sábado, 31 de mayo de 2025

El amor es ciego, sordo, etc. etc.

Pascualita se ha enamorado ¡otra vez! Y van ya ... la intemerata. Millones de veces ha caído en brazos de Cupido durante su larguísima vida. La medio sardina, que no tiene ningún sireno a mano, porque los fue liquidado una vez usados como si fueran kleenex. Ahora tira de exotismo y bebe los vientos por un abejorro, hermoso y rubio como la cerveza, como dice la copla.

Lo conoció en El Funeral, uno de los días que estuvo con la abuela para calmarle el asma. Los invitados a la fiesta de colocación de la foto en la Pared de los Finados, bailaron, cantaron, recordaron, brindaron, brindaron, brindaron... y la temperatura, dentro del local, empezó a subir. No quedó más remedio que abrir puertas y ventanas para poder seguir bailando rock and roll, al que el finado era muy aficionado.

Pascualita dormitaba en el artilugio, en plan broche, que la abuela llevaba prendido en la solapa de su vestido de fiesta. Tenía la cabeza como un bombo. De repente, un zumbido mimosón, llegó a sus oídos y la enamoró. Ipso facto, sintió un ardiente deseo de ver a su dueño. 

Este no se hizo de rogar y apareció ante ella, volando en zig zag, presumiendo de tipazo. Dejándo ver el dorado de su pelaje: - Menos mal que todos estaban bastante bebidos y no vieron a la sirena lanzándose hacia él.

En el trozo de mar donde vivió Pascualita, las sirenas llevaban a sus enamorados a casa pero al abejorro, más moderno, no le gustó que lo metiera en un anticuado orinal decimonónico, lleno de algas ¡y agua! Mi primer abuelito aconsejó a Pascualita pero ella no entró en razón y el abejorro la palmó. Poco después, llorando a mares, la sirena se comió a su enamorado porque, en el mar, todo se recicla.


viernes, 30 de mayo de 2025

Sueños.

Tuve un sueño ajetreado. Me lo comentó al día siguiente la Cotilla. - ¿A quién le has marcado  un gol esta noche? ¡Anda que no lo has celebrado! Con decirte que el vecino de arriba ha golpeado el suelo varias veces y los demás te han echado maldiciones. - ¿Por qué? - Porque no los dejabas dormir.

El comentario y más viniendo de la Cotilla, acabó en la cesta de las cosas inútiles  hasta que... tumbada en el sofá después comer, la Siesta se apoderó de mi: - Sentada en el césped de un campo de fútbol, discutía con mi entrenadora y la árbritra: - ¡Tu portería es aquella! - A mi me gusta ésta. - ¡Te toca estar allí y punto! - He dicho que me quedo aquí - ¿Por qué, si puede saberse? - Porque hay un morenazo de ojos negros que... - ¡La madre que te parió!

La discusión subió de tono hasta que, inundada de sudor, pensé que me había caído al mar: - ¡Pascualitaaaaa, sálvame! (gritaba angustiada) - Una sirena enoooooooooorme apareció a mi lado dejándome pequeña como un boquerón. Estaba tan gorda que me costó reconocerla Y para desdicha mía, su boca era ahora, descomunal. Sin embargo eso no era lo peor sino que el "monstruo marino" estaba compinchado con la Entrenadora y la Arbitra que, a su vez, se parecían mucho a la Escoba y a la Fregona.

Esos encadenamientos me angustiaban hasta que me relajé y pasé, olímpicamente, de todo. Entonces mi Neurona me regaló un secreto: - En los partidos de fútbol masculino los jugadores no paran de caerse... ¿por qué? (preguntó, picarona) - Pues... umm... pues... - Contenta como unas Pascuas al ver que no lo sabía, dijo: - ¡PORQUE  ESCUPEN AL SUELO LOS MUY GUARROS!

jueves, 29 de mayo de 2025

Estoy que no estoy.

Pascualita está a plan. O sea, a dieta para ver si pierde esos flotadores que le han salido en la cintura. Desde que no está en casa la añoro. Nunca creí que diría eso... La llamo a diario para saber si mi segundo abuelito, Andresito, o el mayordomo inglés la han descubierto... o mi bisabuelastra la Momia, que parece que no se entera de nada pero no me fío.

De momento va bien la cosa... - "No te preocupes que está a buen recaudo" - ¿Quiéres que le lleve más algas para su pecera? - "Noooo. Tiene justo las que necesita. Piensa que está en el antiguo orinal de porcelana con flores pintadas, que perteneció a la bisabuela de mi maridito"

¿Aún tenéis esa antigualla? - "Va bien para una emergencia" - Pobrecita mía... ¿Adelgaza? 

La abuela colgó el teléfono. Antes de hacerlo oí decirle a Geoooorge: - "¡Si vuelve a llamar mi nieta, haz como yo: ¡CUELGA!"

Voy por mi casa como pollo sin cabeza. No sé qué hacer y como. Lo que sea. Como, como como como...  

Al ir a trabajar el árbol de la calle me ha silbado: ¡Guapa. Maciza. Eso es cuerpo y no...¿Nena, eres tú? ¡Hay que ver cómo te has puesto! ¡Estás para comerte! ¡Anda, abrázame! - ¡Que te den morcilla, degenerado!

¿A qué venía tanta palabrería? Al pasar delante de una farmacia eché una ojeada y me vi reflejada en la cristalera. Costó un poco reconocerme y supe que cuando el platanero habló de comerme, era literal. Sofocada por el susto, llamé a Parques y Jardines: - ¿Digaaaa?... ¡Hay que talar el platanero de debajo de casa! ¡¡¡Es urgente. Me quiere comer!!!

Au idò, ¡A dormir la mona! - Y colgaron.

 

 

 

 

 

miércoles, 28 de mayo de 2025

Menos mal que no se rompió la pata del cantarano!

La abuela y Pascualita llevaban tiempo sin verse y como no hay horas durante el día en España, la visita de la abuela fue a las cinco y media de la madrugada.

No me enteré de su llegada hasta que, durmiendo a pierna suelta, va la sirena y se lanza sobre mi huyendo de su amiga, que llegó muy efusiva y sacó a Pascualita del interior del barco hundido. Aterrada ante lo que creyó un ataque, saltó de la pila de lavar del comedor, reptando, llegó a mi cuarto y con ayuda de su hermosa cola de sardina que hizo de catapulta, cayó sobre mi pecho dándome el susto del siglo. 

