lunes, 31 de marzo de 2025

Que mala es la envidia.

 He sido la comidilla de todo el barrio. La Cotilla ha dicho de mi que, aunque no lo parezca, me encanta ser el novio en la boda y el muerto en el entierro. Pues, anda que... Y todo por hacer una pegunta inocente a los gorriones que pueblan el árbol de la calle: - ¿Habéis escuchado ya sus chillidos? 

Inmediatamente los pajarillos levantaron una ceja: - ¿No estarás preguntando por...? - Pues... - ¿Tendrás cara? - Solo era una pregunta... - ¿Habéis escuchado a la boba de Coria? Tiene "favoritos" - Luego dice que es una persona demócrata... ¡JA! me río yo. - Pero, bueno ¿De qué vais, miniaturas? - ¡Huuyyyy, lo que nos ha llamadoooooo! Ni que ella fuera la Venus de Milo.

Al final he tenido que encararme con el árbol de la calle: -  ¿Has oído a tus inquilinos? Me están poniendo como un trapo. Ni Pasculita sabe qué partido tomar ¿Y tú qué dices? - A mi dejadme de vuestras historias que ya tengo bastante con lo mío. La gente esta de uñas contra mi y mis familiares por culpa del polen ¿Pero si desde que se crearon las plantas nos reproducimos así? ¿Nos metemos nosotros con vuestros juegos erótico-sandungueros? - Es que nos pican los ojos, la garganta... - ¡Muy finolis os habéis vuelto! 

A través del cristal del cuadro de la Santa Cena llegó el eco de una discusión de los comensales. - Y a vosotros ¿qué os pasa? - Que tenemos hambre y discutimos para engañarla. - ¿Al hambre? ¿Y qué tendrá que ver con si ya han llegado los vencejos con su griterío? - Esto parece una diálogo para besugos. - Nos entró la risa floja - jijijijijiji - Que mala es la envidia.

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