domingo, 31 de agosto de 2025

Innovando.

Llegó el cartero, eso dijo el señor que me trajo la carta que iba sin sobre y sin sello. claro que el cartero también llegó sin ropa , a pecho descubierto y los calzoncillos puestos de moda éste verano.

- ¿No va usted muy despechugado, buen hombre? - Sabrá usted si soy buen hombre o no, so lista. . - Es que me da no sé qué llamarlo cartero porque, ni lleva cartera, ni hay sello ... - El servicio de Correos está innovando para no quedarse estancado en el tiempo. Tenga, su carta.

En mis manos depositó un rollo atado con una cinta roja que, al desenrollarlo, se transformó en un papiro lleno de jeroglíficos. - ¡Anda, que bonito! - ¿Le he traído buenas noticias? - No tengo ni idea. Lo enmarcaré y lo colgaré en la pared del comedor.

Mi primer abuelito apareció junto el papiro. - ¿De dónde has sacado ésto, nena? - Me lo ha traído un cartero sin cartera ni sello. - ¿No te ha parecido raro.? - El servicio de Correos está innovando... - Ah, si es así, me calló. Aunque me da la impresión de que volvemos miles de años atrás... ¿Lleva firma la carta? 

Sí la llevaba: una sirena y el dios Thot  - ¿Y? - El dios de la escritura y... ¿Pascualita? ¿A quien NO HA CONOCIDO la medio sardina? -

En un visto y no visto, Pascualita saltó a mi escote, me arrebató el papiro y regresó con él a la pila de lavar del comedor . - ¡Oh, Noooooooooooooooooooooooo!

              

sábado, 30 de agosto de 2025

Mi arma secreta.

Ahora resulta que todo bicho viviente que habita en mi casa, tiene un "lugar propio" donde dormir. Hasta ahora esto era cosa de dos, la Cotilla y yo pero, desde que la abuela y Andresito se han instalado, por t'ol morro, nadie quiere ser menos.

El caso es que, en cuanto anochece, en casa hay un trajín de bolas de polvo, Pompilio, las ramas del árbol de la calle intentando entrar por las ventanas. Los comensales de la Santa Cena, en cuyo cuadro todos tienen asignados sus sitios, pierden el culillo por sentarse en el primer sitio que cogen en alguno de los dos bancos que hay.

Pepe el jibarizado está histérico porque nadie le ayuda a cambiar de sitio cuando él sabe, gracias al movimiento rotatorio de su ojo-catalejo, que a veces hay huecos para tenderse fuera de la cocina. 

Yo misma he tenido que sentarme en el suelo porque, o bien Andresito o la abuela, tienen que estar cómodos (dicen) porque son personas mayores (¡para eso sí!)

Esta mañana me ha despertado la sensación de ¡no estar sola en mi cama! - ¿Quién anda ahí? - Un ronquido profundo bastó para convencerme de que estaba en lo cierto.

Al tener tanta gente en casa decidí guardar a Pascualita en mi cuarto. Allí solo entro yo ... hasta ahora. Rápida como un rayo, cogí a la sirena y la lancé hacia donde sonó el ronquido ¡Y di en el blanco!

A la hora de desayunar comprobé, encantada, que Georrrrrge el mayordomo inglés de la abuela, caminaba con dificultad a fin de evitar pisarse la oreja derecha ... jijiji.

viernes, 29 de agosto de 2025

Veremos a ver...

Por si el calor nos molesta para dormir la siesta después de la fabada asturiana de bote, ¡Ha llegado la Vuelta Ciclista a España y la siesta ha subido de categoría! Placer de dioses.

La abuela ha vuelto a casa. Ha decidido que no hay mejor lugar para pasar el verano que mi casa. - ¿Mejor que la Torre del Paseo Marítimo con la bahía de Palma a tus pies? - "Mucho mejor. Allí no hay más que trasatlánticos atracados al muelle, con las chimeneas echando humo, desde que llegan hasta que se van y, claro, tengo que cerrar puertas y ventanas según sea la dirección del viento." 

- Pues tendremos un problema porque la Cotilla duerme en tu cuarto... - "Subirá a su casa del cuarto piso" - Pondrá el grito en el cielo porque lo ha convertido en piso-patera... ¿También vendrá  Andresito? - "Naturalmente. Y Geoooorge" - Claro. No faltaría más...

Puse un letrero en la puerta de mi cuarto: NO PASAR. - Y en mi sitio del sofá de la salita: NO SENTARSE. - En la pila de lavar del comedor: - NO METER LA MANO. - En la cocina: NO HACER PAELLA CON TÉ.

Desde lo alto de la lámpara del comedor, mi primer abuelito movía la cabeza: - ¿Te harán caso?... ¡Ja! (dijeron los personajes de casa) - Y entre todos, acabaron comiéndome la moral...

 

jueves, 28 de agosto de 2025

Única en el mundo.

A buenas horas se le ocurre a la esmirriada plantita de la maceta que tengo en el balcón, sacar una flor. Y no una flor cualquiera sino una maravilla de colores y aroma que nos ha enamorado a tod@. 

No podemos dejar de mirarla, ni de aspirar su olor. El primero que cayó rendido a sus gracias fue el árbol de la calle: - ¡Es única! (dijo el entendido) Yo sé mucho del mundo de las plantas y os digo, sin equivocarme, que cómo ésta maravilla no hay dos en el mundo entero. 

Pascualita brincó desde la pila de lavar del comedor a mi escote y tuve que cogerla en volandas porque, a cuenta de la calor que hace sigo en bragas, igual que todo el vecindario. 

La flor estuvo disfrutando de los requiebros que le llegaban de todas partes. Algunas bolas de polvo sintieron el cosquilleo de los celos: - Ya veréis cuando le de el sol lo que le va a durar la lozanía a ésta mosquita muerta, - Apenas la bola de polvo acabó de hablar, un gorrión, de varios picotazo, la destrozó. 

La invitamos a desayunar y ocurrió algo digno de pasar a la Historia. Pascualita ¡¡¡NO SE TIRÓ DE CABEZA A LA TAZA DE SU COLA CAO!!! - Apuntado queda.

Se comportó educadamente. De vez en cuando, la sirena aspiraba con los ojos cerrados deleitándose con aquel olor singular. 

Un rayo de sol tocó el balcón - Está fresquito, hum. - Al abrir los ojos se encontró, de buenas a primeras, con la flor que parecía estar muy atareada. Y así era. Las abejas hacían cola en busca de su polen. 

Casi sin darse cuenta la flor perdió su lozanía. - ¡Échale agua, pánfila, - me gritó la Cristalera! - Pero ya no hubo nada que hacer... Fue una visita corta pero inolvidable.

 

miércoles, 27 de agosto de 2025

Cosas de diario.

Mi casa se ha convertido en un lugar donde todo el mundo canta la canciones del Dúo Dinámico. Uno de los más entusiastas es, como no, el árbol de la calle. Su enorme bocaza de madera extiende las románticas, juveniles y alegres canciones por los cuatro costados del barrio. 

Los vecinos no lo pueden oir pero si los gorriones, las tórtolas, los mirlos... que trinan sin parar. A ellos si se les oye y asombran al vecindario. - ¡Están contentos los pájaros!- Homenajean al Dúo - Sí. será eso.

La nena está un poco mosca porque nadie la avisó de que vendrían los bomberos a casa. - ¿Eran los del calendario? - preguntaba a todo bicho viviente. - No (le dijo la vecina del tercero para que se callara) Esos están apagando fuegos en la Península. - ¡Ay, Dios mío, que no se les queme la manguera! - ¡Calla, besuga!

- ¿Besuga? ... eso se come... ¿verdad? - Si se deja coger, sí. - El comensal de la Santa Cena de las treinta monedas no sabe qué hacer para desprenderse de ellas. - ¡Que desgracia tengo! ¡Soy rico pero puedo gastarlas!  

Pascualita, metida en la pila de  lavar, rodeada de cubitos de agua de mar, no perdía ripio de lo que pasaba a su alrededor. Como la llegada de Pompilio, siempre con las manos vacías de calcetines desparejados de un tiempo a ésta parte.- ¿Nada? (preguntó Pepe el jibarizado desde la cocina) - Mientras haga éste calor ... (musitaba tristemente el gnomo)

 

 

 

martes, 26 de agosto de 2025

Nostalgia.

La abuela ha llegado a casa sin la parafernalia que tanto le gusta: rolls royce y concierto de pitos de los sufridos trabajadores del volante cuando ven la parada de sus autobuses tomada por el aristocrático coche. Es más, Ha llegado a casa como cuando era una simple proletaria, en bus.

- ¿Se ha roto el coche que "nunca se estropea" o a Geoooorge le ha dado un golpe de calor? - "No estoy de humor. Es más, estoy de luto" - ¡Vaya! ¿Se ha muerto Andresito? - "Peor aún. Ha muerto Manuel de la Calva..."

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa!...¿Manuel de la Calva? (gritó la Cotilla que acababa de entrar en casa) ¡Oh, no. No puede ser! 

Las dos amigas se abrazaron llorando. Y así estuvieron hasta que saqué unos vasos y una jarra fría de chinchón on the rocks. Tres cuartos de jarra después, se les soltó la lengua y no había quien las callara: - "Que si se nos va una parte de nuestra juventud. Que qué guapo era. Que bien cantaban. ¡Lo que bailábamos con sus canciones!" - Pero ¿no era uno? - ¡DOS! EL DUO DINAMICO SON DOS: MANOLO Y RAMON ¡Inculta!

Más tarde entraron en la salita cargadas de velas, velitas y velones y se encerraron allí. A través de la puerta se oían las míticas canciones del famoso Dúo!: Esos ojitos negros que me miraaaaban... ¡Quince años tiene mi amoooooor...!

La sirena de los bomberos sonó sobre la música sesentera. Los vecinos, alarmados al ver tanta luminaria a través de la ventana, creyeron que se quemaba la casa y les llamaron. De un solo manguerazo se acabó la luminaria. No así las canciones. Un bombero tarareaba: Nadie es capaz de imaginar, toda la belleza que en ti yo vi cuando, al conocerte.....

 

 

 

 

 

lunes, 25 de agosto de 2025

Su gozo, en un pozo.

Pepe el jibarizado se ha declarado en huelga de hambre porque siente que no está tan valorado por mi como, por ejemplo, Pascualita. Cuando mi primer abuelito me contó esto, Pepe ya llevaba veintisiete días sin comer.  

Del interior del cuadro de la Santa Cena los comensales hicieron oír sus voces: - ¡¿Veintisiete días?! Eso es como una gota de lluvia en un océano, pardillo. Huelga de hambre es la que hacemos nosotros desde hace... - 

Pepe el jibarizado movió, nerviosamente, su ojo-catalejo y eso quiere decir, según mi abuelito,  que está muy cabreado porque no es lo mismo hacer huelga de hambre por una causa, como es su caso, que hacerla porque te obliga la costumbre de cenar solo una vez al año. 

Se armó una trifulca de padre y muy señor mío. Las bolas de polvo tenían una opinión. La vidriera del balcón tenía dos, la de dentro y la de afuera. Pascualita se lo pasaba en grande porque cambiaba de opinión cada dos por tres. Las COFRE no acababan de ponerse de acuerdo: -  Aquí pasa algo que no sé explicar. - decían. 

Después de comer la fabada de bote de cada día y dormir una siesta reparadora, me senté en el balcón a tomar "la fresca" pero aún no había llegado. En cambio, sí que estaba la voz de protesta de Pepe el jibarizado: - OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO - 

El árbol de la calle ya no pudo más: - ¡Calla, pesado! - OOOOOOOOOOOOOO - ¡Nena, tíralo a la basura que no hay quién lo aguante y, encima, quiere tener razón. Eres una cabeza ¡VACÍA!  - Todo el mundo calló menos las COFRE que gritaron:- ¡ESO ES! Eres un llavero y los llaveros ¡¡¡NO COMEN!!!

sábado, 23 de agosto de 2025

La fregona, despreciada.

Me he fijado que, últimamente, Bedulio ronda, casi a diario, mi calle. ¿Querrá echarme los tejos? Bueno, a nadie le amarga un dulce y la cosa empieza a gustarme. De todas maneras y sin buscarle pegas al hombre, tengo que reconocer que no es muy rápido tomando decisiones pero, en fin, es lo que hay.

El otro día le bajé un paraguas para el sol y el botijo lleno de agua fresca con un poco de anís. Se quedó pasmado. Ya sé que tal vez pequé de impulsiva y antes de que reaccionara yo ya estaba de vuelta en casa. Pero son detallitos que gustan. Bueno, quién lo iba a decir que después de tantos años como hace que nos conocemos Bedulio y yo, al final acabaríamos juntos y teniendo al bisnieto de la abuela... Me hace ilusión jijiji

Sentada en el balcón, con las tórtolas comiendo a mis pies, pensé en llamar a la abuela y contarle que ya tengo al futuro padre de... - ¡¡¡Pascualita!!! - La entrada de cabeza en la taza de cola cao de la sirena sigue pillándome desprevenida. Es que no puedo estar en misa y repicando: o pienso en Bedulio, o pienso en Pacualita..

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! - La Cotilla, que llegaba sudorosa de la calle, puso el grito en el cielo al ver el desparrame de cola cao: - ¡¿Otra vez se te ha caído?! Es que no estás en lo que tienes que estar. - En un arranque de rabia cogió la fregona y la tiró lejos: - ¡Vaya guarrería de fregona que tienes! En lugar de limpiar, ensucia ¡Así no encontrarás novio, ni perrito que te ladre!

 

 

viernes, 22 de agosto de 2025

La merienda.

Están las tórtolas ¡y tórtolos! en plan Romeo y Julieta. Un día, merendando en el balcón, al levantarme sacudí al suelo las migas de pan que habían caído en el trapo de cocina que resguardaba mi ropa del aceite de oliva conque empapé las dos rebanadas de pan con queso mahonés y tomate restregado, que me comí tranquilamente, como buena mallorquina que se precie.

Cuando fui a la cocina creí ver una sombra en movimiento, a mi espalda. - ¿Abuelito? (pensé) Volví al balcón con un vaso de cola cao fresquito en la mano, no estaba sola. Una tórtola (o tórtolo) se comía las migas que yo había tirado - ¡Bien echo! - Apenas tuve tiempo de decirlo porque Pascualita, siguiendo su extraño modo de tomar el cola cao (¡único en el mudo!) se lanzó sobre el vaso como si se tirara a la piscina. Y hubo por todo.

Desde ese día el, o la, tórtola viene todas las tardes y merendamos juntas. Si me retraso suelta su gorgojeo solicitando mi presencia. Luego llega Celos Reunidos Jeyper ¡Pascualita, vamos! Y nos alimentamos juntos mientras, inevitablemente, el árbol de la calle nos ameniza con su Brindis de la Traviata.

Algunos vecinos, se paran bajo el balcón y preguntan: - Al final ¿quién mató al ex de tu abuela. Ella o la Cotilla? porque esa también es para echarle de comer aparte... - Yo levanto los hombros como diciendo ¡...y yo que sé! 

Insisten: - ¿Si esto fuera una quiniela que signo pondrías, nena? 

La EQUIS, por supuesto. 

 

jueves, 21 de agosto de 2025

Lo que nos gusta una foto jajajajaja.

Aparece mi primer abuelito. - ¿Has estado en el Más Allá? - Sí... - ¿Y no me oías cuando te llamaba? - Es que estaba en el Más Allá pero de muchísimo más allá. No puedes hacerte una idea de lo lejísimos que está ese lugar. - Nunca me has hablado de él - ¿Seguro? - Sí, porque siempre que te he llamado has acudido al instante.

A pesar de que mi primer abuelito estaba hablándome desde lo alto de la copa del árbol de la calle, vi que se había ruborizado. Ni siquiera el precioso sudario de seda roja echando llamaradas que apagaban nubes de colores, evitó que me diera cuenta de ello. - Aquí hay gato encerrado (dije)

-  No es ga... gato, nena... - En este preciso momento, la abuela entraba en casa y tuve que morderme la lengua para no seguir preguntando. - "¿Tienes un gato? No sé que tal irá la cosa con Pascual... - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! ¡¡¡Pascual!!!  (gritó la Cotilla saliendo de su cuarto) ¿Aún sigues con ese sinvergüenza? Pues quédate con él y déjame a Andresito o ahora mismo voy a por él y se lo cuento todo. 

Las dos amigas se enzarzaron en una discusión inútil puesto que Pascual no existe. En un momento dado, la Cotilla, dijo - ¡Fue una suerte para tu ex que lo mataras. De lo que se libró el pobre!

A todo esto los gritos se oían en la calle. Bajo el balcón todo el barrio apostaba pero las últimas palabras de la Cotilla pusieron más interesante el rato que estaban pasando: - María, que llegaré tarde al trabajo... - ¡Pues hazte un bocadillo de nocilla! Yo, de aquí no me muevo...

Antes de que llegara Bedulio con los municipales, grité: - ¡¡¡FOTOOOOOO!!! - Y, por unos segundos, el mundo se paró. 

 

 

 

 

miércoles, 20 de agosto de 2025

Menudo tarugo ...

Las calles sin música son tristes. Por eso decidí escribír una carta al Alcalde:- Su Majestad, (no tengo ni idea de cómo llamarlo) le escribo éstas cuatro letras, que en realidad son unas cuantas más, (¡Caray con las frases hechas) para pedirle que ponga músicos en las calles de Palma. En todas.

Mataría dos pájaros de un tiro: tendríamos música en directo y sacaría músicos del paro. ¡Que alegría para los sentidos!... Debo pedirle un favor más. Apunte: En ésta calle NO SE TOCARÁ EL VALS DE LA TRAVIATA ¡NI EQUIVOCÁNDOSE!

La carta salió volando por la ruta marina perdiéndose tras el horizonte. Desde el balcón de casa la vimos desaparecer, encantada de servir para algo: - Soy muy importante,- la oí decir mientras se preparaba para el viaje. - ¡Ya estamos presumiendo! (se quejó el árbol de la calle) - No te olvides de pegarte el sello (le recordé)

Pascualita vió partir al sobre con cierta envidia, luego seguimos con la clase del idioma sireno. Poco después tuve que reconocer que no está echa la miel para la boca del asno. ¡No entiendo nada! - Tranquila, nena - djjo mi primer abuelito dándome ánimos 

Una hora más tarde y viendo que ni animándome era capaz de decir alguna palabra digna de llamarme así, mi primer abuelito insistió: - No se tomó Zamora en una hora, guapita... - Pasó media hora más: la voz de mi primer abuelito sonó tensa cuando dijo:  ¡Que si quieres arroz, Catalina!

Llevo todo el santo día llamando a mi primer abuelito ... ¿Dónde estará?

martes, 19 de agosto de 2025

HOLA, WÀd ´ZZPWY

Las gotas de sudor corren por mi cara sin que haya hecho nada para merecerlas. Pascualita, de un salto prodigioso se plantó en mi desnudo escote dándome el consabido susto, la muy jodía.

Empezó a parlotear entre ruidos guturales, manoteos y gritos agudísimos que se clavaban en el cerebro. Viendo que tanto esfuerzo no servía para nada, el árbol de la calle buscó el modo de sacar tajada. - Deja, deja, yo te ayudo, nena. Lo principal es que os pongáis tranquilas porque, sino, se monta un guirigay imposible de entender.

- Ahora va a resultar que tu hablas sireno ¡Ja! - Oye, oye, que yo me paso largas horas escuchándola, tratando de entenderla.i No es fácil pero con buena voluntad todo se arregla (<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<2entonces soltó una puya directa a la línea de flotación) La vida es muy larga y aburrida a veces. Por eso canto el brindis de la Traviata con mi magnífica voz de tenor.

Entonó la voz  y le corté en seco: - ¡Vale! a ver si entre las dos y grandes dosis de buena voluntad, aprendemos sireno. 

Poco después y con la ayuda de mi primer abuelito, empezamos a diferenciar algunos gritos rasposos de otros. 

Cuando estábamos con los agudos creí que habíamos llegado al tope de nuestro aprendizaje. porque en diez macerca . Se inutos el árbol de la calle y yo estábamos afónicas perdidas. Y así fue como  empezamos y se a saludar... En la buena voz de alguien, ese aplicó la de la abuela

 

 

 

 

lunes, 18 de agosto de 2025

La emoción de la abuela.

Cuando la abuela vio la foto de Pascualita empezó a babear, en abundacia. Después hizo jipios, como si quisiera arrancar a hablar pero no arrancaba. Por fin la voz encontró el camino para salir y dar un do de pecho que dejó a toda la ciudad de Palma temblando como una hoja.

La gente salió a las calles y plazas para enterarse de qué ocurría. Una corriente de cariño, admiración y orgullo recorrió el subsuelo de mi ciudad, deteniéndose delante de... ¿mi casa? Al mismo tiempo que el rolls royce de los abuelitos. 

No le dio tiempo a Geoooorge, a pesar de lo que corrió, a abrirle la puerta del coche porque la abuela salió por pies y batiendo todos los récords de velocidad habidos y por haber. Entró en casa al grito de: ¡¡¡¿DONDE ESTA LO MAS BONITO DE ESTA CASAAAAAAAAA?!!! - ¡¡¡ Aquí estoy!!! (dije, ilusa de mi) - dijo: - ¡Quita, coñe! - Y se tiró de cabeza dentro de la pila de lavar del comedor a pesar de que "lo más bonito de ésta casa" estaba, en ese momento, en la cocina hablando con Pepe el jibarizado.

Fue tan espectacular el porrazo que las bolas de polvo, todas con bragas a la última moda, dudaron entre aplaudir o saltar del balcón a la calle... ¡Saltaron! 

 

domingo, 17 de agosto de 2025

¡La ropa interior hace furor!

Como la ola de calor no da tregua seguimos en bragas y calzoncillos. El caso es que, una de esas personas que ven negocio donde el resto de la Humanidad no ve nada, pensó que podía sacarles partido a unas cuantas cajas de ropa interior que guardaba en el trastero y eran los restos de una mercería de su abuela de los años cincuenta del siglo pasado

Pensando, pensando, se le fue encendiendo la bombilla. Además de ropa interior, había hilos de colores, kilómetros de puntillas, botones, etc. etc. ¡La máquina de coser Alfa terminó de convencerla para ponerse manos a la obra!

La ayuda de internet simplificó el marketing. La mujer era su propia modelo junto con su marido. Tuvieron muchas discusiones porque él no quería aparecer en calzoncillos con lentejuelas, puntillas, letreros sexis bordados con hilos de colores, divertidos, etc. etc.

¡Está siendo un bom! ¡Y se están forrando! ¡Todo el mundo lleva esas bragas o esos calzoncillos!

Me llamó la abuela: - ¿"No teníamos una máquina de coser antigua en casa?" - Sí... "¡Ya me parecía a mi! ¿Y seguro que, ni se te pasó por la cabeza decorar unas bragas?" - Pues, no... 

Vi que me venía encima uno de los sermones de la abuela y antes de que abriera la boca, cogí a Pascualita, la metí en un saquito lleno de lentejuelas, que tenía preparado para taparle la boca a la abuela por si se terciaba, le hice una foto y se la mandé.

De momento, aún no ha dicho NADA. 

 


  

sábado, 16 de agosto de 2025

Seguimos en bragas...

He comprado un crespell grande con chocolate. Pensaba hacerle una gracia a la Escoba pero, al ir ésta a hincarle el diente ¡No llevaba ni una gota de chocolate¡ - Dichoso calor. Por lo  único que vale la pena el sacrificio de usar una pamela de la abuela, es que son vistosas y fáciles de lavar.

Tenía un barreño lleno de agua fría en el balcón, con los pies en remojo y sentada en la mecedora, que fue de la abuela cuando todavía era una proletaria. El suave vaivén me llevó a los brazos de Morfeo y dormí como un tronco. 