Mi mano, sirviendo de involuntaria catapulta, lanzó a la sirena contra la abuela que llegaba hasta mi cuarto blasfemando como un gañan. Acababa de romperse el dedo meñique de un pie. Andando de noche y sin luz, uno de los meñiques chocó con la pata del cantarano de mi tatarabuela. Y un sonido agudo rasgó la madrugada poniendo los pelos de punta a los trabajadores de la basura. 

Una hora después, tomando un cola cao caliente para templar el ánimo, la abuela, que venía de El Funeral, de participar en la fiesta de la colocación en la pared de los Finados, de una nueva foto. 

- "Me llevo a Pascualita a la Torre del Paseo Marítimo, nena. Tengo el asma por las nubes y ella es mi remedio eficaz" - Pues, tenemos un problema: no cabe en el termo de los chinos. ¿Tú la has visto? En lugar de cintura tiene un flotador ¡No cabe en el termo de los chinos!

La abuela me miró de arriba abajo y abriendo la boca, que olía a chinchón, dijo con lengua pastosa: - "¡Mira quién fue a fa... fa... hablar, capullito de alhelí!"

martes, 27 de mayo de 2025

Que suspicaz.

Pascualita estaba de cháchara con Pepe el jibarizado cuando entré a la cocina para desayunar. Es un disfrute para la sirena a la que le encanta tirarse en plan bomba dentro en su taza de cola cao. Cosa que no le ocurre a la Fregona que es la encargada de dejarlo todo límpio. Cuando  le digo que se queja de vicio se le pone el mocho de punta y grita: - ¡Necesito un Psicólogooo!

La Escoba es una política nata porque siempre procura quedar bien con todo el mundo, aunque la mitad de las cosas que dice o hace, son mentira. Este día hizo causa común con su compañera de fatigas. Me dijo: - ¿Qué te cuesta llevarla a ver un psicólogo de  la Seguridad Social? - Pues que hay tanta cola que nos iban a dar las uvas. Además ¿desde cuándo hay loqueros para los utensilios de casa?

El árbol de la calle, Oreja principal del barrio, consideró que también a él era digno merecedor de un psicólogo porque: - Si supieras lo que tengo que aguantar al cabo del día... Es algo que se cuenta y no se cree.

- Yo sí te creo, amigo, - dijo el comensal de las treinta monedas, de la Santa Cena, que no tenía ni repajolera idea de lo que estaban hablando.

De repente se oyó un ¡¡¡CATACROC!!! que acalló cualquier conversación salvo, la que tenían Pepe el jibarizado con Pascualita. A la sirena no le gustan las interrupciones y lo demostró mordiendo uno de los picos del marco y guardando los restos como mondadientes.


lunes, 26 de mayo de 2025

¡Bien por la Escoba!

Seguimos con el buen tiempo. Toda la casa está abierta. Incluso la Cotilla ha dejado la puerta de su cuarto y su ventana, de par en par. Gracias a eso he podido fisgar sus cosas y he descubierto que, bajo la cama, hay grandes cantidades de velas, velitas y velones como para hacer una falla de las grandes.

En cuanto ha vuelto de "limpiar" los cepillos de "sus" iglesias, se lo he echado a la cara: ¡¿A qué viene tanta vela en MI casa, eh?! - ¿Has invadido mi intimidad, boba de Coria? ¿Cómo has podido caer tan bajo? ¡Que cruz tengo contigo! - ¡Eso debo decirlo yo! Ahora mismo cogerá sus bártulos y saldrá tarifando hasta el 4º piso donde está SU casa. - ¡No puedo! Lo tengo alquilado... - ¡A turistas! - ¿Discriminas a las personas si andan con maletas por la calle o no? Pobrecillos, tan lejos de su casa y sin un mal techo bajo el que cobijarse. - Bien que se lo cobra. - Tampoco es tanto. Un cantidad digna ... - De un cinco estrellas. Que no me chupo el dedo.

La bronca siguió hasta que oí gritos: - ¡Cerradlo todo, que me ahogoooooo! - ¡¿Qué pasa, que pasaaaa?! ... - Los personajes de casa huían de la recién llegada que no paraba de toser, llorar, echar mocos, rascarse... Era un no parar.

Mi primer abuelito, asomado a la lámpara del comedor, me advirtió: - ¡No te arrimes a ella! - ¿Quién es? - ¡La Alergia que tiene, a su vez, Alergia! 

El escobazo fue morrocotudo y la Alergia se fue con sus achaques a otra parte.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

domingo, 25 de mayo de 2025

¡MENUDA ES ELLA!

Ha hecho un día tan bueno que he tenido el balcón y las ventanas abiertas de par en par y nadie ha protestado. 

Pascualita ha llegado reptando hasta el primer rayo de sol que ha entrado en el comedor y allí se ha quedado traspuesta. Hay que ver que bien se adapta este bicho a cualquier circunstancia pero no así el rayo de sol: - ¡Quitádme este bacalao de encima! (se quejó)

Los personajes de casa se pusieron en alerta. - Aquí va a ocurrir algo gordo. - Esta frase cuajó y se dio por buena puesto que, una afrenta así no se le hace a la sirena. Sin embargo y contra todo pronóstico, Pascualita no se dio por enterada.

El comensal de la Santa Cena de las treinta monedas abrió una apuesta: en una pelea ¿quién de los dos ganará? - El árbol de la calle abrió otra: ¿cuántos segundos tardará la sirena en comérse al Rayo? - No había mucho tiempo para pensar porque Pascualita podía despertarse de un momento a otro. - Pues yo creo que ya está despierta pero disimula. Es una estrategia (comentó Pompilio, que frenó su carrera en busca de calcetines emparejados para que dejaran de serlo.)

Mi primer abuelito estaba atento al menor movimiento de la medio sardina. - ¿A ti qué te parece? (le pregunté) - Que se ha quedado frita y no se ha enterado de nada. - ¡Claro! (dije para mi, porque no quería influir en nadie)

De repente, los ojos saltones de pez de la sirena nos alumbraron como un foco. - ¿Y esa luz? (preguntó la fregona echándose el mocho hacia adelante para no deslumbrarse) - ¡Pascualita se ha comido al Rayo a la velocidad del ídem! (gritó, admirada la cara exterior de la Cristalera)

La sirena, adormilada aún, pensó: - Pues... no me ha parecido bacalao...

 

sábado, 24 de mayo de 2025

¿Era el señor Li?

La Cotilla, que de todo tiene que enterarse, me preguntó por el señor Li - Hace días que no lo veo... ¿Le ha pasado algo? - No estoy informada de ello (contesté sin dar muchas explicaciones) - Ese no es modo de contestar. No seas tan específica, coñe. Ya me enteraré yo, por otro conducto, boba de Coria.

