jueves, 24 de abril de 2025

¿Habrá milagro?

Hace calor. Sí. Pero mis sudores no tienen nada que ver con la climatología. Ni he salido a correr una maratón. Pongo a Pascualita por testigo. Y eso que estoy muy enfadada con ella y con todos los demás personajes de casa. Ya me reiré yo cuando encontremos un sireno y se le vuelva inalcanzable.

Lo que ha ocurrido era algo impensable para mi porque, sin comerlos ni beberlo, se ha abierto ante mi un panorama inmenso que, hasta el día de hoy, no conocía.

Estaba en la salita con el mando de la tele en la mano, cambia que te cambia de canal. En un momento dado apareció en la pantalla la cúpula de Bernini y di por terminada mi búsqueda. La plaza de San Pedro, atestada de gente haciendo cola para entrar a ver el cadáver del Papa Francisco. 

Todo transcurría con normalidad aunque no ha dejado de sorprenderme el aguante de los niños y niñas. - ¿No piden agua, ni ir al baño, o comer algo,? ¿Ni un "quiero ir a casaaaaaaaaaaaaa? - Estaba discutiendo conmigo misma cuando alguien ha enseñado un calendario de éste año. Y en ese momento he empezado a sudar y a babear.  A decir ¡Ay, Dios, ay, Dios, hay Dioooooos!

No eran bomberos cachas lo que vi ¡Eran curas!¡Un bellezón para cada mes! ¿Así que los curas también "existen"? 

Llamé a la abuela para decirle que su bisnieto estaba, cada vez, más cerca. - "¿Qué ha pasado? - Cuando se lo conté, salió corriendo, a pesar de sus muchos años, gritando que le iba a hacer una novena a Santa Rita, patrona de los imposibles y echar una buena limosna en el cepillo de la Catedral para... ayudar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario