Esta madrugada he sentido el frío tacto de la muerte ¡Menudo respingo me hizo dar la interfecta! - A duras penas pregunté: - ¿Ya...?
Cerré los ojos y espere a que ocurriera lo inevitable pero no pasó nada. Poco a poco mi mente se iba tranquilizando hasta dejarme pensar con claridad... Estiré la mano con precaución hasta encontrar ¡la cola de sardina de Pascualita! - ¡La madre que te parió ¿Qué haces aquí? (grité, poniéndome de pie encima de la cama)
En un rincón del cuarto una tenue lucecita anunciaba la visita de mi primer abuelito. - ¡Solo falta la Madre Superiora! (seguí gritando) - Venía a enseñarte el nuevo sudario de Armani ¡Mira el estampado de la flotilla de la Paz tirando flores sobre el mar!
Era una verdadera maravilla. - Estoy emocionado ¡snif!
De repente me di cuenta de que alguien aporreaba la puerta de casa. Abrí de golpe y pegué un puñetazo a la primera cara que se me puso a tiro ¡Buena se armó!
Llevamos todo el día en Comisaría ... Dio la casualidad que la cara era la de Bedulio. He tenido que llamar a mi jefe diciéndole que no sé cuando volveré al trabajo. - Si no estás en tu puesto en una hora, ya no hará falta de vuelvas.
El jefe de los Municipales cotejó el asunto: - Nena, sí. Nena, no - Minutos después salí a la calle después de jurar que no volvería más por allí.
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