La Escoba y la Fregona están que trinan porque, debido al estallido de la Primavera, trabajan más que las Quelis en los hoteles en Epoca Alta. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaa! Aaayyy, vengo muerta de correr. - ¿Se entrena para correr una maratón, Cotilla? - Más de uno corro los días que me toca "limpiar" los cepillos de las iglesias adjudicadas... Que vida más dura me ha tocado vivir al final de mis días... ¡snif!
Que dramática es ésta mujer. Cualquier día le dan un Premio Goya ¡tiembla, Penélope Cruz! No pude morderme la lengua y exclamé: - ¿Así que, por fin, el Obispo se ha dignado a adjudicarle los días que puede ir a robar a sus iglesias? - Se revolvió como una fiera: - ¡Esa boca, niña. Se nota que has ido a colegios público!
Pasé el comentario por alto e insistí: - ¿Cómo se llaman esos días? ¿Cotirrobo? Insista un poco más y la harán santa. Su estatua llevará una cinta que diga ¡Manos arriba! - ¡Bueno, ya está bien! Me voy a descansar que ésta noche tengo trapicheo. - ¡Ah, se me olvidaba darle la buena noticia... Su piso turístico es ilegal - ¿Y? - Le pondrán una multa de las que hacen pupa. - ¡Ja!
Llamaron a la puerta. Era Bedulio, libreta de multas en ristre. - ¡Hombre, Cotilla, a usted quería ver yo! - ¿Vas a multar a una pobre anciana que no llega a fin de mes?...¡snif... ¡snif!...- ¡Anda que no!
Un poco más tarde, la sirena y yo brindamos con unas copitas de chinchón on the rocks, por Bedulio y su batalla contra los list@s
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