domingo, 8 de diciembre de 2024

¿Otra multa?

Era plena madrugada cuando en mi cabeza resonó una voz de ultratumba que consiguió hacerme batir el récord mundial de salto de altura sin haber entrenado nunca. -  Huy, nena ¿acaso te he asustado? (dijo la voz "normal" de mi primer abuelito) - ¡Pensé que era un alma en pena quién me hablaba ¿A qué ha venido ésto?

Me contó que, por lo visto, está dando que hablar el que lleve tanto tiempo en el Más Allá y siga hablando como los vivos.  Hay mucha envidia cochina por aquí - ¿Qué me dices, abuelito? ¿acaso no sois almas buenas y puras quienes habitáis ese lugar? - En teoría sí, pero, últimamente se ha relajado mucho el derecho de admisión y algunos pecadillos se nos han colado. Por eso estoy ensayando el habla fantasmal.

Antes de despedirnos quedamos en hablarnos como siempre. ¡Menos mal!

Por  cierto, el vecino de arriba ha venido a protestar por despertarlo con un cañonazo. Le he explicado que todo ha sido consecuencia de un susto que me ha catapultado hacia arriba pero, aunque le he mostrado el espectacular chichón que me salió, no me ha creído. Se ha ido dando un portazo mientras seguía hablando por lo que solo oído el final de su frase: ... llamaré al municipal Bedulio.

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