De madrugada, cuando dormía profundamente, desperté de sopetón. Algo había perturbado mi sueño. Corrí al teléfono y llamé a la Torre del Paseo Marítimo. Tuve que esperar un buen rato hasta que la voz somnolienta del mayordomo inglés preguntó: - ¿Yeeeesss...? - ¡Hola, Geooooorge di a mi abuela que se ponga, plis! - No sé qué murmuró entre dientes porque lo hizo en inglés pero debió ser algo así: - ¿Y tú móvil, palurda? - Madame no estar here... Is in the El Funeral. - ¡Andaaaa, es verdad!. Dile que me llame, plis. - y colgué.
Hacía horas que había salido el sol cuando me llamó: - Le expliqué mi súbito despertar y la visita de la Cartera. - ¿Qué te parece? - "Esta tipa busca algo, nena. Por lo que dices es una mujer mucho más lanzada que tú. Ha pensado que mi... ex (le dio un escalofrío) está vivo, es viejo y seguramente, tendrá dinero. Aprende de ella. Hazte Cartera y encontrarás al futuro padre de mi bisnieto. Eso sí, que sea más joven que mi... ex" (otro escalofrío) - ¡Pero si está en sazón! Solo tenía treinta años cuando... ¿os lo cargásteis la Cotilla y tú? - "La duda ofende, nena" - ¿En qué sentido... ? Vaaaa, dímelooo...
Y me mandó a escarbar cebollinos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario