- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa - La Cotilla vuelve a toda pastilla de sus horas de trapicheos. Suda como un pollo. - ¿A que vienen esas carreras de buena mañana? - Es que me he llevado un sobresalto cuando he visto abierta la tienda del señor Li. - Bueno, dijo que se iba a China para celebrar su Año Nuevo con la familia... - ¡Que sí, que sí! Esto ya lo sé. - Entonces ¿qué pasa? - Pensé que se quedaría más tiempo allí y cuando he visto abierto me he dicho : ¡Están robando y yo sin enterarme!
- No es de extrañar que la persiga la mafia china del barrio. Hoy no le habrá dado tiempo de coger nada ¿verdad? - ¿De la tienda? ¡Nunca he cogido nada de allí, boba de Coria! - No se ponga tan solemne, Cotilla, que sé de qué pie cojea. - Que mal te educó tu abuela, nena.
Dio media vuelta en plan folklórica racial y enfiló hacia su cuarto encerrándose a cal y canto.
La Escoba, viendo el rastro de paja que dejó la Cotilla en el comedor, los barrió irritada con el mundo entero por hacer unas horas extras que no cobraría. Su amiga, la Fregona, entró en el comedor encantada de haberse conocido y poniendo boquita de piñón, dijo: - Vengo de ver a los Reyes... - ¿Los de la baraja? - Noooo jijijiji A ver si lo aciertas. - ¿Los del Hola? - ¡Esos son muchos! jajajajajaja - ¡Basta ya, que estoy cabreada! - Vale, te lo digo: ¡A dos de los Reyes de Mallorca!
El escobazo y tente tieso. La Fregona se tambaleó: - Que poca correa tienes, coñe... son Jaume II y Jaume III... - ¡PAPAM! otro escobazo: - ¡Eso son calles, borrica! - Y Reyes...
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