lunes, 18 de agosto de 2025

La emoción de la abuela.

Cuando la abuela vio la foto de Pascualita empezó a babear, en abundacia. Después hizo jipios, como si quisiera arrancar a hablar pero no arrancaba. Por fin la voz encontró el camino para salir y dar un do de pecho que dejó a toda la ciudad de Palma temblando como una hoja.

La gente salió a las calles y plazas para enterarse de qué ocurría. Una corriente de cariño, admiración y orgullo recorrió el subsuelo de mi ciudad, deteniéndose delante de... ¿mi casa? Al mismo tiempo que el rolls royce de los abuelitos. 

No le dio tiempo a Geoooorge, a pesar de lo que corrió, a abrirle la puerta del coche porque la abuela salió por pies y batiendo todos los récords de velocidad habidos y por haber. Entró en casa al grito de: ¡¡¡¿DONDE ESTA LO MAS BONITO DE ESTA CASAAAAAAAAA?!!! - ¡¡¡ Aquí estoy!!! (dije, ilusa de mi) - dijo: - ¡Quita, coñe! - Y se tiró de cabeza dentro de la pila de lavar del comedor a pesar de que "lo más bonito de ésta casa" estaba, en ese momento, en la cocina hablando con Pepe el jibarizado.

Fue tan espectacular el porrazo que las bolas de polvo, todas con bragas a la última moda, dudaron entre aplaudir o saltar del balcón a la calle... ¡Saltaron! 

 

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