miércoles, 8 de octubre de 2025

Cuentos chinos,

 Una noche, la Luna llena se vistió de rojo mientras el aullido del lobo atemorizó a los vecinos del barrio. 

Fueron pocos los que sacaron la basura esa noche. La única persona que respetó las ordenanzas del Ayuntamiento fue Caperucita Roja. Ella no le temía al Lobo Feroz porque era sorda como una tapia y el aullido le entraba por una oreja y le salía por la otra.

Caperucita estaba con su abuelita como Pedro con la guitarra. Además, corría que se las pelaba. Su madre siempre la aprovisionaba de tapers llenos de cosas ricas para que, si se topaba con el Lobo, compartiesen la comida como buenos hermanos.

Pero tanto va el cántaro a la fuente que a veces se rompe. Y ocurrió que, en lugar de encontrarse con el Lobo Feroz, Caperucita se topó con Pascualita, más enfadada que un mono y se lió a mordiscos contra la Cotilla por haberle pisado su hermosa cola de sirena.

Dio la casualidad de que no le gustó nada de lo que había en los tapers y pegando una patada a la cestita la mandó a tomar viento. ¡Menuda trifulca se armó cuando la abuelita se quedó sin el queso, el pastel y la jarrita de miel! Sobretodo de esto último porque la jarrita se rompió y todos quedaron pringados.

Seguía la discusión cuando una Abeja Reina vino a fundar una nueva colmena en el árbol de la calle. - ¿Piensas quedarte aquí por la patilla, Majestad? Pues son tropecientos euros de alquiler. Que lo sepasssssss.

 

 

lunes, 6 de octubre de 2025

Pues bueno, pues vale...

Pascualita ha encontrado la horma de su zapato. Ya sé que no tiene pies pero es una forma de expresarme, María de la O. Estoy segura de que el conocimiento entre ellas viene de lejos porque ambas son más antiguas que andar palante.

La más jovencita es la Esfinge, mitad león, mitad persona. La otra es mitad pez, mitad persona. Dos personajes raros, raros. Y con un genio de mil demonios. Tengo entendido que llevan milenios sin hablarse hasta que, de repente sintieron que tenían muchas cosas que contarse y ahora hablan sin parar.

Pascualita, al ser tan pequeña como una sardina en aceite, viste minifalda y canta Quince años tiene mi amor, noche y día. La Esfinge, a la que teme el Tiempo, ha echo dúo con el árbol de la calle y cantan el Brindis de la Traviata en bucle. ¡Menudo tostón!

Y de repente, cada vez que se habla de la Flotilla por la Paz sale el careto de Pascualita en todas las televisiones mezclado con con infinidad de personas. Es una buena manera de pasar desapercibida. 

Adivina quién soy. Es el título que ha buscado a un nuevo concurso televisivo de esos que duran dos días y medio y pare usted de contar.Me gusta más: Pare usted de contar

 

 


 

domingo, 5 de octubre de 2025

Como la vida misma...

El elefante estiró su trompa hasta la copa del árbol de la calle. - Vaya, ya tenemos aquí a San Serenín del Monte haciendo como que no cotillea pero ¡anda que no! Todo cuanto personaje se pasea por mi casa no hace otra cosa que cotillear. Y el elefante que paseaba por mi barrio no quiso ser menos.

Las dos caras de la Cristalera rezumaban envidia cochina porque nadie les echaba cuentas cuando ellas tenían dos caras y el elefante solo una trompa. ¡Ya ves tú que mal está repartido el mundo!

Los comensales de la Santa Cena andan como pollo sin cabeza dándose golpes de pecho en plan arrepentimiento por haber cedido al hambre canina. Pascualita se hace cruces - ¿No tienes hambre? ¡Pues come! luego una buena siesta y aquí paz y después, gloria.

 

 

 

sábado, 4 de octubre de 2025

¡A comer tocan!

La algarabía que han montado los gorriones que viven en el árbol de la calle ha llamado mi atención: - ¿Qué pasa, vecinos? ¿A qué viene tanta escandalera? - Están comiendo a dos carrillos. Tienen la boca llena, por eso no pueden hablar (explicó el árbol)

Los comensales de la Santa Cena abrieron ojos y orejas para enterarse bien sobre qué tecla  tocar para poder aprovechar y comer ellos también. - ¡Son mosquitos! - El árbol tuvo que gritar para hacerse oír. - ¿Seguro? Pues va a ser que NO vamos a comer eso.

De la cocina llegó la voz de Pepe el jibarizado: OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO - Tiene razón Pepe. - Yaaaa... pero no es lo mismo pan que mosquitos...- Mi primer abuelito había traducido el refrán dicho por Pepe: .Donde hay hambre no hay pan duro.

- ¿A qué viene tanto mosquito? - A una subida del calor, supongo... ¿Qué,, los probamos?

Algún comensal se hizo el remolón pero la tentación y sobre todo,el hambre canina, pudieron más y dejaron entrar a los mosquitos en el cuadro donde fueron recibidos por doce bocas dispuestas a todo.

Más tarde hubo conatos de arrepentimiento. - No debimos haberlo echo... - No puede ser pecado porque un mosquito no es un pollo... 

Pascualita, persiguiendo a una nube de mosquitos que revoloteaban en el cuadro, acabó con ellos, cansada de sufrir picaduras, llenándose la boca con ellos y tragando agua de mar de la pila de lavar del comedor. Unos sonoros eructos dieron fe de lo bien que les había sentado, a todos, la comilona.

viernes, 3 de octubre de 2025

¡Jopé!

- "Nena, te mando a mi marido, Andresito, para que lo cuides mientras yo esté de flotilla ... " - ¡¿De qué?! - "Con los barcos que marchan rumbo a Gaza" - ¿Te han enrolado... ? Pero si tu te mareas solo con pensar que el barco puede moverse. - "Me dijeron que me sacarían en primera plana de los periódicos y las teles" 

La abuela estaba contenta. Sería famosa, aunque no le dijeron que era por ser la persona de más edad que participaba. - ¡Huy, si llega a saber que este era el motivo, hunde la flota entera y se queda tan pancha!

Andresito me miró. - No me descubras, nena. Tú abuela no paraba de decir ¡Que envidia me da ésta gente! ¡Yo quiero ir! Mueve tus influencias políticas para que me hagan un hueco  en uno de los barcos. Consiguelo... ¡o nos divorciaremos! . No me quedó más remedio que aceptar lo que me ofrecieron, por ser la más vieja ... ¡Ay, Señor, como se entere ¡Me capa! - No me gustaría estar en tu pellejo. - Me aseguraron que no dirían nada...

Fue poner la tele y salió una foto, no muy agraciada, de LA CENTENARIA ABUELA que nos acompañará los días que haga falta... - Andresito había perdido el color -¡Oh, noooooo! Soy hombre muerto - Pues sí (dijo mi primer abuelito que miraba compungido a su sucesor) - Te lo digo por experiencia...

 

 

jueves, 2 de octubre de 2025

Menuda faena.

Ha entrado en casa una mariposa de hermosos colores irisados. ¿De dónde venía? - Tenía que saberlo y mi primer abuelito no estaba a la vista para preguntárselo. Está atareadísimo probándose los sudarios de la temporada Otoño-Invierno. 

La mariposa revoloteó inspeccionando mi casa con ojo clínico. Se la veía cansada y le preparé agua con azúcar. Fue mano de santo. Una vez recuperadas las fuerzas se fijó en la pila de lavar del comedor y decidió posarse en las algas que asomaban del agua de mar. 

Las bolas de polvo contuvieron la respiración y otro tanto hicimos los que pensamos que corría peligro inminente de ser devorada por Pascualita que, en éste momento estaba en el barco hundido.

El árbol de la calle cerró la bocaza de madera.Todos evitamos hacer ruido. Los comensales de la Santa Cena, desde dentro del cuadro movieron sus brazos como si fueran aspas de molino al ver emerger a la sirena. Entonces ocurrió lo inesperado: la mariposa , de un vuelo corto, vino a colocarse sobre la cabeza de Pascualita, desenrolló su trompa y con ella acarició a la medio sardina que, emocionada, se estremeció.

Se creó una atmósfera agradable, simpática, cariñosa y... ¡Vaya, todo se fue al garete cuando Pepe el jibarizado, harto de que nadie le explicara lo que estaba ocurriendo, gritó enfadado: - ¡OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! Y como una pompa de jabón, la atmósfera agradable, etc. etc. ¡EXPLOTÓ!

 

miércoles, 1 de octubre de 2025

Todos a favor de mi primer abuelito.

Bedulio ha vuelto a patrullar las calles del barrio me ha dicho la Cotilla pero, por prescripción facultativa, no debe pasar por nuestra calle. Por lo menos hasta que se descubra a santo de qué pierde los papeles.

Sería muy fácil para mi decir el porqué a su jefe: Mire usted, Bedulio tiene alergia al alma de mi primer abuelito.  Y no sé por qué. Es muy educado. Le gustan las bromas y exhibirse con los sudarios de alta costura que realizan para él los grandes modistos que ya habitan el Más Allá. Sin embargo el árbol de la calle me ha recomendado que no lo haga: - Los vivos se toman estas cosas muy en serio. Lo menos que pueden hacerte es ponerte un sambenito de Amiga de los fantasmas.

Mientras tomaba el cola cao con Pascualita comentaba estas cosas con el resto de personajes de casa. Los comensales de la Santa Cena pusieron a Bedulio a caer de un burro: - ¡Pero si tu primer abuelito es un encanto! Si no fuera por él no nos entenderíamos entre nosotros porque mira que se hablan idiomas en ésta casa.  Todos estuvieron de acuerdo. 

El abuelito, rojo como un tomate, disfrutaba escuchado las alabanzas que recibía: - ¡Basta, por favoooooooor! ¡Aaayyy, como os agradezco estas palabras inmerecidas.... jejejeje - Entonces de escuchó la voz de Pepe el jibarizado desde el estante de la cocina: - OOOOOOOOOOOOOOOOOOOO ... - Gracias, ... ¡Buaaaaaa! Pepito - La emoción pudo con él.