en la boca al entrar corriendo en su cuarto y cerrar la puerta con llave. Pero me dio tiempo a escuchar: - ¡Que cruz tengo con ésta mu

Salí al balcón e, inmediatamente, la Cristalera se cerró y pasó desapercibida para mi. - ¡Uf! (me pareció oír)

De repente, algo frío se pegó a mi pierna. En un acto reflejo lancé una patada al aire y vi como Pascualita salía volando hasta la copa del árbol de la calle: - ¡Oh, no! (grité) 

La fregona, que yo había dejado la noche anterior en el balcón, tuvo un ataque de risa. El árbol le lanzó un silbido de admiración: - ¡Que bien te sienta la melena, tía buena! - Después, señalando a la sirena con una de sus ramas, me aconsejó que la felicitara para evitar mordiscos innecesarios. - Felicitar... ¿por qué? - ¡Por el Día de la Madre! - ¿Tú crees que la medio sardina ha sido madre alguna vez? - Después de millones de años en el mundo, cabe la posibilidad ¿no te parece?... - Vale, pero yo quería que me felicitasen a mi (dije, haciendo pucheritos)

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario