martes, 17 de junio de 2025

Se cumplió el veredicto.

En el barrio no se hablaba de otra cosa: - ¿Visteis a la nena? ¡Qué tía! Como actúa. A este paso le entregarán un Goya a la mejor actriz antes de que cumpla los veinte ¡Me encantó! - ¿Los veinte? te digo yo que los treinta y cinco ya los ha dejado atrás. - ¡Exagerada! - Para mi que se queda corta, por lo que le he oído decir a su abuela cuando hablan a gritos... - O sea, ¡siempre! jajajajajaja - ... dice ¿Y el bisnieto pa cuando? que se te está pasando el arroz.

Parece que el concepto que la gente tenía de mi ha cambiado para bien, Pascualita. Y todo por "culpa" del dichoso platanero.- La sirena mostró su terrible sonrisa. - ¿Te divierte? Creo que me pasé siete pueblos... ¿no? Ah, bueno, mejor...

Los comensales de la Santa Cena, envidiosos de todo aquel que coma todos los días como, por ejemplo, el árbol de la calle. Un dos, tres, responda otra vez - El árbol de la calle, las bolas de polvo, los gorriones, tú misma, nena, Ya nos podrías pasar una ensaimada de vez en cuando... o una empanada... o...

Cuando vimos aparcar la furgoneta de Parques y Jardines junto al platanero, todos contuvimos la respiración. Tan solo la Cristalera interior, que es muy dramática, suspiró con tal fuerza que nos despeinó a todos. 

Contrario a lo que nos tiene acostumbrados, de la bocaza de madera no salió un chorro de voz cuando, haciendo un esfuerzo postrero nos dijo: - ¡Adiós... mundo... cruel... ¡snif!

Aquello era demasiado y cerré las persianas del balcón para no ver como talaban al árbol de la calle, le arrancaban las raíces y prendían fuego a su madera siguiendo las instrucciones del Alcalde, como castigo a haberse comido todo lo que se le pone a tiro... 

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