Hoy es Domingo de Ramos y recordé una tradición que viene de lejos: tal día como hoy la gente estrenaba algo.
Me planté en medio del comedor y lancé mi proclama para que se diesen por enterados todos los personajes de casa: - ¡Se hace saber que hoy hay que estrenar algo. Quedáis avisados y avisadas!
Una de las bolas de polvo levantó un bracito: - Servidora no sabe lo que es "ALGO" - Puede ser cualquier cosa... por ejemplo: unos calcetines. - De la boca de Pompilio cayeron dos goterones de baba. - ¿Para que me quite uno éste espantajo? ¡Ni hablar!
Un de los gorriones del árbol de la calle se colocó una vistosa y larga pluma, "requisada" a un loro despistado: - ¡Ooooh, esto es fantástico! (gritaron muchos de los pajaritos y salieron a la caza y captura de pluma de loro) La Cristalera exterior silbó a una hoja de platanero que volaba a la buena de Dios. Se entendieron y la Cristalera estrenó un nuevo look.
Y así, poco a poco, todos fueron estrenando algo. Las COFRE también. Por ejemplo, la Fregona llevó dos bonitos lazos a ambos lados del mocho dándole apariencia de niña de colegio. La Escoba estrenó un lazo atado al mango.
Pascualita saltó, de la pila de lavar a la mesa del comedor y entonces supe dónde estaba mi reloj de pulsera: ¡en su cintura, que movía con descaro! - ¡Eso es mío! - Salté a por la sirena, resbalé en el suelo mojado y me di en la cara contra las patas del aparador... Hoy estreno... un ojo a la funerala.
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