En cuanto Radio Casa divulgó la noticia fui la comidilla de todos. - ¡Parad, parad, cooooñé! - ¿De dónde sale ese chocolate que desaparece cuando se le necesita?  ¡Que se presente ante mí dispuesto a hablar! 

En un tres y no res, Andresito, asumió su culpa y llorando a lágrima viva marchó con trozos de chocolate desperdigados por toda la ropa. - ¡Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre! le recité al tiempo que Boabdil se tiró de cabeza al mar. Al emerger exclamó  - ¡El agua está fresquita!.

Nadé hasta cruzar el Canal de la Mancha llevando en una mano un bote de kH 7. Poco después se pudo ver el resultado. Ahora era el Canal que está como los chorros del oro: CQECLCHODO.                                                                                                                                                                                                                    

viernes, 15 de agosto de 2025

¿Hace calor?... ¡Pues, sí.

No he notado la diferencia entre el calor del horno de casa y el de la calle.  Estaban a la par. Así que he salido a comprar las ensaimadas para el desayuno, porque hoy es fiesta, tal como iba por casa: en bragas. 

Al llegar al portal me encontré con la Cotilla que llegaba de limpiar los cepillos de "sus" iglesias. Y a pesar de ir ambas de la misma guisa, no ha habido ningún aspaviento. Ni luego en la calle. Vecinos y vecinas nos saludábamos como siempre. Tubo bula el panadero que solo llevaba un delantal porque era mucho lo sudado por ese hombre.

De vuelta a casa caí en la cuenta que unas nalgas me habían llamado, gratamente, la atención. Incluso pensé la frase: - ¿Sería un buen padre para  el bisnieto de la abuela?

Después vino el ajetreo de desayunar con Pascualita que, por cierto, está muy enfadada porque, para aliviar el calor, no puede quitarse nada. Mucho menos la preciosa cola de sardina. Hoy el cola cao tenía más hielo y para realzar el sabor, llevaba también un buen chorro de chinchón on the rock. Debo decir que la sirena, por primera vez desde que vive conmigo (¡hace ya 14 años!) no ha tirado ni una gota al suelo.

Emocionada por el detalle, la Fregona la ha nombrado Personaje del Día. Y a mi, con tanto ajetreo, se me olvidaron aquellas nalgas salerosas.

 

jueves, 14 de agosto de 2025

¡Buena es ella!

Por si no fuera poco el calor que hace, se suman la cantidad de incendios que aparecen en la pantalla del televisor en cuanto lo enciendo (¡vaya!)

Al pasar junto a la pila de lavar del comedor, Pascualita me ha saltado al cuello - ¡Que susto, jodía! - Entonces empezó a gesticular como si no hubiera un mañana, pero no la entendía. Que mala suerte no saber idiomas. Tuve que llamar a mi primer abuelito que debía estar probándose los nuevos sudarios de Coco Chanel.

- Ay, nena. A ver si aprendes la jerigonza, tanto de Pepe el jibarizado como de Pascualita. Me tienes todo el día yendo y viniendo del Más Allá al Más Acá. Se supone que yo ya debería dormir el sueño de los Justos pero me tienes esclavizado. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaa!

La Cotilla entró directa al comedor pillándome de cháchara con mi primer abuelito. - ¡Ahí va! pues tiene razón la vecina del tercero. ¡Hablas sola! Estás majareta perdida.

Pillada in fraganti, en ese momento solo me preocupó una cosa. Que la Cotilla no descubriera a la sirena que, tranquilamente, se deslizaba por mi espalda hasta el bolsillo del delantal. - ¿También se lo ha dicho la vecina del tercero? - Sí. Y a ella se lo cuenta la vecina de enfrente, que tiene unos buenos prismáticos y se sabe la vida y milagros del barrio. Y me ha dicho que te diga que tires a la basura esa birria de muñeco asqueroso con el que juegas... ¿de dónde lo has sacado - ¿Yooo? Jamás he tenido ... 

No pude acabar la frase: Pascualita saltó del bolsillo a la cabeza de la Cotilla, dejándola monda y lironda en un santiamén. Aún no ha nacido el valiente que llame asquerosa a Pascualita.

miércoles, 13 de agosto de 2025

Soy un alma, nena

Mi primer abuelito apareció en casa sobre el dintel de la puerta de la despensa con un sudario espectacular. Echaba lenguas de fuego dispuestas a quemarlo todo como si estuviéramos en la antigua Roma. Inmediatamente chorros de colonia acababan, de inmediato, con las llamas y aromatizaban el ambiente.

En cuanto lo vi me desasosegó - ¡Quítatelo, abuelito! ¡El fuego me da miedo! - No pasa nada, tontita. ¿No ves que no es de verdad? - Entonces se escuchó la voz de Pepe el jibarizado. Al pobre le dio un soponcio cuando vio llamas a su lado y se desmayó, a pesar de haber sido el guerrero más valiente de su tribu antes de que lo metieran en la olla de la sopa: OOO... OOO... OOO...

Mi primer abuelito no se hizo repetir mi orden y en un plís plás se quedó como lo trajo su madre al mundo (o sea, mi otra abuela, la paterna)

Junto a la Cristalera se congregaron todos los personajes de casa. algun@s silbaron alborozad@s Pascualita fue una de ellas. Otr@s silbaron. Hubo comentarios en tono subido... A todo esto, el abuelito se dejaba querer: ¡Tío buenooooooooo!

- ¿A qué viene éste jolgorio? - preguntó el árbol de la calle. - A que el abuelito se ha quitado el sudario... y... ¡Un momento! (dije, escamada) ¿Que llevas... bajo el sudario...? - ¡Nada! - Ay Dios, mío - Nena, en mi caso, nada quiere decir... ¡NADA DE NADA!

 

martes, 12 de agosto de 2025

¡Uf, que calor!

Hace tiempo que se marchó la Esfinge y todavía me pregunto ¿cómo lo hizo para caber en el rellano de la escalera? Tendría que haberle preguntado pero, debo reconocer, que tener delante  una leona de semejante tamaño, impone mucho.

Se ha ido pero nos ha dejado el calor del desierto de Egipto. Me di cuenta en cuanto se dio la vuelta. Y le grité: - ¡Oiga, oiga! pero como es tan larga, cuando mi voz llegaba a la altura de sus orejas ya hacía un rato que éstas habían pasado. Y no me oía.

Buscando un poco de consuelo, he puesto la tele en busca de piscinas y playas que refrescaran el ambiente pero todo era fuego. España arde por los cuatro costado. Arde porque la queman. En éstos casos suele haber manos que cargan garrafas de gasolina. 

Las bolas de polvo, aterradas, pedían agua desde los bajos del aparador donde se escondieron para que no las descubriera el fuego. La Fregona vació un cubo de agua encima de ellas. Y Pascualita, sin miedo a que la vieran, vació la pila de lavar a base de saltos mortales.

 

 

lunes, 11 de agosto de 2025

La Esfinge.

Intentaba defenderme del calor a base de abanico y agua del botijo cuando sonó el timbre de la puerta... y nadie corrió a abrir. Eso me indignó. - ¿Qué, no hay ningún señoritingo, o señoritinga, que pueda levantar el trasero para llegar a la puerta y ver quién llama?

Y empezaron las excusas: - OOOOOOOOOOOOOOOOOO  - ¡Oh, claro, Pepito no puede porque solo es una cabecita jibarizada! - Ah, las bolas de polvo pueden correr bajo los muebles pero ir a abrir la puerta no, hija, no. - ¿Y tú qué, Pascualita? ¿Tampoco puedes? No sea cosa que se te estropee la cola de sardina ¿verdad? - ¡Pues, que sepáis que estoy hasta el gorro de ser la criada de todos y ...! - Es la Esfinge, nena (dijo mi primer abuelito desde lo alto de la lámpara del comedor ¡aunque tampoco fue a abrir!)

La Esfinge esperaba, pacientemente, en el rellano de casa. Es una artista de la espera. En su día no cogió una silla sino que se tumbó, cómodamente, sobre la arena del desierto a ver pasar la Historia. - ¿Ha valido la pena? (pregunté suavemente para no incomodarla) - Ay, levanta la voz porque, entre los años que tengo y la de arena que me entra en los oídos, me falla un poco la audición. - ¡¿Qué sí ha valido la pena la espera?! - ¿Es un trabalenguas? ¡Me gustan! jajajajaja LA PENA, LA ESPERA jajajajaja 

Los ojos de la Esfinge miraron mis gafas con envidia. - Dichosa tú, nena. - No se lo tome así. Siempre hay que estar limpiándolas... ¿qué le pasó a su nariz? 

Una nube negra tapó el sol. Pensé ¿qué he hecho? mientras se me doblaban las piernas. La voz profunda de la Esfinge se dejó oír de nuevo: - NO HABEIS APRENDIDO NADA. ¡¡¡NADA!!!... Quien lo hizo aún continúa escarbando un túnel hacia el centro de la Tierra escapando de mi ira... Está en las antípodas .

Entonces me di cuenta de que la Esfinge habla como le da la gana, En ésta ocasión lo hace contestando a las preguntas en zig zag. 

domingo, 10 de agosto de 2025

Las puertas del Cielo.

He llamado a la abuela porque hace tiempo que no hablamos. El repipi de su mayordomo inglés me ha dicho lo de siempre. - Madame no estar... Un momento. No ha sido textual. Le ha faltado especificar: Madame DECIR QUE no estar. Esto me ha escamado y he preguntado Entonces, ¿es verdad que no está? - Yes.

Seguí preguntando: ¿Tardará en volver? ¿Está en la peluquería? ¿En El Funeral con Andresito? ¿Está de viaje?... Dijo: no lo sé - No y No - Sí - ¡Vaya, me podría haber invitado! jejeje - ¿Cuándo vuelve? - Cuando se abran las puertas del Cielo en lugar de las del Infierno.

En ese instante no caí, fue después, cuando el repiqueteo del cerebro, poniendo las letras en su sitio, me di cuenta que Geoooorge y yo nos habíamos entendido. La abuela está a las puertas de Gaza, junto con los camiones de ayuda humanitaria. ¿Por qué? (me dije) Porque, en su juventud, sufrió el Holocausto nazi... Y como muchos, se sigue preguntando: ¿NO APRENDIERON NADA?

sábado, 9 de agosto de 2025

Se acabó la discusión.

Se ha formado un pollo junto al cuadro de la Santa Cena. - ¿Qué pasa, qué pasaaaaa? - gritaba hasta, desgañitarse, el árbol de la calle. Había tal guirigay que era difícil entenderse. Tuvo que ser Pepe, la cabeza jibarizada, quien pusiera un órden. - OOOOOOOOOOOOOOO. - Afortunadamente, mi queridísimo primer abuelito, estuvo al quite y se presentó luciendo un fantástico sudario de seda china con unos leones estampados que, entre rugidos y frufrús pusieron unas notas folklóricas al jaleo.

Pascualita, a la que le gusta más una buena riña que un chocolate con churros, también se expresó sobre lo que ocurría en casa. Mi primer abuelito, después de escuchar a unos y a otra, dijo que Pompilio quiso imitarme haciendo el tonto mientras en las manos llevaba el fruto de media nuez (no le caben más) Y entre saltos de carreras, tropezó contra el cristal del marco del cuadro de la Santa Cena, la nuez se hizo picadillo y ¡no fue esto lo peor! sino  que un poco del polvillo resultante se coló a través de marco y ahora, los comensales  discuten si pueden comerlo o seguir esperando que llegue la nueva Semana Santa.

De repente se hizo el silencio: - ¡¿Qué pasa ahoraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa?! - dijo el histérico del árbol de la calle. - Que ya no hay nada ¡Pascualita se lo ha comido!

viernes, 8 de agosto de 2025

¿GANAMOS? ... ¡¡¡ SI !!!

Después de la siesta me he preparado un batido de helado de almendra, bien fresquito, al que le he echado un chorrito de chinchón on the rock. Pascualita observaba mis movimientos totalmente concentrada. Como era la primera vez que hacía ésta combinación cogí un poco con una cucharadita para dársela a probar a la sirena. Buena es ésta para probar cosas nuevas.

No se fía de nadie. He aquí otra prueba del por qué de su larguísima vida. A partir de aquí empecé a hacer tonterías. ¿Por algo especial? Simplemente, el cuerpo me pedía juerga. Empece andando como un pato mareado. Tropezando a diestra y siniestra mientras soltaba unos hipos portentosos. Los personajes, sorprendidos, se partían de risa: - ¿Quién quiere batido sabrosón? ¡Hijaleeeeeeaaaa! ¡Huuuyyyyyyyy que ricoooo! ¡Rápido, que me lo acabooooo!

De pronto vi que el el suelo estaba en el techo... y  viceversa - Pues sí que es fuerte el batido (me dije antes de que mi cabeza chocara contra el suelo y gran parte de mis neuronas adelantaran sus vacaciones cayendo por el balcón)

Mientras, varias galaxias lejanas se acercaron a nuestro sistema solar para ver qué pasaba con tanto escándalo. En mi cabeza creció tal chichón que, directamente, pasó a ser el favorito del campeonato. Eso me olió a chamusquina pero no dije nada... por si ganaba. 

 

jueves, 7 de agosto de 2025

No gano para sobresaltos.

He oído decir a una clienta muy asidua de la tienda del señor Li que éste aún lleva el miedo en el cuerpo, a pesar de que no recibió ni un rasguño cuando voló, literalmente, sobre mi balcón. - Tampoco mi balcón salió herido, a dios gracias. - ¿No vas a comparar?

 - ¿Por qué no? Yo le tengo mucho cariño ... - ¿A un trozo de hierro? - Pues sí señora. Nunca se ha portado mal conmigo. Ha evitado, muchas veces, que me cayera a vacío porque las mallorquinas , y ahora he visto que también los chinos, no estamos hechos para volar. - Visto así...

Las COFRE, que tienen buen oído para lo que les interesa, parece que sintieron el pellizco de los celos y dieron por echo que el balcón era mi personaje favorito. A partir de entonces y con muy mala uva, llamaron al balcón "El Hierrro, en tono despectivo.

Fueron pasando las semanas hasta que un día, estando yo asomada al balcón, vi pasar al señor Li. Al verme hinchó los carrillos y en seguida supe que me preguntaba por sus imaginarias gambas gordas. Dije que no con la cabeza. El señor Li giró en redondo yéndose por donde había venido. Pascualita, que estaba en mi escote, estuvo a un tris de ser descubierta por el chino. 

miércoles, 6 de agosto de 2025

Cada loco con su tema.

Hemos tenido que ensayar mucho hasta lograr que, desde fuera, no se vea a Pascualita cuando va dentro del pipimán. Es más pesado que llevar la antigua cantimplora de la tienda del señor Li. Tengo que poner más agua y las plantas que haga falta. Propuse que fueran de plástico pero la sirena nos mostró su dentadura de tiburón después de probar una.

El señor Li se presentó en casa sin avisar. - ¿Tu quelel decil a mi que pasal? - ¿Ya ha bebido chinchón de buena mañana? (sé de buena tinta que ha cambiado el sake por el chinchón) - ¿Tu tenel casa pala gambas goldas que gustal a mi? ¡Yo quelel! - ¿Y dónde la pongo? ¿en el balcón?

En dos saltos se plantó en el balcón y de la inercia que llevaba pasó por encima de la barandilla y aterrizó... en los fuertes brazos de dos chinos-guardaespaldas.

La gente que lo vio gritó horrorizada. Yo en cambio escuché un comentario de las Cofre que, al ver volar al señor Li, dijeron: - ¡Menos mal que no tenemos competencias para limpiar lo que ocurre fuera de casa! - ¡Y estamos en hora de descanso!

martes, 5 de agosto de 2025

Otra de las historias de Pepe el jibarizado.

Cuando ha amanecido aún había personajes que seguían sin enterarse de cuál había sido la pregunta que hizo Pepe el jibarizado. ¡Mejor! así no tendremos que contestar a lo que no sabemos y ésta vez lo diré clarito: Con tantas discusiones se nos ha olvidado todo, así que ¡a otra cosa, mariposa!

Hubo quién resopló aliviado por no tener que seguir pensando. Otros se hicieron los chulitos diciendo: Pues yo lo sé pero no quiero decirlo. - Pascualita se hizo la desentendida metiéndose en la pila de lavar del comedor que cada día tenía más algas. Parecía una jungla acuática. Allí pasaba desapercibida.

De repente Pepe el jibarizado empezó a hablar. - Yo era el guerrero más guapo de la tribu. Tenía muchos pretendientes y pretendientas que querían llevarme al huerto. Pero yo no tenía ganas de trabajar ¿no era el guerrero más apuesto de la selva? pues de algo tenía que valerme ese título. 

Mis admiradores y admiradoras empezaron a murmurar de mi: que si no daba un palo al agua. Que si llevaba muchas plumas de guacamayo. Que sí que se veía guapo subido a los árboles aunque otros tampoco estaban mal, etc. etc.

El jefe de mi tribu acordó un trato con el de la tribu vecina: - Yo me cargo al guapo, le robo las plumas. Luego digo que lo habéis matado vosotros. Hacemos una lucha entre tribus. No gana nadie y nos quitamos al guaperas de encima y algún que otro que nos haga sombra. 

Se dieron la mano, que mi jefe no soltó hasta quedar de acuerdo en una cosa: - La cabeza reducida del guaperas, será para mi... - Sí, hijo, sí. Para ti la perra gorda.

lunes, 4 de agosto de 2025

Abuela ?QUIEN VIENE? - ¡Y yo que puuu,,, sé!

Las bolas de polvo, corriendo bajo los muebles como si no hubiera un mañana, gritan: - Uh, uh. ¡Que viene, que viene!. Así llevan desde que se han despertado. -  Cambiad el disco, jodías?!- Pero que si quieres arroz, Catalina. Ellas seguían a lo suyo. Finalmente tuvo que ser Pepe el jibarizado quien hiciera la pregunta clave: - OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

Las bolas cerraron la boca al instante y se arremolinaron bajo el aparador con cara de susto.

