martes, 24 de diciembre de 2024

¡FELICES NAVIDADES!

Llamaron a la puerta. - ¡Voooy! - En el rellano no había nadie así que cogí el interfono: - ¡Dígameeee! - Nadie contestó. - Vaya, tenemos tonto oficial en el barrio. - Sonó, de nuevo, el timbre... Abrí y seguía sin haber nadie. - ¡Jopé ya con las bromas! - Una voz desconocida me indicó que mirra al suelo. Había un pavo. ¿Qué hacía un pavo en el rellano de la escalera?  (le pregunté) - Esperar que me dejes entrar en tu casa. 

Nos sentamos en la salita y me contó lo siguente: - Soy el fruto del trapicheo de ésta noche, de la Cotilla. - ¡No me digas más! ¡Esta Navidad comeremos pavo!

El pavo se sintió ofendido. - ¿Dónde está tu empatía, mostrenco? ¡Soy un ser viviente y quieres comerme! - Siguiendo la tradición de hacerlo en Nochebuena o en Navidad, debo hacerlo.

- ¿Qué os hemos echo los de mi raza? - ¿Estar en el sitio equivocado de la Historia? ¿Y qué quieres que yo le haga? - He venido a pedir asilo político en tu casa... - ¡No me hagas esta faena! ¿Tú sabes el tiempo que llevo sin probar el pavo? ¡Años!

La escoba nos sacudió a los dos: - Venga, decidiros que, mira la hora que es y aún me queda limpiar aquí. - ¿Es necesario? - Ya lo creo. Dentro de unos minutos todos los personajes nos reuniremos en la salita a cantar villancicos: - ¡Belem, campanas de Belem, que los ángeles tocan, que buena me traéissssss! - Y felicitar las Pascuas a todas y todos, los amigos de Pascualita, con el enorme deseo de que ese año 2025 no faltemos ninguno, ni ninguna.

¡OS QUIERO VER A TODOS EN PERFECTO ESTADO DE REVISTA! - ¡¡¡SÍ, SEÑORA!!!

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