miércoles, 23 de abril de 2025

Descansando de las fiestas...

Me he comprado un libro de cocina aprovechando que es hoy el el día del Libro. Le he echado una ojeada y me siento incapaz de hacer ninguna de las recetas que salen ¿Dónde puedo encontrar algunos de los ingredientes que ponen ahí si no sé lo que son: carne, pescado, verdura, medusas o vaya usted a saber?

Tendida en el suelo del balcón, calentado por el sol primaveral de éstos días, disfrutaba del dolche farniente, a pesar de la verborrea del árbol de la calle. Menos mal que tengo el cuerpo hecho a todo. Igual que Pascualita, que duerme como un lirón en la palangana rosa fosfi que compré en la  tienda de los chinos del señor Li y he llenado de agua de mar. ¡No vive bien la jodía media sardina de las narices!

La voz de Pepe el jibarizado llegaba desde la cocina pidiendo al árbol que se callara porque estaba escuchando El Quijote, que era más importante que las chorradas del trozo de madera plantado frente a nuestra casa.

Me ilusiona la pasión de Pepe por aprender. Y más en la situación extrema en la que se encuentra: es la cabeza hueca del más hermoso guerrero de su tribu al que se comieron los guerreros de una tribu vecina - OOOOOOOOOOOOOO: ¡Fue por pura envidia! (está cansado de decirlo según mi primer abuelito, que se entiende con él telepáticamente) - Lo que se aprende de muerto (dijo mi ascendiente mientras se probaba un fantástico sudario de Pertegaz)

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