sábado, 20 de septiembre de 2025

Quien no se fía, no es de fiar.

Necesitamos salir al balcón los días de más calor. Cantar Clavelitos con poca gracia y esperar que el vecino, o vecina, de arriba se harte de oírte y te tire un cubo de agua. No hay nada como una ducha tempranera y sin gastar ni una gota de agua, que estamos en pre-sequía.

La bañera ha pasado a ser propiedad privada de Pascualita. La defiende a capa y espada mostrando, amenazante, la temible dentadura de tiburón. Para ducharnos la Cotilla y yo, primero hay que brindar las veces que haga falta, con chinchón on the rocks. Hay que ver lo que aguanta el alcohol la sirena. Parece imposible que un cuerpo tan pequeño trasiegue tanto.

La abuela está muy espléndida éste verano: Cada vez que viene a casa trae bolsas de cubitos de hielo para que su queridísima amiga no pase calor. Y cuando se va cuenta los que quedan. - Tu nieta soy yo. (le dije)- "Lo sé. Por eso los cuento".

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario