El calendario de la cocina se ha quedado sin hojas, cosa que no ha echo ni pizca de gracia al árbol de la calle que, aunque pocas, tiene hojas y por lo tanto, no puede ser considerado protagonista del dramón que hubiese montado en caso de quedar pelado como una bombilla.
Hoy es Nochevieja y mañana Año Nuevo ¡No falla! Y con ser un acontecimiento anual ha dejado de ser especial por lo repetitivo. Sin embargo lo es para quienes esta noche no podrán estar con los suyos.
Este año nos toca de cerca a la familia de Pascualita, que ha jurado tomarse las uvas sin estamparlas antes contra la pared porque está triste. Espero que cumpla su palabra y sobre todo que se cumplan los deseos de salud para alguien muy especial para mi.
Feliz Año Nuevo a todos, amigos y amigas, y SALUD PARA TODOS.