He tenido que echarle una ojeada de los relatos de setiembre de éste año porque me ha dado el pálpito de que se me pasó felicitar a Pascualita cuando cumplió los 14 años de su estancia entre nosotros.
¡Catorce años ya y la bruja sigue sin arrugas! ... Ahora comprendo mi despiste de aquellos días: murió Robert Redford. Me siento perdonada por la sirena porque a ella también le gustaba.
Llamé a la abuela: - "¡Vaya por Dios! Con semejante noticia como vas a pensar en otra cosa. Pobrecita mi chiquitina. Habrá que comprarle algo..." - ¡Un Sí, señor y un calle usted! - Salté rápida para congeniarme con ella dándole una idea barata y original pero no tuve éxito. - ¡Porque te tengo lejos que, si no, te tragabas el sofá!
- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaaa! ¿ Qué le pasa a tu abuela? - Estamos discutiendo a cuenta de Pasc... esto...¡Atchíiiiiis! - ¿Sigue sin dejar al maromo éste? ¡No le da vergüenza! - ¿A quién? - "A tu abuela, boba de Coria" - Esta vez ha faltado poco para descubrir Pascualita. Hay que ver lo nerviosa que me pongo con éstas cosas.
Luego, siguiendo con mi despiste, dije: - ¡Venga, vamos a brindar por Pasccccc...!
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