A mi me dio por cantar las canciones del barquero. - ¿A qué vine ese cambio? preguntó la vecina. Es que no me llega la camisa al cuerpo... aaaaaaayyyyy ...Esta mañana he ido al dentista de toda la vida y al entrar en la consulta ¡allí estaba el señor Li!... Vamos, creí que era él... Se parecen tanto los chinos entre sí...

Ha sido muy atento. Claro, que yo se lo he puesto fácil. Después de mirarme la boca, ha dicho: Hay que sacar dos raíces de unas muelas rotas desde antes de que Colón llegara a América. - Trasteó un poco más y descubrió unas caries. - Hay que arreglar ésto, dijo en plan ordeno y mando. Estuve a punto de saltar de la silla y cuadrarme delante de él. Como tenía la boca dormida, no me enteré cuando le arreé un mordisco a la enfermera ¡¡¡MENOS MAL QUE NO FUE AL SEÑOR LI, O QUIEN QUIERA QUE SEA!!!

El, con beatífica sonrisa, dijo: - Oh, no tenel impoltancia, señola paciente. ¡Que jodío! Como se ve que el dedo no era suyo. Antes de irme me dio cita para el viernes. - ¿No faltala, veldad? - ¿Era una amenaza? Aaayyy, Señor, que cruz llevamos algunos.

viernes, 23 de mayo de 2025

¿Qué pasará ahora?

- ¡ Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaa! Prepárate, nena que, cuando te cojan las huestes del señor Li te usarán como relleno de los rollitos de primavera. - ¿A mí? ¿por qué? - Lo he encontrado delante de su tienda y me ha hablado de lo buenísimo que fue lo que comió ayer aquí. Se le hacía la boca agua - Me alegro... pero no comprendo lo de los rollitos de primavera...

- Después de tanto alabar el nuevo plato, va y me pide la receta... - ¡No se la daría! ... Bueno, puse excusas para no tener que hacerlo... - Además, no tiene derecho porque no es suya, sino de la tribu de Pepe el jibarizado. - Ya... pero cuando te imaginas formando parte del relleno de los rollitos de Primavera, te importa un bledo a quién pertenecen y la lengua se desata. - ¡La madre que la parió! 

Esa tarde la Cotilla no fue de trapicheo. Permaneció encerrada en su cuarto hasta bien entrada la noche. Pascualita montaba guardia cerca de la cocina. Sabía que la Cotilla era una aprovechada que no tenía problemas para cambiar de camisa y no quería que se quedara con las cucarachas que pudiera haber en casa. ¡Esos bichos serían para mi o de nadie! A la sirena, cuando se pone trágica,  no hay quien la tosa.

De repente se abrió la cristalera y una ingente procesión de bolas de polvo, bajaron marcando el paso, pasando del balcón al árbol de la calle y de allí al suelo... salvo los que se comió el platanero que nunca está saciado.

 

 

 

 

 

jueves, 22 de mayo de 2025

El señor Li saborea una antigua receta.

Todavía con el estómago revuelto viendo a Pascualita relamerse después de comerse dos cucarachas de reglamento, llamé a la abuela para contarle lo guarra que es su amiga favorita: - "¿Eso ha echo mi chiquitina bonita? ¡La tienes muerta de hambre y encima la llamas guarra!" -¿Crees que estaría hablando contigo si la sirena no tuviera nada qué comer? Menuda es ella para hincar el diente a cualquiera. - Como no se fiaba de mi dijo que vendrían a comer a casa la paella de marisco haría su querido mayordomo inglés, GeooorBrexit. -· ¡Que no se le ocurra ponerle té al arroz o aquí habrá un mayordomocidio

Poco después, el olor de la paella llenó mi casa, salió por la cerradura. Una parte fue hacia los pisos altos y el resto fue a la calle juntándose con el olor que se escapaba por el balcón. No hay como comer una paella dando envidia a los vecinos.

El olor se extendió por todo el barrio y la fina nariz del señor Li supo, incluso, de dónde venía. Se presentó en casa con los palillos en el bolsillo de arriba de su camisa. Probó el arroz y  sentenció: - No habel gambas goldas ¡Mi quelel gambas goldas!

 Mi primer abuelito tradujo éstas palabras y me ordenó que le diera "lo que esperaba sobre la mesa de la cocina"  Probó y repitió.: ¿Qué sel? - ¿Y nosotros? - protestamos los demás. De la cocina llegó la voz de Pepe el jibarizado (la receta era secreto de su tribu) diciendo: - ¡¡¡NOOOOO!!!  

Solo él sabía que llevaba ¡CUCARACHAS!

 

 

 

miércoles, 21 de mayo de 2025

Y A OTRA COSA, MARIPOSA.

Seguíamos empantanados, sin saber qué hacer con las cucarachas. Estaba claro que en casa no podían quedarse.

El tiempo parecía haberse parado: los personajes, con los ojos puestos en esos bichos indeseables, no aportaban nada. Sin embargo ellas sí que lo hicieron al decir: - ¿Cuando se come es esta casa?

Los primeros en reaccionar fueron los comensales de la Santa Cena: - ¡Eso tendríamos que haber dicho en cuanto acabó la Cuaresma! Pues lo decimos ahora ¡Queremos comer y no pasarnos otro año de ayuno forzoso!

Un escobazo en la espinilla me sacó de mi aturdimiento, pero hicieron falta algunos cuantos más hasta que mi neurona, que no está muy acostumbrada a pensar, procesó la frase de la cucaracha que, rápida como el viento, lanzó otra proclama: - ¡Tomemos la despensa! ¡¡¡A por ellaaaaaaaaaaaaaa!!!

El árbol de la calle bramaba: ¡contádmelo todo! -  Pepe el jibarizado recordó cuando la tribu enemiga entró a saco en la suya e hizo una escabechina de la que salieron varios llaveros como él. Y se estremeció. 

Ostigado por el miedo, Pepe se alió con Pascualita. - Cuando yo te diga, come.  Y así fue. El llavero movía el ojo-catalejo y gritó dos veces: - ¡COME! - La sirena, obediente, se comió las dos cucarachas. Mientras se relamía, los comensales le miraban con envidia, relamiéndose a su vez, solo de pensar en lo que ricas y crujientes que debían estar.

martes, 20 de mayo de 2025

Al final serán de la famiia.

Las cucarachas del cuarto de baño eran más chulas que un ocho y se arrancaron por rancheras:  ¡La cucarachaaa, la cucarachaaaaa ya no puede caminaaaaaaaar! (cantó una. La otra dijo: ¡Anda que no, mi cuate!)

Con el jaleo no me di cuenta de la llegada de la Cotilla: - ¿Que miras? ¡Mátalaaaaas! - Además del susto que me llevé, también me quedé sorda durante un rato. - Mátelas usted y hará algo por la Patria. - Vengo muy cansada. Estos curas jóvenes deben entrenar. Corren que se las  pelan. Hoy casi me cogen... porque iba cargada de velas, velita y velones. - ¿Puedo saber para qué? en casa no quiero altares porque algún día saldremos en los periódicos. 

- No me extraña que no encuentres novio ¡Que sosa eres, boba de Coria! Me las llevaré al trapicheo... - ¿Han llamado? (pregunté) - Y todos los personajes dijeron ¡Sí! - ¿Quién va a abrir? - La Cotilla, que no se enteraba de nada, dijo: - Es tu casa, tu puerta, así que vas tu. 

La Cotilla no supo que-  su razonamiento tuvo mucho éxito y fue silbada y jaleada por todos. Incluso el árbol de la calle le dedicó el Brindis de la Traviata. Yo me encontré con Bedulio: -¿Se puede saber a quién vas a matar? - ¡¿YO?! - No te hagas la sorprendida. Desde la calle te hemos oído muy bien. ¡Confiesa! - Huy, hace tanto que no... ¡Ah, ya recuerdo! jajajajaja  Hay dos cucarachas en el baño y discutía con la Escoba y la Fregona si... ¡Basta! no sigas por ese camino... ¿Está tu primer... abuelito? - ¿Por qué no las matas tu que eres una autoridad?

Pero Bedulio ya estaba en el rellano de la escalera - ¡No llevo pistola!

lunes, 19 de mayo de 2025

Lo que ocurre cuando una da cabezadas con las manos en el ordenador.

Unos gritos histéricos me sacaron de la ensoñación en la que había caído delante de la tele de la salita - ¡¿Qué pasa?! - Como los gritos seguían y nadie contestaba a mi pregunta, no tuve más remedio que levantarme del sofá e ir a ver a qué venía tanto escándalo.

Encima del aparador se habían congregado infinidad de bolas de polvo que se maravillaban ante el cambio de prespestiva, de ver el comedor a ras del suelo o verlo desde las alturas como ahora. Algunas, curiosas, alcanzaron a mirar a través del cristal del cuadro de la Santa Cena y saludaron, entusiasmadas a sus vecinos. Uno de los comensales fue a lo positivo:  ¿Traéis comida? - No, porque nunca nos falta (dijo una) - ¿Qué coméis? - Polvo. - Ni eso tenemos... 

Los gritos seguían. Venían de... ¡el cuarto de baño! - De camino entré en la cocina a recoger a Pepe el jibarizado. - ¡Ya era hora que me sacases de ahí, boba de Coria! - Menos quejas, Caperucita (le dijo la nena y le paró los pies... que no tenía)

Metí a Pascualita junto con el llavero, en mi escote. - ¿Nos vamos de excursión? - Mi primer abuelito hizo acto de presencia y tradujo: - Sí.

Ante la puerta del baño estaban la abuela y su bisabuelastra, se notaba que sufrían de incontinencia urinaria por los bailes que se marcaban: Ùn pasito palante, María. Un, dos, tres, Un pasito patrás. - ¡Aaah! ¡Hay dos cucarachas en el cuarto de baño ¡ay, ay, ay, ay, ahííiiiiiiiiiii ¡Corred y traed hojas de laurel!  - La Escoba y la Fregona,que no se pusieron de acuerdo en quien sería el matarife,  corrieron más que el tio de la Lista pero, quien llegó primero a la puerta, fui yo.Aççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççççxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

domingo, 18 de mayo de 2025

No interrumpan.

Me pareció que Pascualita y la Fregona, discutían y me acerqué para ver si podía entender algo. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaa! - La Cotilla entró en casa hablando sola: - ¡Cómo está el mundo, Facundo! Está todo carísimo. - Pues, si se queja usted que está montada en el euro, que voy a decir yo que no llego a mileurista... - 

Pasó de mi olímpicamente. - Ha llegado el momento de hablar con el Obispado para que hagan una Campaña publicitaria... - ¿Para qué?... - Una persona no puede vivir con eso si no tiene un sobresueldo... - Ni una tortilla voy a poder hacerme porque los huevos se están poniendo por las nubes... - Gracias a que tengo una ayudita con mi piso turístico sino, pobre de mi... - Menos mal que la fabada de bote aún puedo comprarla... 

El silencio se apoderó del comedor. La sirena y la Fregona no nos quitaban ojo. Sus ceños fruncidos no auguraban nada bueno. Mi primer abuelito protestó: - Estamos hartos de esperar a que, sus señorías, terminen de interrumpir a quienes estaban en el uso de la palabra. 

La Fregona dio medida vuelta, altanera con la melena al viento. Mi primer abuelito desapareció sin despedirse. Pascualita soltó dos certeros buchitos de saliva envenenadas. La Cotilla y yo llevamos tres días sin salir a la calle: estamos hartas de buscar nuestros ojos derechos que se salieron de sus órbitas y ahora juegan al escondite bajo los muebles

 

sábado, 17 de mayo de 2025

La paz se vende cara.

Afortunadamente, Miniflor fue flor de un día y pocas horas después, se fue con sus ínfulas de Rosa de Andalucía al Más Allá de las florecillas prepotentes. Y la calma volvió a mi casa... momentaneamente porque uno de los comensales de la Santa Cena ha dicho que quiere ir al Congreso de los Diputados a exponer cosas que le parecen a él que son de cajón, para que las conviertan en Leyes.

Naturalmente le hice el mismo caso que a San Serenín del monte. Di media vuelta y seguí con  mis quehaceres.

Llamó la abuela: - "¿Ya has encontrado a alguien, nena?" - ¿Para qué? - "Para tener a mi bisnieto, por ejemplo?" - Ah... sí, claro... bueno, en éstos momentos iba a ponerme manos a la obra ¿Te lo puedes creer? - "¡No!" 

Cuando quiere, la abuela es dura de pelar y  no se las dan con queso. - "Se te acaba el tiempo, alma de cántaro. Dentro de poco serás cuarentona y se te pasará el arroz" - ¡Anda que no me queda nada a mi para los cuarenta! jejejejeje - "¿Cómo cuentas los años, boba de Coria?" - Hago uno cada año... ¿no es así' - "Tú sabrás" 

Esta última frase me ha hecho dudar y ahora no sé si cuento hacia adelante o hacia atrás- ¡Que jodía es la abuela cuando quiere aturullarme!


viernes, 16 de mayo de 2025

Mucho marketing tiene el mes de Mayo...

