jueves, 21 de agosto de 2025

Lo que nos gusta una foto jajajajaja.

Aparece mi primer abuelito. - ¿Has estado en el Más Allá? - Sí... - ¿Y no me oías cuando te llamaba? - Es que estaba en el Más Allá pero de muchísimo más allá. No puedes hacerte una idea de lo lejísimos que está ese lugar. - Nunca me has hablado de él - ¿Seguro? - Sí, porque siempre que te he llamado has acudido al instante.

A pesar de que mi primer abuelito estaba hablándome desde lo alto de la copa del árbol de la calle, vi que se había ruborizado. Ni siquiera el precioso sudario de seda roja echando llamaradas que apagaban nubes de colores, evitó que me diera cuenta de ello. - Aquí hay gato encerrado (dije)

-  No es ga... gato, nena... - En este preciso momento, la abuela entraba en casa y tuve que morderme la lengua para no seguir preguntando. - "¿Tienes un gato? No sé que tal irá la cosa con Pascual... - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! ¡¡¡Pascual!!!  (gritó la Cotilla saliendo de su cuarto) ¿Aún sigues con ese sinvergüenza? Pues quédate con él y déjame a Andresito o ahora mismo voy a por él y se lo cuento todo. 

Las dos amigas se enzarzaron en una discusión inútil puesto que Pascual no existe. En un momento dado, la Cotilla, dijo - ¡Fue una suerte para tu ex que lo mataras. De lo que se libró el pobre!

A todo esto los gritos se oían en la calle. Bajo el balcón todo el barrio apostaba pero las últimas palabras de la Cotilla pusieron más interesante el rato que estaban pasando: - María, que llegaré tarde al trabajo... - ¡Pues hazte un bocadillo de nocilla! Yo, de aquí no me muevo...

Antes de que llegara Bedulio con los municipales, grité: - ¡¡¡FOTOOOOOO!!! - Y, por unos segundos, el mundo se paró. 

 

 

 

 

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