Llegó el cartero, eso dijo el señor que me trajo la carta que iba sin sobre y sin sello. claro que el cartero también llegó sin ropa , a pecho descubierto y los calzoncillos puestos de moda éste verano.
- ¿No va usted muy despechugado, buen hombre? - Sabrá usted si soy buen hombre o no, so lista. . - Es que me da no sé qué llamarlo cartero porque, ni lleva cartera, ni hay sello ... - El servicio de Correos está innovando para no quedarse estancado en el tiempo. Tenga, su carta.
En mis manos depositó un rollo atado con una cinta roja que, al desenrollarlo, se transformó en un papiro lleno de jeroglíficos. - ¡Anda, que bonito! - ¿Le he traído buenas noticias? - No tengo ni idea. Lo enmarcaré y lo colgaré en la pared del comedor.
Mi primer abuelito apareció junto el papiro. - ¿De dónde has sacado ésto, nena? - Me lo ha traído un cartero sin cartera ni sello. - ¿No te ha parecido raro.? - El servicio de Correos está innovando... - Ah, si es así, me calló. Aunque me da la impresión de que volvemos miles de años atrás... ¿Lleva firma la carta?
Sí la llevaba: una sirena y el dios Thot - ¿Y? - El dios de la escritura y... ¿Pascualita? ¿A quien NO HA CONOCIDO la medio sardina? -
En un visto y no visto, Pascualita saltó a mi escote, me arrebató el papiro y regresó con él a la pila de lavar del comedor . - ¡Oh, Noooooooooooooooooooooooo!
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