Estamos en el mes de Mayo. El mes de las flores. Y como suele ocurrir todos los años, por éstas fechas, en la solitaria maceta del balcón ha salido una pequeña, humilde y bonita, florecilla de frágil apariencia.

Ha sido el árbol de la calle quien me ha avisado del acontecimiento: - ¡¡¡NENAAAAAAA, HA SALIDO UNA FLOR!!! 

Pasé al balcón y una vocecita  dijo: ¡Hola, soy Miniflor! -  ¡Que mona! (dije) - La florecilla, no era ni frágil ni humilde: -  ¡He dicho Miniflor, no Monaflor! ¿Estamos?

Pensando que estaba de bromas le seguí la corriente y dije: - ¿A qué te arranco las raíces de un tirón? - Apenas acabé la frase recibí un mamporro de una rama del platanero. Me revolví contra ella que, poniendo cara de no haber roto nunca un plato, dijo: - ¡Perdón, pero solo soy un mandado!

Mientras, en el interior de casa también había barullo. La Escoba y la Fregona discutían a cuenta de la sirena que había trasvasado el agua salada de la pila de lavar del comedor, al suelo: - ¡Paraaaa, media sardinas de las narices! - Pero Pascualita no atiende a razones cuando se lo está pasando bien. Además, la Escoba le reía la "gracia", cosa que enfurecía más a su compañera que, harta, la cogió por el palo y se lió a escobazos contra la sirena que no se esperaba un ataque tan virulento y ni tiempo tuvo de sacar a pasear su famosa dentadura de tiburón...

jueves, 15 de mayo de 2025

¡Menudo porrazo!

Huy lo que me ha pasadooooooo... ¡No quepo en el bañador que me compré en rebajas! Por poco me da el telele. Algo raro ha pasado porque cuando me lo probé me estaba como un guante. 

Después de mucho pensarlo caí en la cuenta de que, tal vez, la dependienta se equivocó y me dio la bolsa de otra persona. Pues, menuda le va a caer a la inepta esa porque voy a cantarle las cuarenta. Lástima que no pueda venir conmigo el árbol de la calle. Ese sí que canta rancheras de tiros y muertos. 

Salí de casa decidida a enmendar el entuerto pero, al dar un paso en la acera, choqué contra el borde de un ladrillo mal puesto y ¡PATAPAM! me estrellé contra el tronco del platanero, que viéndome venir, en lugar de cogerme, me despejó como si fuera un balón de fútbol, lanzándome al asfalto y me faltó el canto de un duro de entrar, limpiamente, en la portería contraria que, en éste caso, era un bus parado con las puertas abiertas.

A todos los personajes de casa que, preocupados por mi, estaban pegados a los cristales para no perderse nada, les salió de los más hondo un sonoro: - ¡¡¡HUYYYYY!!!

A mi vez y a modo de respuesta, grité: - ¡¡¡LA MADRE QUE OS PARIO!!!

 

miércoles, 14 de mayo de 2025

José Múgica.

 Espectacular. Así ha ido la entrada de mi primer abuelito. 

Vestido con un sudario de seda,  rojo pasión y adornado con campanas al vuelo, su sonrisa iluminaba más que la lámpara del comedor: - ¡Ha llegado un hombre sabio al Más Allá y he ido a recibirlo! - ¡Vaya! Debe ser muy importante porque estás muy guapo. - La ocasión lo merece. Es Pepe Múgica, que vivió según sus convicciones y poseía el don de la palabra. Ex presidente de Uruguay, no necesitó palacios para gobernar ni buscarse chollos en los que medrar cuando acabó su mandato. Su pueblo  ha reconocido su lucha, su sufrimiento... y se ha echado a las calles para acompañarlo, triste y huérfano, hasta la despedida final...

¡Tris! - Una lágrima de mi primer abuelito, se rompió al estrellarse contra el suelo. - Aaayyy (suspiró) No me emocionaba desde que me enteré que ya no estaba en el Más Acá. 

La abuela llamó, llorosa, - "Ayer nos dejó..."  - Pepe (dije con total aplomo y hubo un nanosegundo de silenció en que se podía cortar el aire con un cuchillo) - "¿Qué ha echo el jibarizado ahora?" . Me refiero a Pepe Múgica, abuela.

El nuevo silencio se prolongó en el tiempo, tanto que la escoba se acercó al teléfono para arrearle un escobazo y así poder reanudar la conversación. Pero no hizo falta porque la abuela hablaba de nuevo: - "¿Cómo sabes... eso?" - Me lo ha contado tu ex hace un mom... ¿abuela?... ¡¡¡¿Abuelaaaa?!!!

 

martes, 13 de mayo de 2025

¡A por los puntos!

La abuela y Andresito han recuperado la vida social que tanto les gusta y no hay quien los pille en su casa: - Estáis todos los días de picos pardos. Me estáis dando envidia. - "Pues, ponte las pilas y busca, de una vez, al padre de mi bisnieto. Después podrás hacer de tu capa, un sayo" - Es que ya le estoy cogiendo manía al padre ese y aún no le conozco.

Pascualita saltó de la pila de lavar del comedor al cuadro de la Santa Cena. Por lo visto había quedado con Pepe el jibarizado para encontrarse allí. Mi primer abuelito está de correveidile de los personajes que necesitan comunicarse y yo no los entiendo. De paso luce, como siempre, sudarios espectaculares.

- Disfrutas con ello ¿eh? - Se está convirtiendo en un placer. Me entero de cosas que no sabía. Además, como es una buena obra, los mandamases del Más Allá me han dicho que eso me da puntos para una Vespa. - ¿Una vespa? ¿Una moto que se llama vespa? - Sí, nena. Como la que tenía cuando vivía. - ¡Que chulada! No sabía que las almas ibais motorizadas. - Yo tampoco.

Llevé a Pepe el jibarizado hasta el aparador junto a la sirena y juntos montaron tal guirigay que despertaron a los comensales de la Santa Cena: - ¡¿Qué es una vespa¿! ¿Se come? (preguntó Pascualita, lo que despertó el hambre de todos. Ya se sabe que las primeras semanas de ayuno son las peores ) - Nooooo 

 

lunes, 12 de mayo de 2025

¿Llueve o no?

He cogido la extraña costumbre de mirar en el ordenador, qué tal día hará hoy. Nunca me había parado a pensar en el ello. Y ahora me gusta porque me rio mucho. ¡Esos pronósticos fallan más que una escopeta de feria!

