viernes, 13 de diciembre de 2024

Queja navideña.

Hoy mi calle era un escándalo. Del primer al último platanero, adornados todos con cables de luces led, los gorriones, tórtolas y palomas que los habitan, hacen oír sus voces porque no pueden dormir. : Una pancarta decía: ¡Queremos dormir sin antifaz! - Otra clamaba por la tranquilidad de los pequeños: - ¡Nuestros pollitos no duermen porque no saben cuando es de noche! 

El cielo se oscureció cuando todos los pájaros a la vez, levantaron el vuelo y pudimos leer sus quejas... Bueno, no es por presumir pero quien, únicamente entre todo el vecindario, las leyó fue mi menda lerenda.

La manifestación de pájaros quejosos con la iluminación navideña duró horas. El escándalo de sus distintos trinos fue aprovechado por algunos músicos que los grabaron, les pusieron música y se cree que reemplazarán a los manidos villancicos.

Ante eso, solo me queda el recurso del pataleo (me quejé ante Pascualita) ¿Por qué no se me ha ocurrido a mí? Podría ganar un pastón vendiendo trinos protesta. ¡Siempre llego tarde a todo! Mira que habré visto películas de romanos en mi vida. Tios que iban siempre con minifalda. Pero no se me encendió la chispa. Tuvo que ser una paisana de Geoooorge el mayordomo inglés, Mary Cuant, que llegó y la inventó después del té de las cinco. Y claro, ¡se forró!

Los ojos de pez de la sirena ya no me veían, dormía como un ceporro en lugar de escuchar mis lamentos. 

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