No sabía yo que una televisión pudiera tener tanta guasa. Cuando voy a encenderla, canta: - ¡Enchúfame esta veeeeez! ¡enchúfame esta veeeeeez o no te respondereeeeee! - Luego recibe aplausos entre risas y silbidos de los personajes.
Son muy "graciosos" Como si nunca se hubieran equivocado. La Cotilla, cómo no, está al cabo de la calle, . - ¿Quién se lo ha dicho? - Las vecinas. - ¡Esta escalera está llena de chafarderas. Empezando por usted! - Es que tus decibelios batieron récords. Hasta los sordos te oyeron. Creo que quieren hacerte su Patrona porque, ese día, incluso los que tienen una larga sordera, te oyeron.
Mi primer abuelito, subido a la lámpara del comedor, me mandaba besos: - Cuando quieras serás bien recibida en el Más Allá. Lo han dicho los jefazos. Tuviste un detallazo desatascando orejas sin necesidad de aparatitos... Estoy orgulloso de tí, nena. Mira, este sudario de Oscar de la Renta, te lo ha dedicado. Como ves, está lleno de oídos librándose de los tapones de cera. - En efecto: las orejas se abrían y saltaban al aire los tapones con un sonoro ¡PLOF! - Es chulo ¿eh? - Chulísimo...
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