Esas eran mis cavilaciones de camino al trabajo cuando, al pasar frente a la tienda del señor Li, éste me salió al paso. - ¿Aún no tenel gambas goldas en tu casa, boba de Colia. - No. Eso solo ocurrió una vez y punto. - No, punto no. ¡Yo quelel comel gambas goldas! - 

Entonces, una frase dicha sin pensar, me puso en un brete. - ¡Dedíquese a vender paraguas y déjeme en paz! - ¿Qué quelel decil tú? ¿Tú sabel que llovela? Si tú decil a mi, yo pagal bien todos los días.

Y sin comerlo ni bebiendo, acababa de ponerme un duro peso a la espalda. Desde entonces debo mirar el tiempo que hará cada día, pasar por delante de la tienda del señor Li, darle el parte y salir pitando al trabajo. El, por su parte, tiene siempre a mano la caja de los paraguas porque, quien escribe el pronóstico suele anunciar agua aunque, en ese momento brillara el sol.

Hoy hemos roto relaciones. El señor Li no tiene paciencia. He respirado profundamente aliviada mientras mi primer abuelito decía que no lo hiciera... pero el aviso llegó tarde: había aspirado tanto aire que, al soltarlo desplacé una nube que dio un traspiés y se abrieron los cielos cayendo tal cantidad de agua que todos nos acordamos de Noé y su Arca.

Desde el balcón hemos visto pasar al señor Li a lomos de la riada que se ha formado en un periquete. Menos mal que se agarró a la caja de los paraguas y, por lo menos, no se moja el pelo...

domingo, 11 de mayo de 2025

Cosas que no sabíamos de Pascualita.

El árbol de la calle quiere convertirse en chimenea. Así lo predica a los cuatro vientos con su bocaza de madera. Al principio hacía gracia porque creímos que nos contaba un chiste y nos reímos pero, como es más pesado que una vaca en brazos, hemos pensado que mejor que fuera una hoguera.

- ¿Por qué quieres ser chimenea, alma de cántaro? - Para lanzar fumatas blancas, como si fueran melenas al viento. ¡Sería espectacular! 

Pascualita quedó impresionada con el deseo del árbol y suspiró profundamente porque ese fue siempre su deseo: tener una melena espectacular como sus antiguas congéneres. Aquellas que atraían a los marineros con sus cantos... y melenas, para comérselos.

Todo aquello quedó atrás cuando Ulises demostró a los marinos, que se podían librar tapándose los oídos. Pero, para entonces Pascualita hacía milenios que ya no estaba en su mar. Era muy curiosa y siempre pensó que las olas tenían, entre sus funciones, la de trasladarla a otros mares. Así vio nuevas tierras, desaparecer otras, continentes desplazándose de acá para allá y como era una sirena sola, pasaba desapercibida y pudo probar marinos del mundo entero. Ni siquiera necesitaba cantar ni ondear su melena. Ahora, muchos milenios después, solo tiene un pelo-algas ridículo porque no la necesita. Ni marinos, porque se ha habituado a la comida para peces y tortugas que le pongo yo.

 


sábado, 10 de mayo de 2025

Los perfectos.

Pascualita me dijo un día, a través de mi primer abuelito que se comunica con la sirena por telepatía, que una vez estuvo en el Nilo. (Uno de los dos se ha equivocado, pensé) La sirena nació y vivió en el mar, que está salado y el agua del río es dulce, por lo tanto, algo no cuadra. Así que, como no tenía nada mejor que hacer, empecé una discusión.

Mi primer abuelito apareció en lo alto de la lámpara del comedor en cuanto lo llamé. Pascualita estaba en mi escote sin que su cara de pez mostrara la más mínima curiosidad. Expliqué el motivo del encuentro ... así que no pudiste estar, nunca, en el Nilo. Uno de vosotros dos se equivocó. - Pascualita sacó a pasear su pequeña pero terrible, dentadura de tiburón. Se considera doña Perfecta y no consiente que duden de ella. Mi primer abuelito no pudo mentir o ahora no estaría en el Más Allá de los buenos. 

La conclusión a la que llegaron, después de más de una hora porfiando. Uno decía Sí y la otra NO, luego cambiaron las tornas porque se aburrían, fue que YO LO HABÍA ENTENDIDO MAL PORQUE TENGO LA CABEZA LLENA DE GRILLOS. 

Naturalmente, me rebelé contra semejante resultado y quise continuar la discusión pero para entonces había llegado la hora de la siesta y eso es sagrado.

viernes, 9 de mayo de 2025

León, grrrrr, XIV,

Mientras desayunaba con Pascualita le iba exponiendo los resultados de mis horas de insomnio, sobre lo que pasó ayer en el Vaticano. 

- Mira que ésta gente sabe hacer bien las cosas de boato, misterio, sorpresa... pues, ésta vez no ha sido así. ¿A qué venían las prisas? Esto me ha llevado a pensar que, el resultado del Cónclave y el de la Lotería de Navidad, están cortados por el mismo patrón.

Pensé que la sirena apreciaría la hondura de mis pensamientos. Si así fue, ni me enteré. Ni ninguno de los personajes de casa. La voz del árbol de la calle gritando: - ¡Más fuerte que no se oye! - me obligó a explicarme mejor: - ¿Qué pasa cuando el Gordo de Navidad sigue sin salir y apenas quedan números en el bombo... eh? 

Observo las caras de todos y veo sus encefalogramas, planos... ¡Que la gente está pendiente de cada bolita que sacan los niños de San Ildefonso porque falta NUESTRO NÚMERO POR SALIR! - ¡¡¡Es verdad!!! (gritaron entusiasmados los personajes) - Pues, al elegir un nuevo Papa ocurre lo mismo. ¿A santo de qué han venido esas prisas por soltar el humo blanco? ¿Acaso había apuestas sobre si PRONTO o TARDE?

En fin, el daño ya está hecho y ha ido en detrimento del misterio: ¿Qué hacen los cardenales que no están a lo que hay que estar? o bien ¡¿Ya?! ¿Qué prisas tienen los cardenales? .A la gente le supo a poco éste Cónclave. Opino que dejarlos encerrados... unas dos semanas, era lo adecuado.

Y así fue como el Papa,  LEON ¡GRRRRR! XIV, ha entrado en la Historia.

jueves, 8 de mayo de 2025

Hale, ya tenemos Papa-

He pillado una conversación entre la abuela y la Cotilla mientras descansaban en la salita después de una opípara paella de marisco, invitación de la abuela y cocinada por el mayordomo inglés, Geoooorge, - vigilado estrechamente por mi menda lerenda para que no cambiara el agua del arroz por té.

- "He pasado una penaaaaadaaa estos dos días de Cónclave" - ¿Pourcuá, si puede saberse?- "Unos hombres limpiaron esa birria de chimenea que hay en el tejado del Vaticano que, mira es vieja y poquita cosa ¿Me dirás que no han tenido tiempo de cambiarla? Mucho traje rojo y mucho encaje de bolillos y no pueden gastarse veinte euros en una nueva chimenea. Si es que estoy harta de decírselo a Andresito: En cuanto se juntan varios hombres, no falla, o hablan de fútbol o de cachondeo-erótico-festivo Las cosas importantes se las dejan de las mujeres ¡Así va el mundo!

Dieron alguna cabezada y la abuela retomó el hilo de la conversación: -  ¿Qué crees que hicieron con la chimenea. acabada de limpiar: ¡Echar humo negro por ella! ¿ Habías visto algo así, Cotilla?" ¡Hombres! (exclamó la Cotilla) Por cierto, preséntame alguno que aún esté potable. 

El árbol de la calle cantó el Aleluya a ritmo de batucada. Las dos amigas, con la cara pegada a la pantalla de la tele, gritaban: .- "¡¡¡Abemus Papa¡¡¡" mientras el humo blanco se extendía por la plaza de San Pedro.

miércoles, 7 de mayo de 2025

Fumata negra.

El vozarrón del árbol de la calle, cantando el Brindis de la Traviata, lleva horadando mi cerebro desde las seis de la mañana. Tendría que haber salido a tirarle un cubo de agua, o mejor aún, prenderle fuego... Pero soy la única persona que lo oye y lo sufre. Cualquiera le dice a la gente que lo he hecho porque canta a voz en grito, cuando ellos solo ven un árbol, pelao y mondao.

La Cristalera se ha cerrado a cal y canto, por lo que ha tenido sus más y sus menos con su hermana gemela de la parte exterior. ¡Que mal se llevan éstas dos!

Los comensales de la Santa Cena están expectantes sobre quién será el nuevo Papa y con el estruendo de las discusiones y el vozarrón, están de los nervios porque no pueden escuchar lo que dicen en la tele. Aunque da igual. Ellos solo hablan y entienden en arameo.  Además, van a lo suyo, sobre todo uno que se llama Pedro, no para quieto. - ¡Voy a ganar yo! grita  a los cuatro puntos cardinales... o son Cardenales porque, esa es otra. ¿De dónde sale tanto cardenal? La cosa se les ha ido de las manos. Antes eran cuatro y el cabo y podíamos jugar a adivinar quién sería el ganador porque recordábamos los nombres pero ¡ahora es imposible! Pedro insistía: - ¡Yo ganaré! - y acababan por darle la razón para que se callara: - Vale, titi. Para ti la perra gorda.                              

martes, 6 de mayo de 2025

Una buena causa.

- Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa vengo hecha cisco, nena. Después de horas en el trapicheo, apenas he ganado veinte euros. - Eso es raro en usted, Cotilla ¿Qué ha pasado? - Lo de siempre: los tiempos cambian, cambian los gustos y si no te adaptas a los cambios te quedas en la cuneta. - Usted tiene buena mano para éstas cosas - Ya no soy la que era... He pensado en dejar los negocios de la noche y dedicarme a trabajar de día. 

- Si va a dejar de "limpiar" los cepillos de "sus" iglesias, acuérdese de mi - He dicho trabajar de día... - Ya, lo digo porque así podría dormir más horas y yo redondearía mi sueldo. -  Lo pensaré... - ¡Claro, mujer! Disfrute de sus ganancias los pocos años que le quedan de vida. - ¡UEP! ¿cómo que pocos años? - Es un modo de hablar. - ¡Lagarto, lagarto!

Más tarde, después de la siesta en la salita, se encerró en su cuarto y salió, tiempo después, echa un pincel, aunque mejor diría una brocha gorda porque su cara parecía una puerta recién pintada.

- ¡Caray, Cotilla! - ¿A que estoy espectacular? - No seré yo quien diga que no. - He pensado en hacer como tu abuela: ligarme un mallorquín de buena casa para una buena causa. - ¿Cual? - La mía.

Aún resonaba el eco del taconeo de la Cotilla en la escalera y yo, todavía no había reaccionado.

lunes, 5 de mayo de 2025

Alegres despedidas.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! - La Cotilla entró en casa como una exhalación, ansiosa por cortarle un traje al prójimo. - ¡Nena! Menudo braguetazo dio tú abuela el día que le echó la vista encima a Andresito. ¡Les sale el dinero por las orejas! Deberían repartir un poco a nosotras las pobres... - Hombre, Cotilla, que usted tiene bien forrado el riñón. En cambio yo, no soy ni mil eurista. - ¿Qué tendrá que ver la velocidad con el tocino? 

Como siempre, nos vamos por los cerros de Ubeda y luego tenemos que rebobinar. - Estos días tiran la casa por la ventana. Me he enterado que han comprado ropa de vestir, francesa. - ¿Quiere decir que han cambiado el armario? - El armario, no. Lo de dentro. ¿A santo de qué? -

Se ha pasado el rato de la comida elucubrando sobre el por qué de tanto gasto. - ¿Esto va a durar muchos días? (pregunté) - ¿El qué? - El ataque de celos, Cotilla. No hay quien la aguante.

Por la tarde hablé con la abuela: - "Que bien lo estoy pasando, nena. En El Funeral enlazamos una fiesta con otra hasta que se hayan colgado las fotos de los que nos dejaron en plena obras de la cafetería. Hay que despedirlos como se merecen y he renovado mi armario. Andresito dice que la cartera echa humo. Pero yo le digo:  Cariño, a las penas, puñalás Y el que venga detrás. que arree" - ¿Yo también? (pregunté, compungida) - Naturaca.

 

domingo, 4 de mayo de 2025

El Funeral.

El Funeral ha reabierto sus puerta después de un tiempo de reformas. Los clientes de la tercera o cuarta edad, andaban como pollo sin cabeza. Había una gran preocupación por si quitaban la Pared de los Finados, a pesar de que el dueño juró y perjuró que eso no ocurriría.

Dentro de unas horas podrán comprobarlo. La abuela está de los nervios y me llama a mi en lugar de darle la murga a Andresito que, en la boda aceptó eso de: en lo bueno y en lo MALO. - "Nena, algo gordo ha pasado porque el tiempo va para atrás en mi reloj que es bueno de narices. Estoy preocupada" - Hace diez minutos de tu llamada, abuela. - Así estamos desde las cinco de la madrugada. - "Hola, nena. ¿Seguro que no pasa nada?" - ¡Sí que pasa! - "¡Lo ves! Ya decía yo"... - Hace cinco minutos que hemos hablado ¡Vale ya!

Andresito también llamó: - Somos unos cuantos que tenemos un dilema... - Yo de la Bolsa no sé nada... (no pareció escucharme)... y no sabemos si morirnos ahora para tener sitio en la Pared de los Finados... - Ah, es eso. Si os han dicho que habrá sitio para todos... (seguía sin escucharme) ... o lo dejamos para más adelante y que nos pongan en fotos más pequeñas. Porque yo quiero estar ahí... ¡snif! - De fondo se oyó la voz de la abuela: - ¡Arréglate ya, jodío, o llegaremos tarde!

Volvian a ser las cinco de la madrugada cuando algo helado sobre el pecho me despertó en pleno alarido. A ambos lados de la cama estaban mis abuelitos que, ajenos a nada que no fuera la alegría que sentían porque, ¡en la cafetería El Funeral, todo el sótano era para los clientes, fieles como los abuelitos - ¡Hay tanta pared para seguir colgando fotos de los finados mientras les honramos festejando sus aficiones, que tendremos juergas para dar y tomar!

sábado, 3 de mayo de 2025

Semillas voladoras.

La escandalera que formaban todos los de casa, incluida la Cotilla, llamaron mi atención y salí con ellos al balcón. - ¿Qué pasa? - ¡¿No lo ves?! Este puñetero árbol nos está matando ¡Mira toda la basura que tira! ¡Asesino! (gritaba la Cotilla) He llamado varias veces a Parques y Jardines hasta que he podido hablar con ellos. Están desbordados. ¡Este árbol y sus hermanos, se han vuelto locos! Menos mal que la sierra mecánica acabará pronto con ésto.

Palma estaba llena de semillas voladoras como no se había visto nunca. Corrí en busca de una mascarilla y las gafas de buceo. De vuelta al balcón y cuidando de no pisar a ninguno de los personajes, me asomé a la barandilla y grité, dirigiéndome al árbol de la calle: - ¿Es una fiesta? - ¡Sí. La fiesta del Amor! - ¡Qué bonito! - ¿Qué es bonito? (exclamó la Cotilla) ¿No poder abrir los ojos, ni la boca en la calle? A ver si vienen pronto los de Parques y Jardines y talan a todos los plataneros de la Ciudad 

- ¿Lo dice en serio? - ¡Claro, alma de cántaro. - ¡Sería una salvajada! - Salvajada es que no te dejen respirar, boba de Coria... ¿A dónde vas con esas prisas? - ¡A la calle! a abrazarme al árbol para que no lo talen: ¡No a la tala! ¡No a la talaaaaaa! (grité sintiéndome un poco, baronesa) - Te tengo dicho que no es bueno tomar chinchón on the rocks para desayunar ¡Qué cruz tengo contigo!

 

viernes, 2 de mayo de 2025

El calorcito.

¡Uf, que calorcito hace! - ¡Pascualita! (digo a gritos, porque la última sirena del mundo está durmiendo dentro del barco hundido que, a su vez, está en el fondo de la pila de lavar del comedor y no me va a oír) ¡Este mes empiezo mis sesiones de playa matutina! ¡Al agua patos!

Hubiese jurado sobre la biblia que la medio sardina no podía oírme pero me dejó con dos palmos de narices cuando, como un cohete espacial, salió flechada hasta chocar con el techo y, de paso, contra mi primer abuelito que acababa de asomarse.

- ¡Menos mal que soy un alma y no tengo ni miajica de cuerpo carnoso contra el que chocar porque ahora tendría más cardenales que los que hubo en el funeral del Papa Francisco.! ¿Qué ha sido "eso", nena?

Otro que me dejó boquiabierta fue Pepe el jibarizado que, antes de poder contestarle, él ya había dicho: - OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO -  dejándome con la palabra en la boca. - ¿Pascualita? (se asombró mi primer abuelito) - Sí. ¡Y Pepe! 

Mi primer abuelito quedó absorto durante un tiempo (algo que para un alma no existe o es relativo) Tuve tiempo de ir a trabajar, volver a casa, abrir la lata de fabada asturiana, dormir la siesta, volver al trabajo y regresar luego a casa. Fue en el momento en que abría la puerta de casa y él, la boca, que dijo - ¿Tanto ha cambiado todo desde que no estoy en la Tierra que las personas hibernan como los osos? - No tengo noticia de ello... - Es que empieza a hacer calor y ya se te han desmadrado dos personajes. - ¡Cuatro! (gritaron las COFRE mientras bailaban una jota bravía en el comedor de casa)

jueves, 1 de mayo de 2025

De manifas.

Con bombo, platillos y toques de trompeta me han despertado hoy. Una alegría, vamos... Del salto que pegué quedé agarrada a la lámpara del techo de mi cuarto. Abrí los ojos para saber dónde estaba y me encontré, cara a cara, con mi primer abuelito: - ¡Hola, nena! Como ves, estamos en igualdad de condiciones (dijo, muy sonriente) - ¡No, hijo, noooo! (grite mientras un escalofrío recorrió mi espina dorsal y solté la lámpara) Ella se quedó donde estaba aunque tambaleándose y yo me di el batacazo del siglo al caer sobre la cama..., rebotar y caer, de nuevo, más allá de la alfombra. En el duro, durísimo, suelo.

Apenas podía andar de dolor y enfilé el pasillo para ir a la cocina sintiéndome costalera de mi misma e intérprete de mi saeta: ¡Tiruuuuu, tatatiiiiiiiru.... ¡Aaaayyyy! - Me costó trabajo llegar porque fui aclamada montones de veces. - Que cosa más sentida... ¡snif! (dijo, emocionada, la Cristalera)

A lo largo del pasillo, la Escoba y la Fregona (¡las COFRE!) saludaron poniendo sus armas (los palos) a la funerala rindiendo homenaje. - Más tarde las escuché comentar que fue un buen sacrificio ir haciendo el pino porque una tiene artrosis y la otra artritis.

Pascualita me esperaba en la cocina junto a Pepe el jibarizado. La sirena ya había tomado su cola cao y los rastros se veían por toda la cocina, techo incluido. Pregunté por el "concierto" que me despertó. - ¡Estamos de manifas! Es uno de Mayo ¡la fiesta de los trabajadores! y tenemos fuelle para aguantar lo que haga falta para lograr mejoras sustanciales.