El silencio, después de la algarabía, era "estridente"  Hasta Pascualita se tapó lo que, se supone, son sus oídos. Yo también puse el grito en el cielo (nunca mejor dicho) - ¡Abuelitoooooo ¿Cuál es la pregunta clave? - ¡Ay, nena, no me toques que voy llena de ¡Aaaayyy, alfileres! ¿Te puedes creer que trabajo más ahora que cuando estaba vivito y coleando, nena? ¿Quién viene? - ¡Y yo qué sé! Esas bolas están chifladas y...  - No te embales, nena. Esa era la pregunta.

Tarde un rato en responder. - ¿Ya has hecho la pregunta? - Sí ? - ¿No has podido esperar a que estuviésemos preparados para escucharla? ¡Me la sé! Es: Sí, me lo puedo creer. - ¿El qué? 

- Y así pasamos casi un día entero hasta que los astros se alinearon frente al planeta Tierra por tamaños, colores, textura y si no fuera porque en casa estábamos cansadísimos, hubiésemos dado en el clavo y aplaudido a rabiar pero ¡anda y que nos importa mucho lo que digan los astros mientras bailan el minué con paso gotoso! 

Nos vamos a la piltra, a sobar... Buenas noches.  

domingo, 3 de agosto de 2025

Valiente chapuza.

Los ojos redondos de pez de Pascualita miran, estupefactos, lo que ocurre en la pantalla del televisor. - ¿Qué estás viendo, media sardina? (pregunto mientras me siento a su lado en el sofá de la salita) ¡Anda, pero si es la historia de Ulises! A ver lo que tardan en salir tus primas. 

Lo malo de ver una película después de comer es que te entra un sueño implacable y acabas en los brazos de Morfeo sin enterarte de nada. Y sí que caí en ellos... Y sí que me enteré .

De repente Pascualita saltó sobre mi cabeza y en menos de lo que se tarda en decir Amén, me dejó el cráneo mono y lirondo. Mis propios gritos me despertaron y fueron subieron de intensidad al ver su pequeña y terrible dentadura de tiburón lanzada hacia mi. Desvié sus ataques a fuerza de manotazos. 

Las sirenas de la película daban buena cuenta de los pobres marinos atraídos por ellas con su voz melodiosa. .. sin embargo, Pascualita estaba muy enfadada con ellas porque se lanzó contra el televisor dispuesta a merendárselo. No adiviné el por qué de su rabia y tuvo que ser Pepe el jibarizado quién me lo explicara: - OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

 Luego mi primer abuelito lo corroboró - La sirena dice: ¿cuándo se ha visto que las sirenas vayan a la peluquería antes de comer?

sábado, 2 de agosto de 2025

Encantada de la vida.

Menuda se ha puesto la abuela cuando se ha presentado ante su marido con último bikini que se ha comprado. - "¿A qué es TOTAL?" (Le preguntó) -  ¿Qué es eso? - "Pues un bikini recién salido del "horno" de Versache y que ha dejado tu tarjeta del banco temblando" - No se notó mucho porque Andresito ya está muy moreno  pero sé que algo le afectó... y no fue la tarjeta.

- ¿Piensas ir "así" a la playa, cariño? - "Por supuestísimo. Cojo el sombrero y nos vamos" 

Me pareció que un ojo de Andresito, tenía un tic en el que yo no había reparado. - Nena...  no me negarás que ... "eso" es muy extremo. - "Esa es la idea, hombre... ¿Qué pasa?" - Se ve... TODO. - Los dedos de la abuela empezaron a tamborilear sobre la mesa del comedor. - y lo que no debería verse es ¡TRANSPARENTE! - "O sea, que no te gusta. Ya está el señor censor haciendo el ridículo"

Andresito no quiere que se le recuerde que durante los años oscuros fue censor. Tampoco le gusta que su tarjeta de crédito reciba fuertes varapalos. Ni que su mujer vaya a la playa dando la nota. Todo esto junto es una mala receta y tiene sus consecuencias porque, además, no encuentra el valor necesario para decirlo de viva voz. 

Las "consecuencias" aparecieron enseguida. Andresito estuvo a un tris de palmarla cuando cayó redondo al suelo. Si el médico que lo atendió hubiera sido un taurino, diría que cayó redondo y sin puntilla.

Al final todo volvió a su cauce: Andresito mejoró mucho y pudo acompañar a la abuela a la playa que, por supuesto, estrenó el carísimo Versache y al día siguiente salió en la portada de los periódicos y abrió los programas de higadillos.

viernes, 1 de agosto de 2025

Tedio.

Ha venido a casa un repartidor de paquetes. Es una moda que lleva unos años implantada en Palma. Antes cargaba con los paquetes quien hacía la compra. En el caso de mi abuela, como es riquísima y tiene mayordomo inglés, los transporta él... en el rolls royce. Ahora se compra por internet y te lo mandan a casa mediante una persona. Llaman al timbre. Preguntan - ¿Nena? - Soy yo. - Le traigo un paquete. - Abres, te lo entregan y se van casi sin decir adiós.

He tenido el tiempo justo de abrir y me ha puesto el paquete en las manos. - No pesa mucho... - he comentado para alargar la visita pero, como siempre, ha sido un visto y no visto.

He llevado el paquete a la salita y apenas he podido con el ¡Pesaba un montón!   - ¿Qué demonios es esto? - Tedio - contestó mi primer abuelito colocándose sobre la tele. - ¿Tienes complejo de muñeca andaluza? Te falta el toro... - Leyó el nombre de la compra y tiró el paquete lejos: - ¿Tedio? ¡Quita, quita!

La escoba se acercó a indagar: - ¿Esto mancha? - No, pero aburre ¡lagarto, lagarto!

Antes de que la escoba tirara el paquete por el balcón, se escuchó: - ¡Avemariapurísimaaaaaa! ¡Hombre, un paquete que no quiere nadie! Esta noche me lo llevaré al trapicheo - dijo la Cotilla que no desperdicia nada,