Aún faltan detalles que pulir pero, parece ser que el Pipíman es una idea que puede funcionar bien. Hay un detallito que es primordial que funcione como un reloj suizo y es ¿cómo evitar que la sirena salte hacia el exterior, sea en casa o en la calle?
He pedido consejo a la abuela que me ha contestado... - "¿Qué consejo quiéres que te de, boba de Coria? Eso es cosa tuya. porque, vamos a ver ¿con quién vive Pascualita?" - Conmigo... - "¿De quién es la casa?" - Mía... - " Entonces, blanco y en botella" - ¿Y? - "¿Y, qué?" - ¿Cual es la solución? (pregunté) "¡Leche!" - Eso mismo me dice mi primer abuelito pero... ¿Qué tiene que ver una cosa con otra?
La abuela se puso frenética: - "¡Ni lo sé ni me importa! (gritaba como una loca) ¡¿Que pinta mi ex aquí?! - Te lo estoy diciendo: que habéis coincidido en ... - "¡No existe!" - Pero si lo tenemos delante... - "¡Te desheredo!"
Hasta Pascualita se puso firmes cuando estas dos palabras rebotaron de pared a pared hasta salir por el balcón y expandirse por todo el barrio.
El árbol de la calle, en lugar de estar desconsolado como lo estaba yo, engoló la voz para hablar con la abuela a pesar de que ella no lo oiría: - Soy el platanero del barrio, para servirla en lo que sea, Blancaflor.
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