Aún dura el choteo de los "Sin pies" Desde el día que pagó caro su orgullo no hemos vuelto a ver el pelo a Pompilio. Al principio creímos que se había ido a vivir a Pernambuco pero unos pequeños tornados en casa. De esos que mueven las hojas de los periódicos sin venir a cuento, nos confirmaron lo contrario. Lo que pasa es que cruza entre nosotros a velocidad de vértigo y se esconde en su cubil.
Como no lo ven, los Sin pies no tienen de qué reír y pronto arrinconaron el tema. La que ha dado más caña ha sido Pascualita porque es más pesada que una vaca en brazos. Hasta tuvo que intervenir mi primer abuelito y ofrecerle algo sustancioso para que dejara el tema. Y lo que le propuso la dejó turulata y encantada de haberse conocido.
- Cada día te pondrás alguno de mis sudarios exclusivos. Serás la más elegante de ésta casa ¿qué te parece?... Sí. Más que mi nieta... (le dio un ataque de risa a la medio sardina.) también más que mi ex (la sirena puso los ojos en blanco y a mi me dio repelús)
Vestida de Chanel, de Dior, de Versache... la sirena puso en valor el refrán de dice que aunque la mona se vista de seda, mona se queda. En este caso, en medio sardina. Pero estamos encantados los de casa porque parece que el glamour ha calmado el puñetero genio de Pascualita y hace un tiempo que no saca la dentadura de tiburón a pasear.
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