Me he enterado que el causante de quedarme sin sillas en el comedor ha sido el nuevo celo de la sirena ¡¿Pero cuando se terminará ésto?! La medio sardina lleva milenios teniéndolos pero como no hay sirenos, no sirve para nada. Y aquí estoy yo aguantando el ajetreo de sus hormonas pre, pre, pre,pre, pre...etc. etc. etc antidiluvianas, prehistóricas ... Ya no sé que más decir de tan antiquísima que es la sirena... Ahora me asalta una duda ¿Se habían inventado ya las neuronas cuando ella nació? Total, que ¿a ver dónde nos sentamos ahora?.
El chirrido de las ruedas del rolls royce frenando de golpe en la parada del bus, llegó a mis oídos con la claridad de un toque de clarín a dos palmos de mi oreja. Inmediatamente arrancó el concierto de claxons y la entrada en casa de mi segundo abuelito: Andresito.
- ¿A qué ha venido el frenazo? (pregunté y contestó Geoooorge) Bus querer ocupar su puesto en la parada. - En SU PARADA, querrás decir. - No, boba of Coria. Un rolls royce ser the King. Un bus, esperar. - Madre del Amor Hermoso ¡Estás pallá, inglés!
Andresito estaba muy serio y no me quitaba ojo. Mandó a su mayordomo a preparar el té y, en cuanto cerró la puerta de la cocina, dijo. - ¿Así que tu abuela tiene un querido al que tú acoges en ésta casa? - Digo NO a todo (contesté) - Y se llama Pascual (siguió como el que oye llover) - Pascualita (repliqué. Me temblaba la voz)
Andresito me miró desconcertado. - ¿Una mujer? - Hombre, yo no lo diría así jejejejeje Media y va que chuta. - ¿Has bebido chinchón? - On the rock ¿Quiéres?
Mi primer abuelito, desde lo alto del riel de la cortina de la salita, aplaudió a rabiar: - ¡Bien por ese cambio de conversación, nena! - Pero no fue tan fácil: - La Cotilla me dijo... - ¡Huy, lo que diga ese bicho. Pregúntale a tu mujer. Ya sabes: Pascualita.
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