El árbol de la calle criticó, ampliamente, a la abuela y a la Cotilla que, aún sabiendo que él es de madera, no dudaron en encender una buena luminaria de velas, velitas y velones. poniendo en peligro la vida de el mejor vecino del mundo mundial (EL) a cuenta de un desconocido por guapo que sea... Además, para gustos, colores.
En seguida las bolas de polvo hicieron piña con el árbol. - Tiene tooooda la razón. Si necesitas nuestros votos para algo, aquí estamos y que sepas que somos ¡Ciento y la madre!.
Los comensales de la Santa Cena también se unieron a ellos - Vosotros no sois de madera (protesté) - Pero el marco en el que estamos, sí.
Las COFRE dudaron un rato pero, tras escuchar al árbol lo tuvieron claro - Si os cae una chispa encima, arderéis como una pavesa. - Ah, bueno, como no sé lo que es eso no me doy por enterada. (dijo la escoba) - La fregona le puso la guinda al pastel: Además, Pavesa viene de pavo... por lo tanto no tenemos nada más que decir. - Y se fueron a ver la tele.
Pascualita despertó de la siesta encontrándose con tan sesudas opiniones. - ¿Qué dices tú, sirena? - Mi primer abuelito apareció sentado sobre la pila de lavar del comedor. De la cocina salió la voz de Pepe el jibarizado dando su opinión que no sé si convenció a alguien. Mi primer abuelito habló por boca de la medio sardina: - Si alguien se quema, yo soy la que maneja el agua.
Se hizo el silencio hasta que todos entendieron que Pascualita tenía la sartén por el mango: EL AGUA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario